El 84% de los hombres cree que las mujeres deben recibir el mismo salario, pero no se consideran feministas
Por:
Valeria Chavez
Viernes 08 de
Diciembre 2017
Esta paradoja fue dada conocer por un estudio global realizado en 32 países. Se reveló que los hombres quieren ver a más mujeres en puestos de poder, pero sólo el 17% se autodenomina feminista. Más de la mitad de los participantes dijo no creer "en los sexos establecidos" y piensa que el género es "fluido"
"Un futuro sin género" es el nombre de un reciente estudio realizado a nivel global, que indagó la opinión de 12 mil participantes en 32 países. Y reveló que el género es mayoritariamente percibido como una dimensión "líquida", abierta a la elección de cada persona.
Se trata de la última edición del Prosumer Report, el estudio que aborda el comportamiento de los prosumers. Pero antes de continuar, vale definir: un prosumer es un nuevo tipo de consumidor capaz de generar contenido, opiniones y comentarios sobre los productos o servicios de una empresa y que son compartidos por una comunidad con gustos en común.
El evento de presentación de los resultados en nuestro país se enfocó específicamente en la representación femenina y su mirada desde los prosumidores, tomando tres ejes centrales: "El feminismo, un asunto de naming", "Roles, donde lo pre-establecido manda" y "Masculinidad, el deber-ser en la mira".
El siglo XX fue el período donde las mujeres consiguieron mayores derechos básicos, pero aún resta un largo camino por recorrer. "Un futuro sin género" plantea las claves de los cambios que se avecinan, donde las personas se muestran cada vez más abiertas y respetuosas de la diversidad y bregan por un futuro más igualitario.
Hace unos años, se hablaba mucho de que la actual es un la sociedad postfeminista o incluso posgénero. Y sin embargo feminismo y género podría decirse que son puntos de discusión más grandes ahora que hace una década.
El estudio de Havas, uno de los grupos de comunicación global más grandes del mundo, reveló que "las brechas de género significativas continúan existiendo en todo el mundo, desde cuestiones como salario y poder político hasta esferas de la vida cotidiana como la crianza de los hijos y el hogar. "Las mujeres en la mayoría de las partes del mundo hicieron grandes avances en educación y ganancia de poder, pero las desigualdades persisten, a pesar de una serie de estudios que mostraron que el avance de las mujeres es fundamental para el éxito de naciones y negocios por igual", concluyó el estudio.
Según el informe final, "en la otra cara de estas desigualdades está la creciente sensación de que el el futuro pertenece a las mujeres, tanto porque las llamadas habilidades 'más suaves' tradicionalmente asociadas a las mujeres (por ejemplo, colaboración, flexibilidad, buena comunicación) son más valorados hoy en día y porque las mujeres se perciben como una mayor intención de crear un cambio".
El 68% de los prosumers encuestados coincidió en que no hay suficientes mujeres en puestos ejecutivos. Casi la mitad mujeres (45%) encuestadas en todo el mundo acordó que será el sexo femenino el que lidere el cambio en el mundo. Alrededor un tercio de los hombres (30%) -y 4 en 10 millennials- dijeron lo mismo.
Otros dos puntos relevantes que se desprendieron del estudio apuntan a que la gran mayoría de los encuestados en los 32 países (91% de las mujeres y 84% de los hombres) dijo creer que los hombres y las mujeres deben recibir el mismo salario por hacer el mismo trabajo. Así, lo que era un gran punto de fricción durante el movimiento por los derechos de las mujeres de la década de 1970 es ahora una creencia ampliamente aceptada. Y sin embargo, menos de una cuarta parte la muestra global (sólo el 31% de las mujeres y el 17% de los hombres) afirmó ser feminista.
¿Por qué esa desconexión? ¿Por qué tanta gente está dispuesta a apoyar la igualdad salarial para las mujeres y rechaza la etiqueta de feminista? Para quienes analizaron los resultados del relevamiento, "mientras que muchas personas equiparan el feminismo con nada más que la defensa de los derechos de las mujeres y la creencia en la igualdad de los sexos, otros lo perciben como algo mucho más lejano y negativo".
