CÓRDOBA
La pequeña Luna fue violada y estrangulada
Por:
Andrés Ferreras
Viernes 08 de
Septiembre 2017
El peritaje confirmó el abuso sexual en el crimen de Tío Pujio. El caso ocurrió en julio. Hay un detenido y se esperan más estudios.
Un giro se dio en la causa por la muerte de la niña Luna Viera, ocurrida el pasado 19 de julio en la localidad de Tío Pujio, luego de que las pericias forenses confirmaron que la pequeña de 5 años fue violada y falleció producto de una obstrucción de las vías respiratorias.
Con estos elementos, el fiscal de instrucción René Bossio cambió la carátula del expediente a “abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio doblemente calificado por criminis causa y violencia de género”, que tiene una pena prevista de prisión perpetua.
El único imputado y detenido por este hecho es Mariano Gutierrez Cingolani (30), quien vivía en la casa contigua a donde fue hallada sin vida la pequeña, la tarde del 19 de julio pasado, sobre la calle Intendente Alcántara.
Un primer estudio había determinado que el acusado no era capaz de comprender sus actos de conducta. Familiares y conocidos indicaron que sufre cierta discapacidad mental.
Bossio solicitó hace un mes una nueva pericia psiquiátrica sobre el imputado para definir su situación procesal.
En caso de confirmarse la incomprensión de los actos, podría abrirse el camino hacia la inimputabilidad.
¿Quién la violó?
Hoy, toda la investigación conduce a Gutiérrez Cingolani como el único autor del crimen.
La única puerta que falta cerrarse para que la causa entre en su definición es una pericia genética sobre el semen hallado en el cuerpo de la víctima.
Si ese perfil genético coincide con el ADN del acusado, el fiscal tendrá todos los elementos para concluir que el detenido fue el autor material.
En caso de que de ese análisis resultara un perfil genético distinto, la causa tendría otro vuelco, porque alejaría al imputado de la acusación de abuso y abriría interrogantes hacia otro posible partícipe, hasta ahora no tenido en cuenta en la investigación.
Habla el fiscal
“Es un crimen terrible. Esperemos poder tener todos los elementos necesarios pronto para poder resolverlo cuanto antes”, sostuvo el fiscal Bossio, luego de conocer los resultados periciales y disponer el cambio de carátula.
El funcionario judicial estimó que entre una y dos semanas tendrá los resultados finales de la pericia psiquiátrica y el análisis de ADN. Mariano Gutierrez Cingolani se encuentra detenido en el penal de Cruz del Eje, en el norte de la provincia de Córdoba.
Su detención se produjo la misma tarde del hallazgo del cuerpo, cuando al ser interrogado como testigo, entró en contradicciones.
Dijo en ese momento que había empujado a la nena cuando la vio subida a una tapia robando naranjas. El cuerpo fue hallado en la casa ubicada al lado de la suya, en un ingreso abierto.
Dramático final
Aquel 19 de julio pasado, en horas de la siesta, Luna Viera había ido desde su casa, situada a la vuelta de la del imputado, hacia un quiosco próximo para comprar caramelos.
La comerciante declararía luego que le vendió las golosinas y que le dio el vuelto en billetes.
Como no volvía a casa, familiares y vecinos salieron a buscarla. Cuando la encontraron, llamaron a bomberos. Sin embargo, no había nada por hacer: ya estaba muerta.
Luna estaba vestida. Sólo le faltaban las botas que llevaba puestas y que eran de su madre. El calzado fue hallado a pocos metros.
Con estos elementos, el fiscal de instrucción René Bossio cambió la carátula del expediente a “abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio doblemente calificado por criminis causa y violencia de género”, que tiene una pena prevista de prisión perpetua.
El único imputado y detenido por este hecho es Mariano Gutierrez Cingolani (30), quien vivía en la casa contigua a donde fue hallada sin vida la pequeña, la tarde del 19 de julio pasado, sobre la calle Intendente Alcántara.
Un primer estudio había determinado que el acusado no era capaz de comprender sus actos de conducta. Familiares y conocidos indicaron que sufre cierta discapacidad mental.
Bossio solicitó hace un mes una nueva pericia psiquiátrica sobre el imputado para definir su situación procesal.
En caso de confirmarse la incomprensión de los actos, podría abrirse el camino hacia la inimputabilidad.
¿Quién la violó?
Hoy, toda la investigación conduce a Gutiérrez Cingolani como el único autor del crimen.
La única puerta que falta cerrarse para que la causa entre en su definición es una pericia genética sobre el semen hallado en el cuerpo de la víctima.
Si ese perfil genético coincide con el ADN del acusado, el fiscal tendrá todos los elementos para concluir que el detenido fue el autor material.
En caso de que de ese análisis resultara un perfil genético distinto, la causa tendría otro vuelco, porque alejaría al imputado de la acusación de abuso y abriría interrogantes hacia otro posible partícipe, hasta ahora no tenido en cuenta en la investigación.
Habla el fiscal
“Es un crimen terrible. Esperemos poder tener todos los elementos necesarios pronto para poder resolverlo cuanto antes”, sostuvo el fiscal Bossio, luego de conocer los resultados periciales y disponer el cambio de carátula.
El funcionario judicial estimó que entre una y dos semanas tendrá los resultados finales de la pericia psiquiátrica y el análisis de ADN. Mariano Gutierrez Cingolani se encuentra detenido en el penal de Cruz del Eje, en el norte de la provincia de Córdoba.
Su detención se produjo la misma tarde del hallazgo del cuerpo, cuando al ser interrogado como testigo, entró en contradicciones.
Dijo en ese momento que había empujado a la nena cuando la vio subida a una tapia robando naranjas. El cuerpo fue hallado en la casa ubicada al lado de la suya, en un ingreso abierto.
Dramático final
Aquel 19 de julio pasado, en horas de la siesta, Luna Viera había ido desde su casa, situada a la vuelta de la del imputado, hacia un quiosco próximo para comprar caramelos.
La comerciante declararía luego que le vendió las golosinas y que le dio el vuelto en billetes.
Como no volvía a casa, familiares y vecinos salieron a buscarla. Cuando la encontraron, llamaron a bomberos. Sin embargo, no había nada por hacer: ya estaba muerta.
Luna estaba vestida. Sólo le faltaban las botas que llevaba puestas y que eran de su madre. El calzado fue hallado a pocos metros.
Con información de
lavoz
