25 DE ABRIL 2024
SANTA FE
Rincón: el agua "filtra" por el terraplén en Los Espinillos
Martes 06 de
Junio 2017
Hay 200 familias que tienen dificultades en este barrio rinconero, que tiene un cota muy baja y está pegado a la defensa. El municipio colocó bolsas de arena y pallets para reforzar los caminos que utilizan los vecinos.
El repunte en la cuenca del Paraná, que creció 1,71 metros en el Puerto de Santa Fe en casi dos meses, provocó la “autoevacuación” de unas 50 familias que viven fuera del anillo de defensa en la ciudad de Rincón. Con una altura de 4,83 metros, además, se están produciendo filtraciones que “encharcan” las calles, los patios y hasta el interior de algunas viviendas en el barrio Los Espinillos, que tiene un cota muy baja (13 IGN).
Recorrer el barrio —en los caminos que reforzó el municipio con bolsas de arena y pallets— es internarse en un pantano, pero con basura, cientos de chicos, perros y los pozos ciegos a nivel de superficie por la presión de la “napa”. El municipio estima que hay unas 200 familias que tienen dificultades en un lugar muy bajo, que se “densificó” en los últimos 15 años (se asegura que se las asiste con colchones, frazadas, ropa y calzado).
“Si llega a llover, sonamos”, dice Felicia Maldonado, que vive hace 9 años en Los Espinillos. Está preocupada y acostumbrada: el año pasado el agua rodeo su casa durante meses, cuando a la crecida del Paraná se sumaron las constantes lluvias de abril. “Mi hija, que está en un sector todavía más baja del barrio, se tuvo que mudar a una casa que le presté porque tiene un hijo con asma y la humedad le hace mucho mal”, cuenta Maldonado.
Sandra Granados, que vive al lado, tiene barro, charcos de agua, bolsas de arena y pallets alrededor de su casa. Es que el suelo está fangoso, blando y ya acumula unos 10 centímetros de agua en algunos puntos. No es agua de lluvia. Es la que filtra por debajo de un terraplén que no tiene canal de guarda (que entre otras cosas sirve para acumular las filtraciones y conducirlas a la estación de bombeo), como sucede del lado de la laguna Setúbal (cuando el canal está bien mantenido). “No me voy porque si te vas te roban todo”, le reconoce Granados a El Litoral.
Fausto Zeballos, que vive hace 7 años en una casa pegada al terraplén, es sincero cuando dice “sabemos que esto nos pasa cuando el río supera los 4,70 metros”. Cualquiera que se pare encima de la defensa, va a poder observar que el barrio está más bajo que el nivel del río Ubajay.
El futuro de Los Espinillos
En una entrevista con El Litoral y el canal C&D, Mathias Chuard, secretario general del municipio rinconero, contó que hay unas 50 familias que se autoevacuaron por la crecida en la cuenca del Paraná.
“Son familias que viven fuera del anillo de defensa y cuando hay crecida se trasladan a sectores más altos. Además estamos asistiendo a unas 200 familias en barrio Los Espinillos por las filtraciones”, destacó el funcionario.
En este barrio, el municipio va a seguir colocando bolsas de arena y ayer la estación de bombeo Los Espinillos —que tiene capacidad para sacar 4 millones de litros de agua por hora— estaba funcionando para “sacar” el agua que se está filtrando por debajo del terraplén.
En relación con el futuro del barrio, Chuard indicó que se piensa en proyectos de viviendas palafíticas —porque la zona es muy baja y tiene una cota de 13 IGN— y con cloacas, para evitar los riesgos sanitarios que generan los pozos ciegos.
“En las próximas semanas, el intendente Sánchez tiene previsto anunciar el comienzo del proyecto ejecutivo para la obra de cloacas de todo Rincón”, adelantó el funcionario. El financiamiento —el proyecto cuesta unos 2,6 millones de pesos, aproximadamente— se está consiguiendo a partir de las gestiones con la Dirección Nacional de Preinversión Municipal (Dinapren) del gobierno nacional, que ayuda a los gobiernos locales a obtener fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para obras de saneamiento y cloacas.
Recorrer el barrio —en los caminos que reforzó el municipio con bolsas de arena y pallets— es internarse en un pantano, pero con basura, cientos de chicos, perros y los pozos ciegos a nivel de superficie por la presión de la “napa”. El municipio estima que hay unas 200 familias que tienen dificultades en un lugar muy bajo, que se “densificó” en los últimos 15 años (se asegura que se las asiste con colchones, frazadas, ropa y calzado).
“Si llega a llover, sonamos”, dice Felicia Maldonado, que vive hace 9 años en Los Espinillos. Está preocupada y acostumbrada: el año pasado el agua rodeo su casa durante meses, cuando a la crecida del Paraná se sumaron las constantes lluvias de abril. “Mi hija, que está en un sector todavía más baja del barrio, se tuvo que mudar a una casa que le presté porque tiene un hijo con asma y la humedad le hace mucho mal”, cuenta Maldonado.
Sandra Granados, que vive al lado, tiene barro, charcos de agua, bolsas de arena y pallets alrededor de su casa. Es que el suelo está fangoso, blando y ya acumula unos 10 centímetros de agua en algunos puntos. No es agua de lluvia. Es la que filtra por debajo de un terraplén que no tiene canal de guarda (que entre otras cosas sirve para acumular las filtraciones y conducirlas a la estación de bombeo), como sucede del lado de la laguna Setúbal (cuando el canal está bien mantenido). “No me voy porque si te vas te roban todo”, le reconoce Granados a El Litoral.
Fausto Zeballos, que vive hace 7 años en una casa pegada al terraplén, es sincero cuando dice “sabemos que esto nos pasa cuando el río supera los 4,70 metros”. Cualquiera que se pare encima de la defensa, va a poder observar que el barrio está más bajo que el nivel del río Ubajay.
El futuro de Los Espinillos
En una entrevista con El Litoral y el canal C&D, Mathias Chuard, secretario general del municipio rinconero, contó que hay unas 50 familias que se autoevacuaron por la crecida en la cuenca del Paraná.
“Son familias que viven fuera del anillo de defensa y cuando hay crecida se trasladan a sectores más altos. Además estamos asistiendo a unas 200 familias en barrio Los Espinillos por las filtraciones”, destacó el funcionario.
En este barrio, el municipio va a seguir colocando bolsas de arena y ayer la estación de bombeo Los Espinillos —que tiene capacidad para sacar 4 millones de litros de agua por hora— estaba funcionando para “sacar” el agua que se está filtrando por debajo del terraplén.
En relación con el futuro del barrio, Chuard indicó que se piensa en proyectos de viviendas palafíticas —porque la zona es muy baja y tiene una cota de 13 IGN— y con cloacas, para evitar los riesgos sanitarios que generan los pozos ciegos.
“En las próximas semanas, el intendente Sánchez tiene previsto anunciar el comienzo del proyecto ejecutivo para la obra de cloacas de todo Rincón”, adelantó el funcionario. El financiamiento —el proyecto cuesta unos 2,6 millones de pesos, aproximadamente— se está consiguiendo a partir de las gestiones con la Dirección Nacional de Preinversión Municipal (Dinapren) del gobierno nacional, que ayuda a los gobiernos locales a obtener fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para obras de saneamiento y cloacas.
Con información de
ellitoral