En relación a los roles, en el ámbito local, el estudio de Havas puso de manifiesto cuánto a los argentinos y argentinas les resulta difícil desprenderse de los mandatos que asocian al hombre con liderazgo y fuerza y a la mujer con cuidado y servicio, si bien al mismo tiempo crecen las características superpuestas en ambos géneros.
Y respecto a la masculinidad, se percibe todavía resistencia entre los hombres a ganar espacios tradicionalmente femeninos, y persiste la creencia de que deben mostrarse siempre fuertes y viriles, lo que sugiere que las imágenes de género también implican limitaciones para los varones.
"Cuando vemos que el 61% de los prosumers argentinos y el 55% del promedio global afirman que no creen en los sexos establecidos y que el género es fluido, nos están dando el pulso de lo que se vendrá en el corto plazo en la población general", señaló Ernest Riba, del equipo de estrategia e investigación del Havas, durante la ponencia de los resultados.
En tanto, su colega Victoria Capellini destacó: "En el último tiempo se logró mayor visualización de las desigualdades entre sexos en diferentes ámbitos. De hecho, en nuestro país el 53% de los prosumers reconocen que las mujeres tienen derechos, pero no poder real. Ahora es momento de revertir esta situación, lo cual implica una profunda revisión de aspectos culturales en todas las sociedades".
Y la tendencia se extiende a nivel global. A pesar de todo el progreso logrado en las últimas décadas, 4 de cada 10 hombres dijo creer que las mujeres de hoy en día tienen derechos pero no poder real. "Una cosa es poder votar en una elección y otra poder dirigir la agenda política", consideraron ellos.
Sobre si la falta de poder de las mujeres realmente se considera una problemática, quizá sorprendentemente, una buena parte de aquellos que no se consideran a sí mismos las feministas destacó que "el mundo se beneficiaría de tener más mujeres en puestos de poder". Y vieron al dominio político continuo de los hombres como "un problema".
En ese sentido, un estudio de 2016 realizado por el Peterson Institute for International Economics reveló que "las empresas con al menos un 3 0% de mujeres líderes tuvieron ganancias netas tanto como 6% más alto que las empresas sin mujeres en posiciones de liderazgo".
Las diferencias más allá de lo físico
Se les presentó a los encuestados un conjunto de 25 características y se les preguntó si los hombres o las mujeres tendían a ser más fuertes en cada área. Para 13 de esos rasgos, la mayoría indicó que no había diferencia entre los sexos: la mayoría de los encuestados creyó que hombres y mujeres tienen la misma probabilidad de ser inteligentes, trabajadores, responsables, divertidos, intelectual, creativo, innovador, valioso para la sociedad, honesto, confiable y seguro. La mayoría también destacó que los miembros de ambos géneros tienen la misma probabilidad de ser buenos líderes, buenos jefes, y buenos negociadores.
Hubo algunas distinciones, sin embargo, con una mayoría de ambos sexos, que consideró a los hombres más mecánicos y a las mujeres más afectuosas y sensibles.
La tendencia general de los encuestados los mostró más preocupados por el hecho de que los niños sean "menos masculinos", antes que porque las niñas sean cada vez menos femeninas.
Resultó más socialmente aceptable que las niñas jueguen con camiones en lugar de que los niños pequeños lo hagan con muñecas.
Y un fenómeno similar se observó en la edad adulta: a las mujeres se les dice que viren sus carreras hacia cargos cada vez más estratégicos, pero los hombres son ridiculizados por ser padres que se quedan en sus casas.
En este sentido, analizó el estudio, "las mujeres son en realidad más libres que los hombres". Esa teoría fue probada con una serie de preguntas relacionadas con la masculinidad y la feminidad. Y, por supuesto, las expectativas fueron más rígidas con respecto a los hombres: más de dos tercios de los hombres creen que "un hombre debería ser masculino", mientras que sólo el 52% de las mujeres cree que "una mujer debe ser femenina". Casi la mitad de la muestra dijo que un hombre que usa maquillaje no es "lo suficientemente masculino", y casi un tercio dijo lo mismo de un hombre que dedica mucho tiempo al aseo personal. Por el contrario, sólo uno de cada 10 encuestados cree que una mujer que no usa tacos altos "no es lo suficientemente femenina", y sólo el 14% dijo lo mismo de una mujer que no usa maquillaje.
