CÓRDOBA
Policías bajo la lupa por balear a un joven
Martes 31 de
Enero 2017
Iba en una 4x4 con un amigo y sufrió un disparo en el cuello. Se encuentra en coma. Frenética persecución.
Como suele suceder a menudo con las historias en las que se ven involucrados policías, el caso es “confuso” y tiene “puntos extraños”.
De un lado, hay dos jóvenes amigos que salieron, de madrugada, a dar unas vueltas con la camioneta de los padres de uno de ellos. En el camino, se toparon con policías que quisieron controlarlos y, como se asustaron, no tuvieron mejor idea que acelerar, huir a toda velocidad y cruzar parte de la ciudad de Córdoba durante varias horas hasta que todo terminó mal.
Del otro lado, hay policías que, a bordo de patrullas, afirman que intentaron interceptar una Ford Ranger negra “sospechosa” que “no se detenía” pese a la orden de hacerlo y “esquivaba controles”, por lo que se inició una extensa persecución, incluso en contramano por calles y avenidas.
De pronto, uno de los policías abrió fuego. Luego, este insinuaría que desde la 4x4 le dispararon.
El resultado fue muy grave: uno de los ocupantes de la Ranger, un joven de 18 años, recibió un balazo policial en el cuello que le salió por la mandíbula. Quedó internado, en coma farmacológico y con pronóstico reservado, en el Hospital de Urgencias. Su compañero, un chico de 16 años que manejaba el vehículo, quedó demorado un par de horas y fue liberado.
En la camioneta no se hallaron armas ni droga, según confirmaron fuentes oficiales a La Voz .
La Justicia investiga las circunstancias para determinar qué sucedió y si hubo exceso policial. No hay imputados.
La fiscal Milagros Gorgas ordenó secuestrar las armas de dos uniformados. La investigación se podría ampliar a otros efectivos.
El Tribunal de Conducta Policial inició un sumario administrativo, de forma paralela.
El protagonista de esta historia es Facundo Pastor Brandán, de 18 años, quien permanece con pronóstico reservado en una cama del Hospital de Urgencias.
Los padres del muchacho herido, en tanto, denuncian que hubo exceso policial y que la camioneta “fue acribillada”, algo que fue absolutamente negado por altas fuentes oficiales de la Policía.
La Justicia indicó que el rodado “tiene impactos”, pero resta esperar los resultados de los peritajes.
Madrugada de locura
Todo sucedió ayer pasadas las 2 de la madrugada, cuando una patrulla policial quiso controlar una Ford Ranger negra (chapa NUJ 290) en avenida Sagrada Familia, de la ciudad de Córdoba. El motivo: les pareció sospechosa.
“El conductor nunca frenó. Por el contrario, aceleró y empezó a esquivar los controles. Fue de locura...”, indicó una fuente policial a este diario. Ninguna autoridad quiso hablar de manera oficial.
“Manejaba un pibe de 16 años a altísima velocidad. ¿Y si mataban a alguien? ¿Y si atropellaban a un inocente?”, añadió otro vocero.
El operativo de persecución duró unas cuatro horas en plena madrugada, ya que en varios tramos el rodado se les perdía de vista.
Finalmente, todo terminó en el parque San Martín, cuando la Ranger se detuvo. No está claro cuándo y cómo Facundo Brandán terminó con el tiro en el cuello.
Ayer, por las redes sociales, circulaba una foto del muchacho herido (manchado con sangre) con policías a su alrededor.
“¡Al chico le dispararon cuando se bajó de la 4x4! ¡Le tiraron a quemarropa! ¿Cómo van a hacer eso los policías? ¡Están locos! ¿Y si hubieran sido ladrones que llevaban a un rehén?”, se quejó Sergio López, allegado a la familia del herido.
De un lado, hay dos jóvenes amigos que salieron, de madrugada, a dar unas vueltas con la camioneta de los padres de uno de ellos. En el camino, se toparon con policías que quisieron controlarlos y, como se asustaron, no tuvieron mejor idea que acelerar, huir a toda velocidad y cruzar parte de la ciudad de Córdoba durante varias horas hasta que todo terminó mal.
Del otro lado, hay policías que, a bordo de patrullas, afirman que intentaron interceptar una Ford Ranger negra “sospechosa” que “no se detenía” pese a la orden de hacerlo y “esquivaba controles”, por lo que se inició una extensa persecución, incluso en contramano por calles y avenidas.
De pronto, uno de los policías abrió fuego. Luego, este insinuaría que desde la 4x4 le dispararon.
El resultado fue muy grave: uno de los ocupantes de la Ranger, un joven de 18 años, recibió un balazo policial en el cuello que le salió por la mandíbula. Quedó internado, en coma farmacológico y con pronóstico reservado, en el Hospital de Urgencias. Su compañero, un chico de 16 años que manejaba el vehículo, quedó demorado un par de horas y fue liberado.
En la camioneta no se hallaron armas ni droga, según confirmaron fuentes oficiales a La Voz .
La Justicia investiga las circunstancias para determinar qué sucedió y si hubo exceso policial. No hay imputados.
La fiscal Milagros Gorgas ordenó secuestrar las armas de dos uniformados. La investigación se podría ampliar a otros efectivos.
El Tribunal de Conducta Policial inició un sumario administrativo, de forma paralela.
El protagonista de esta historia es Facundo Pastor Brandán, de 18 años, quien permanece con pronóstico reservado en una cama del Hospital de Urgencias.
Los padres del muchacho herido, en tanto, denuncian que hubo exceso policial y que la camioneta “fue acribillada”, algo que fue absolutamente negado por altas fuentes oficiales de la Policía.
La Justicia indicó que el rodado “tiene impactos”, pero resta esperar los resultados de los peritajes.
Madrugada de locura
Todo sucedió ayer pasadas las 2 de la madrugada, cuando una patrulla policial quiso controlar una Ford Ranger negra (chapa NUJ 290) en avenida Sagrada Familia, de la ciudad de Córdoba. El motivo: les pareció sospechosa.
“El conductor nunca frenó. Por el contrario, aceleró y empezó a esquivar los controles. Fue de locura...”, indicó una fuente policial a este diario. Ninguna autoridad quiso hablar de manera oficial.
“Manejaba un pibe de 16 años a altísima velocidad. ¿Y si mataban a alguien? ¿Y si atropellaban a un inocente?”, añadió otro vocero.
El operativo de persecución duró unas cuatro horas en plena madrugada, ya que en varios tramos el rodado se les perdía de vista.
Finalmente, todo terminó en el parque San Martín, cuando la Ranger se detuvo. No está claro cuándo y cómo Facundo Brandán terminó con el tiro en el cuello.
Ayer, por las redes sociales, circulaba una foto del muchacho herido (manchado con sangre) con policías a su alrededor.
“¡Al chico le dispararon cuando se bajó de la 4x4! ¡Le tiraron a quemarropa! ¿Cómo van a hacer eso los policías? ¡Están locos! ¿Y si hubieran sido ladrones que llevaban a un rehén?”, se quejó Sergio López, allegado a la familia del herido.
Con información de
lavoz
