CÓRDOBA
Un peón rural murió al dispararse en una pierna con su escopeta
Viernes 27 de
Octubre 2017
El disparo fue accidental. El trágico episodio ocurrió en Villa Nueva.
En la tarde del jueves, mientras Javier Gustavo Salutto (40) se disponía a comer un asado con su hijo y otras personas, escuchó disparos que rozaban una arboleda cercana.
Estaban en su campo, dos kilómetros al sur de Villa Nueva. Cruzó un alambrado y se metió en el campo vecino. Se dirigió hacia un colectivo usado como casilla, donde vive Héctor Oliva, de 53 años.
Según informaron testigos a los investigadores, Salutto increpó a Oliva: "Dame la escopeta, boludo", "Dejá de tirar que hay chicos", le habría dicho.
Oliva se excusó en que estaba "cansado de que roben animales" y pensó que le estaban sustrayendo alguno.
Voluntariamente volvió hacia el interior del colectivo y salió con una escopeta Brenta calibre 16, de un caño, con la culata rota, y se la entregó a Salutto, que le exigía el arma.
Uno de sus acompañantes le habría dicho al "Gringo" que dejara todo allí y volvieran a comer el asado. Pero Salutto estaba muy enojado con la situación. "Se la voy a hacer bosta", dijo sobre la escopeta.
La tomó del caño y la golpeó contra una pileta de fibra de vidrio, sin advertir que estaba cargada. Fue allí cuando se disparó accidentalmente contra su cuerpo, provocándole una profunda herida en su pierna derecha, a la altura de la ingle.
Con dos remeras intentaron mermarle el sangrado. Como el servicio de emergencias no llegaba, fue trasladado en el patrullero que había sido llamado.
Salutto falleció a la medianoche en el Hospital Pasteur.
Estaban en su campo, dos kilómetros al sur de Villa Nueva. Cruzó un alambrado y se metió en el campo vecino. Se dirigió hacia un colectivo usado como casilla, donde vive Héctor Oliva, de 53 años.
Según informaron testigos a los investigadores, Salutto increpó a Oliva: "Dame la escopeta, boludo", "Dejá de tirar que hay chicos", le habría dicho.
Oliva se excusó en que estaba "cansado de que roben animales" y pensó que le estaban sustrayendo alguno.
Voluntariamente volvió hacia el interior del colectivo y salió con una escopeta Brenta calibre 16, de un caño, con la culata rota, y se la entregó a Salutto, que le exigía el arma.
Uno de sus acompañantes le habría dicho al "Gringo" que dejara todo allí y volvieran a comer el asado. Pero Salutto estaba muy enojado con la situación. "Se la voy a hacer bosta", dijo sobre la escopeta.
La tomó del caño y la golpeó contra una pileta de fibra de vidrio, sin advertir que estaba cargada. Fue allí cuando se disparó accidentalmente contra su cuerpo, provocándole una profunda herida en su pierna derecha, a la altura de la ingle.
Con dos remeras intentaron mermarle el sangrado. Como el servicio de emergencias no llegaba, fue trasladado en el patrullero que había sido llamado.
Salutto falleció a la medianoche en el Hospital Pasteur.
Con información de
lavoz