Se trata de la última edición del Prosumer Report, el estudio que aborda el comportamiento de los prosumers. Pero antes de continuar, vale definir: un prosumer es un nuevo tipo de consumidor capaz de generar contenido, opiniones y comentarios sobre los productos o servicios de una empresa y que son compartidos por una comunidad con gustos en común.
El evento de presentación de los resultados en nuestro país se enfocó específicamente en la representación femenina y su mirada desde los prosumidores, tomando tres ejes centrales: "El feminismo, un asunto de naming", "Roles, donde lo pre-establecido manda" y "Masculinidad, el deber-ser en la mira".
El siglo XX fue el período donde las mujeres consiguieron mayores derechos básicos, pero aún resta un largo camino por recorrer. "Un futuro sin género" plantea las claves de los cambios que se avecinan, donde las personas se muestran cada vez más abiertas y respetuosas de la diversidad y bregan por un futuro más igualitario.
Hace unos años, se hablaba mucho de que la actual es un la sociedad postfeminista o incluso posgénero. Y sin embargo feminismo y género podría decirse que son puntos de discusión más grandes ahora que hace una década.
El estudio de Havas, uno de los grupos de comunicación global más grandes del mundo, reveló que "las brechas de género significativas continúan existiendo en todo el mundo, desde cuestiones como salario y poder político hasta esferas de la vida cotidiana como la crianza de los hijos y el hogar. "Las mujeres en la mayoría de las partes del mundo hicieron grandes avances en educación y ganancia de poder, pero las desigualdades persisten, a pesar de una serie de estudios que mostraron que el avance de las mujeres es fundamental para el éxito de naciones y negocios por igual", concluyó el estudio.
Según el informe final, "en la otra cara de estas desigualdades está la creciente sensación de que el el futuro pertenece a las mujeres, tanto porque las llamadas habilidades 'más suaves' tradicionalmente asociadas a las mujeres (por ejemplo, colaboración, flexibilidad, buena comunicación) son más valorados hoy en día y porque las mujeres se perciben como una mayor intención de crear un cambio".
El 68% de los prosumers encuestados coincidió en que no hay suficientes mujeres en puestos ejecutivos. Casi la mitad mujeres (45%) encuestadas en todo el mundo acordó que será el sexo femenino el que lidere el cambio en el mundo. Alrededor un tercio de los hombres (30%) -y 4 en 10 millennials- dijeron lo mismo.
Otros dos puntos relevantes que se desprendieron del estudio apuntan a que la gran mayoría de los encuestados en los 32 países (91% de las mujeres y 84% de los hombres) dijo creer que los hombres y las mujeres deben recibir el mismo salario por hacer el mismo trabajo. Así, lo que era un gran punto de fricción durante el movimiento por los derechos de las mujeres de la década de 1970 es ahora una creencia ampliamente aceptada. Y sin embargo, menos de una cuarta parte la muestra global (sólo el 31% de las mujeres y el 17% de los hombres) afirmó ser feminista.
¿Por qué esa desconexión? ¿Por qué tanta gente está dispuesta a apoyar la igualdad salarial para las mujeres y rechaza la etiqueta de feminista? Para quienes analizaron los resultados del relevamiento, "mientras que muchas personas equiparan el feminismo con nada más que la defensa de los derechos de las mujeres y la creencia en la igualdad de los sexos, otros lo perciben como algo mucho más lejano y negativo".
En relación a los roles, en el ámbito local, el estudio de Havas puso de manifiesto cuánto a los argentinos y argentinas les resulta difícil desprenderse de los mandatos que asocian al hombre con liderazgo y fuerza y a la mujer con cuidado y servicio, si bien al mismo tiempo crecen las características superpuestas en ambos géneros.
