Muerte del rugbier: Julieta Silva pidió perdón a los padres del joven muerto pero seguirá presa
Martes 10 de
Octubre 2017
El juez de Garantías de San Rafael, Pablo Peñasco, resolvió que Julieta Silva, la joven que atropelló y mató a su novio rugbier a la salida de un bar, siga presa preventivamente. Además, decidió procesarla y le trabó un embargo por 300.000 pesos sobre sus bienes.
La decisión fue tomada luego de escuchar unas breves palabras de la imputada y los alegatos de la Fiscalía, la querella y la defensa.
Visiblemente compungida, la acusada apenas pudo hablar y solo atinó a pedirle perdón a los padres de Genaro Fortunato, la víctima. Sostuvo que "no lo vio tirado" y que "deberá pagar por el accidente" si tiene que hacerlo. Aseguró que extraña a sus hijos y que "siente profundo dolor por no poder estar con ellos todos los días".
Previamente, la fiscal Andrea Rossi dio una dura exposición, en la que aseguró que la mujer actuó con alevosía cuando arrolló al rugbier la madrugada del 10 de septiembre pasado. "Se percató que Fortunato estaba en el piso y de todas formas lo atropelló". Dijo que lo embistió "con frialdad y sin culpa" y que "jamás intentó acercarse. Aseguró que "solo llamó a la ambulancia por exigencia de Axel, el cuidacoches", que relató cómo Silva embistió al rugbier.
Rossi agregó que, durante el proceso, Silva jamás se mostró afectada por lo ocurrido sino que "lloró –únicamente- cuando se enteró de su situación procesal". En ese sentido Rossi ratificó -desde el inicio de su exposición- que Silva actuó con alevosía aprovechando el estado de indefensión de su pareja. De esa manera adelantó que sostendrá el "homicidio doblemente agravado por vínculo y alevosía" que planteó desde un principio.
Pidió entonces el procesamiento y la prisión preventiva de Silva. "Impera en su condición el riesgo de fuga, tiene los medios para hacerlo, gracias a que tiene parientes en la Patagonia y en San Luis", argumentó.
El juez Peñasco, si bien destacó la exposición de la defensora Florencia Garciarena, confirmó los planteos de la fiscal. Además, resaltó que está probado el vínculo entre la mujer y Genaro.
El abogado Tíndaro Fernández, representante de la familia Fortunato, coincidió con Rossi y aseguró que "Silva quiso matar a Genaro". Detalló que se llevaban mal y "esa noche discutieron mucho". Silva, como sucedió previamente, se mostró quebrada, muy compungida por lo que le toca vivir.
Garciarena anticipó que apelará la decisión de Peñasco, por considerar que no se valoraron importantes pruebas que atenúan la situación procesal de Silva.
Con información de
Infobae