CÓRDOBA
Robo comando a 20 médicos en una fiesta en el Cerro: al irse, encapuchados les aconsejaron llamar a la Policía
Domingo 14 de
Mayo 2017
Asaltaron a los comensales a punta de pistola durante un festejo. Los ataron con precintos y dividieron a hombres y mujeres. Se tomaron tiempo para elegir el auto en el que iban a escapar.
“Ya terminamos. En cinco minutos pueden llamar a la Policía; hagan la denuncia tranquilos”. Esa fue la frase que los ladrones eligieron para despedirse de un grupo de médicos a los encañonaron, maniataron y robaron en el Cerro de las Rosas.
El hecho sucedió el jueves a las 22 en una casa de ese barrio ubicado al norte de la ciudad de Córdoba. La zona es muy transitada, ya que está ubicada en calle Luisa Martel de los Ríos, a metros de la avenida Rafael Núñez.
Los médicos –unos 20 entre hombres y mujeres- habían acordado reunirse en una casa que es propiedad de un laboratorio, donde habitualmente se realizan asados. Esa noche, los profesionales iban a celebrar que algunos habían terminado la residencia en un centro médico.
Modalidad secuencial
Cuando el primer invitado llegó a la residencia, el anfitrión abrió la puerta y tres ladrones encapuchados y armados aprovecharon e ingresaron con él. El resto fue una secuencia calcada: cada invitado que iba llegando, era flanqueado por dos de los delincuentes, uno que abría la puerta y el restante, que los esperaba a un costado.
Los comensales fueron trasladados a punta de pistola hasta el fondo de la casa. Organizadamente, los ladrones establecieron una división: los hombres fueron retenidos en un lavadero y las mujeres conducidas a otro sector.
Todos fueron precintados y colocados boca abajo. Preguntaron si había algún policía entre los presentes. Pero ante la negativa, prosiguieron con el robo: mientras uno los vigilaba, los otros dos hacían iban quitándole las pertenencias a los comensales.
Sin embargo, el atraco fue selectivo: sólo relojes, alianzas (entre ellos un anillo con un rubí de una de las médicas), dinero y teléfonos celulares. No les quitaron las tarjetas de crédito ni los documentos. Una estimación de los médicos sobre lo robado asciende a los 300 mil pesos.
La hermana de uno de los médicos damnificados comentó a La Voz que los ladrones estuvieron dentro de la casa alrededor de 45 minutos, tiempo en el que se mostraron "muy tranquilos".
Los tres hombres (uno con tonada cordobesa acentuada y un lenguaje popular) estaban vestidos con ropa de color negro y armados con pistolas posiblemente de 9 milímetros. De acuerdo con el relato, tenían entre 30 y 35 años, por sus voces y cuerpos.
"Superprofesionales"
En ningún momento golpearon, amenazaron verbalmente ni gritaron a los médicos. No se mostraron “nerviosos, ni drogados”, según comentó la fuente y, durante el robo, se comportaron "superprofesionales”.
En medio del clima de tensión, una moza de un servicio de catering que había sido contratada para el evento se puso nerviosa e intentó escapar, pero fue neutralizada. Asimismo, quien era el encargado de realizar el asado no alcanzó a prender el fuego ante la irrupción de la banda.
Mientras se perpetraba el ilícito, uno de los encapuchados le dijo a uno de los médicos que le resultaba conocido su rostro. El facultativo le respondió: "Si me dejaras mirarte, te digo". "No te hagas el vivo", le respondió el delincuente.
También preguntaron si los medicamentos (ginecológicos) que había en el lugar se podían llevar para revenderlos.
Antes de marcharse, la banda tuvo tiempo para elegir un Peugeot 308 de uno de los médicos para huir. Al dueño, le preguntaron si tenía cortacorriente o alguna traba especial. De cualquier forma, al parecer todos los vehículos fueron revisados porque de uno sustrajeron un portafolio con una notebook.
Posteriormente, avisaron a los presentes que se retiraban, y hasta les aconsejaron que luego de unos minutos hicieran la denuncia a la Policía. La fuerza de seguridad recibió el llamado desde la residencia y los patrulleros llegaron cinco minutos después.
Varios de los damnificados realizaron la denuncia en la comisaría, donde el personal se mostró sorprendido por el hecho.
Más hechos, ¿de la misma banda?
En el mismo barrio, en marzo último, fue asaltado el legislador por Encuentro Vecinal Córdoba, Aurelio García Elorrio, cuando se encontraba durmiendo en su casa con su familia. Como informó este diario, dos delincuentes encapuchados ingresaron y los redujeron, maniatándolos.
García Elorrio precisó que los ladrones estuvieron cerca de una hora dentro de la vivienda y les llevaron alhajas, unos tres mil pesos en efectivo y 110 dólares. El legislador dijo entonces que no fueron golpeados.
En enero, al menos cuatro encapuchados armados ingresaron y le robaron a una familia en el Cerro. En su relato a Mitre 810, el dueño de la casa dijo que él y su familia fueron reducidos y puestos boca abajo.