Y respecto a la masculinidad, se percibe todavía resistencia entre los hombres a ganar espacios tradicionalmente femeninos, y persiste la creencia de que deben mostrarse siempre fuertes y viriles, lo que sugiere que las imágenes de género también implican limitaciones para los varones.
"Cuando vemos que el 61% de los prosumers argentinos y el 55% del promedio global afirman que no creen en los sexos establecidos y que el género es fluido, nos están dando el pulso de lo que se vendrá en el corto plazo en la población general", señaló Ernest Riba, del equipo de estrategia e investigación del Havas, durante la ponencia de los resultados.
En tanto, su colega Victoria Capellini destacó: "En el último tiempo se logró mayor visualización de las desigualdades entre sexos en diferentes ámbitos. De hecho, en nuestro país el 53% de los prosumers reconocen que las mujeres tienen derechos, pero no poder real. Ahora es momento de revertir esta situación, lo cual implica una profunda revisión de aspectos culturales en todas las sociedades".
Y la tendencia se extiende a nivel global. A pesar de todo el progreso logrado en las últimas décadas, 4 de cada 10 hombres dijo creer que las mujeres de hoy en día tienen derechos pero no poder real. "Una cosa es poder votar en una elección y otra poder dirigir la agenda política", consideraron ellos.
Sobre si la falta de poder de las mujeres realmente se considera una problemática, quizá sorprendentemente, una buena parte de aquellos que no se consideran a sí mismos las feministas destacó que "el mundo se beneficiaría de tener más mujeres en puestos de poder". Y vieron al dominio político continuo de los hombres como "un problema".
En ese sentido, un estudio de 2016 realizado por el Peterson Institute for International Economics reveló que "las empresas con al menos un 3 0% de mujeres líderes tuvieron ganancias netas tanto como 6% más alto que las empresas sin mujeres en posiciones de liderazgo".
Las diferencias más allá de lo físico
Se les presentó a los encuestados un conjunto de 25 características y se les preguntó si los hombres o las mujeres tendían a ser más fuertes en cada área. Para 13 de esos rasgos, la mayoría indicó que no había diferencia entre los sexos: la mayoría de los encuestados creyó que hombres y mujeres tienen la misma probabilidad de ser inteligentes, trabajadores, responsables, divertidos, intelectual, creativo, innovador, valioso para la sociedad, honesto, confiable y seguro. La mayoría también destacó que los miembros de ambos géneros tienen la misma probabilidad de ser buenos líderes, buenos jefes, y buenos negociadores.
Hubo algunas distinciones, sin embargo, con una mayoría de ambos sexos, que consideró a los hombres más mecánicos y a las mujeres más afectuosas y sensibles.
La tendencia general de los encuestados los mostró más preocupados por el hecho de que los niños sean "menos masculinos", antes que porque las niñas sean cada vez menos femeninas.
Resultó más socialmente aceptable que las niñas jueguen con camiones en lugar de que los niños pequeños lo hagan con muñecas.
Y un fenómeno similar se observó en la edad adulta: a las mujeres se les dice que viren sus carreras hacia cargos cada vez más estratégicos, pero los hombres son ridiculizados por ser padres que se quedan en sus casas.
En este sentido, analizó el estudio, "las mujeres son en realidad más libres que los hombres". Esa teoría fue probada con una serie de preguntas relacionadas con la masculinidad y la feminidad. Y, por supuesto, las expectativas fueron más rígidas con respecto a los hombres: más de dos tercios de los hombres creen que "un hombre debería ser masculino", mientras que sólo el 52% de las mujeres cree que "una mujer debe ser femenina". Casi la mitad de la muestra dijo que un hombre que usa maquillaje no es "lo suficientemente masculino", y casi un tercio dijo lo mismo de un hombre que dedica mucho tiempo al aseo personal. Por el contrario, sólo uno de cada 10 encuestados cree que una mujer que no usa tacos altos "no es lo suficientemente femenina", y sólo el 14% dijo lo mismo de una mujer que no usa maquillaje.
Con información de
infobae