El hombre precisó que dos de los ladrones "no tenían más de 25, había uno mayor de cerca de unos 50 y otro entre 35 y 40” y describió que "se manejaban con una soltura bárbara”.
En diciembre, otros delitos se registraron en Urca y en el mismo Cerro. En esos hechos, contados por La Voz, las víctimas fueron atadas y los ladrones actuaron encapuchados o a cara descubierta.
El hecho sucedió el jueves a las 22 en una casa de ese barrio ubicado al norte de la ciudad de Córdoba. La zona es muy transitada, ya que está ubicada en calle Luisa Martel de los Ríos, a metros de la avenida Rafael Núñez.
Los médicos –unos 20 entre hombres y mujeres- habían acordado reunirse en una casa que es propiedad de un laboratorio, donde habitualmente se realizan asados. Esa noche, los profesionales iban a celebrar que algunos habían terminado la residencia en un centro médico.
Modalidad secuencial
Cuando el primer invitado llegó a la residencia, el anfitrión abrió la puerta y tres ladrones encapuchados y armados aprovecharon e ingresaron con él. El resto fue una secuencia calcada: cada invitado que iba llegando, era flanqueado por dos de los delincuentes, uno que abría la puerta y el restante, que los esperaba a un costado.
Los comensales fueron trasladados a punta de pistola hasta el fondo de la casa. Organizadamente, los ladrones establecieron una división: los hombres fueron retenidos en un lavadero y las mujeres conducidas a otro sector.
Todos fueron precintados y colocados boca abajo. Preguntaron si había algún policía entre los presentes. Pero ante la negativa, prosiguieron con el robo: mientras uno los vigilaba, los otros dos hacían iban quitándole las pertenencias a los comensales.
Sin embargo, el atraco fue selectivo: sólo relojes, alianzas (entre ellos un anillo con un rubí de una de las médicas), dinero y teléfonos celulares. No les quitaron las tarjetas de crédito ni los documentos. Una estimación de los médicos sobre lo robado asciende a los 300 mil pesos.
La hermana de uno de los médicos damnificados comentó a La Voz que los ladrones estuvieron dentro de la casa alrededor de 45 minutos, tiempo en el que se mostraron "muy tranquilos".
Los tres hombres (uno con tonada cordobesa acentuada y un lenguaje popular) estaban vestidos con ropa de color negro y armados con pistolas posiblemente de 9 milímetros. De acuerdo con el relato, tenían entre 30 y 35 años, por sus voces y cuerpos.
"Superprofesionales"
En ningún momento golpearon, amenazaron verbalmente ni gritaron a los médicos. No se mostraron “nerviosos, ni drogados”, según comentó la fuente y, durante el robo, se comportaron "superprofesionales”.
En medio del clima de tensión, una moza de un servicio de catering que había sido contratada para el evento se puso nerviosa e intentó escapar, pero fue neutralizada. Asimismo, quien era el encargado de realizar el asado no alcanzó a prender el fuego ante la irrupción de la banda.
Mientras se perpetraba el ilícito, uno de los encapuchados le dijo a uno de los médicos que le resultaba conocido su rostro. El facultativo le respondió: "Si me dejaras mirarte, te digo". "No te hagas el vivo", le respondió el delincuente.
También preguntaron si los medicamentos (ginecológicos) que había en el lugar se podían llevar para revenderlos.
Antes de marcharse, la banda tuvo tiempo para elegir un Peugeot 308 de uno de los médicos para huir. Al dueño, le preguntaron si tenía cortacorriente o alguna traba especial. De cualquier forma, al parecer todos los vehículos fueron revisados porque de uno sustrajeron un portafolio con una notebook.
Posteriormente, avisaron a los presentes que se retiraban, y hasta les aconsejaron que luego de unos minutos hicieran la denuncia a la Policía. La fuerza de seguridad recibió el llamado desde la residencia y los patrulleros llegaron cinco minutos después.
Varios de los damnificados realizaron la denuncia en la comisaría, donde el personal se mostró sorprendido por el hecho.
Más hechos, ¿de la misma banda?
En el mismo barrio, en marzo último, fue asaltado el legislador por Encuentro Vecinal Córdoba, Aurelio García Elorrio, cuando se encontraba durmiendo en su casa con su familia. Como informó este diario, dos delincuentes encapuchados ingresaron y los redujeron, maniatándolos.
García Elorrio precisó que los ladrones estuvieron cerca de una hora dentro de la vivienda y les llevaron alhajas, unos tres mil pesos en efectivo y 110 dólares. El legislador dijo entonces que no fueron golpeados.
En enero, al menos cuatro encapuchados armados ingresaron y le robaron a una familia en el Cerro. En su relato a Mitre 810, el dueño de la casa dijo que él y su familia fueron reducidos y puestos boca abajo.
El hombre precisó que dos de los ladrones "no tenían más de 25, había uno mayor de cerca de unos 50 y otro entre 35 y 40” y describió que "se manejaban con una soltura bárbara”.
En diciembre, otros delitos se registraron en Urca y en el mismo Cerro. En esos hechos, contados por La Voz, las víctimas fueron atadas y los ladrones actuaron encapuchados o a cara descubierta.
Con información de
lavoz
