Reglas para elegir un hombre en Tinder
Sábado 27 de
Enero 2018
Para las mujeres ocupadas Tinder es una solución, pero si no te querés frustrar en el camino, Sole Castro Virasoro, columnista de Entremujeres, te propone algunas reglas básicas para sobrevivir en la selva de las citas on line si lo que querés es buscar pareja.
Miguel Ángel decía que una escultura se hace quitando el mármol que no sirve. En Tinder es igual. No hay que buscar a quién darle corazón, sino quitar del camino a todos aquellos que son cruz.
Algunos casos severos de cruz son: los perfiles en los cuales no se ve la cara en la foto, los que se miran a sí mismos en el celular cuando se sacan la selfie (por egocéntricos), los que muestran excesivamente su físico (imposible mantener una conversación decente con alguien que cree que sus abdominales son el centro del mundo), los que sólo suben fotos de su equipo de fútbol preferido (sobre todo si en la descripción dicen cosas como “River sos mi pasión”), los agarradores seriales (esos que sólo tienen foto abrazados a niños o animales porque creen que los hacen ver tiernos) y los vendedores (que muestran el auto, la moto, el viaje o los abdominales como diciendo “esto es todo lo que tengo para ofrecer porque soy un tarado”). Los que tienen sólo fotos con anteojos negros (porque algo ocultan) y los que no sonríen en ninguna foto (porque no necesitamos agregar tragedia a nuestras vidas).
Una vez que la foto no es cruz, se pasa a las descripciones. Hay palabras clave que son un descarte automático, por ejemplo, los que ponen cosas como: “fluir, que se de naturalmente, sin mambos, sin vueltas” están buscando una relación donde no tengan que hacer el menor esfuerzo. Los que dicen “si hacés esto o lo otro" mejor poné cruz, no te prives, poné cruz porque bajo esa aparente dignidad hay un tipo intransigente que cree que se las sabe todas. “A tu mamá no le vamos a decir que nos conocimos en Tinder”, ¿ni siquiera nos conocemos y ya le estás mintiendo a mi mamá?
No todo lo que es match, brilla
El chat es necesario para tratar de detectar si es un pesado, aburrido o está loco. Y para lograrlo hay tres preguntas claves que buscan analizar la reacción de tu interlocutor: 1. ¿Qué buscás en Tinder?; 2. ¿Cuándo terminaste tu última relación?; 3. ¿Por qué terminaron?
Parecen inocentes, pero usándolas, se darán cuenta de que funcionan como catalizadores de locura. Sólo si están conformes con las respuestas, se pasa al Whatsapp como un voto de confianza, que equivale a tomar un café a nivel virtual.
Pero a veces la relación se queda ahí, durante días y días de mensajes eternos donde te contás desde los traumas infantiles hasta lo que almorzaste en el día. Y después de cierto tiempo parece que estás de Whats-novia… ¡aunque nunca lo viste en la vida! Y si chateás o salís con otro, el Whats-novio te hace una escena de celos porque cree que le sos infiel, ¡pobre!
Planificar la cita
Para saber si pueden estar de acuerdo, organizar un primer encuentro es un buen parámetro. Hace poco un "Señor Tinder" me invitó a tomar algo por la noche. Respondí que prefería tomar un café para un primer encuentro. Me dijo que no tomaba café. Aclaré que podía tomar lo que quisiera, pero que prefería un encuentro de día. Me respondió que no salía de día. Claramente eso encendió una alarma. No sabemos qué clase de locura tiene este intransigente sujeto pero me quedan pocas ganas de averiguarlo.
Otro ejemplo es del chico que se hacía el bueno diciendo que a él no le gustaban las mujeres que se arreglaban mucho y por eso debía ir a la cita en short y zapatillas. Pobre, se perdió unos años de feminismo, autoestima y dignidad.
La prioridad para elegir un hombre en Tinder es que nos podamos sentir cómodas con él y no olvidar nunca que todo hombre es un chongo hasta que demuestre lo contrario.
* Por Sole Castro Virasoro, autora del libro Mujeres Alfa y hombres 2.0. Podés seguirla en sus redes.
Algunos casos severos de cruz son: los perfiles en los cuales no se ve la cara en la foto, los que se miran a sí mismos en el celular cuando se sacan la selfie (por egocéntricos), los que muestran excesivamente su físico (imposible mantener una conversación decente con alguien que cree que sus abdominales son el centro del mundo), los que sólo suben fotos de su equipo de fútbol preferido (sobre todo si en la descripción dicen cosas como “River sos mi pasión”), los agarradores seriales (esos que sólo tienen foto abrazados a niños o animales porque creen que los hacen ver tiernos) y los vendedores (que muestran el auto, la moto, el viaje o los abdominales como diciendo “esto es todo lo que tengo para ofrecer porque soy un tarado”). Los que tienen sólo fotos con anteojos negros (porque algo ocultan) y los que no sonríen en ninguna foto (porque no necesitamos agregar tragedia a nuestras vidas).
Una vez que la foto no es cruz, se pasa a las descripciones. Hay palabras clave que son un descarte automático, por ejemplo, los que ponen cosas como: “fluir, que se de naturalmente, sin mambos, sin vueltas” están buscando una relación donde no tengan que hacer el menor esfuerzo. Los que dicen “si hacés esto o lo otro" mejor poné cruz, no te prives, poné cruz porque bajo esa aparente dignidad hay un tipo intransigente que cree que se las sabe todas. “A tu mamá no le vamos a decir que nos conocimos en Tinder”, ¿ni siquiera nos conocemos y ya le estás mintiendo a mi mamá?
No todo lo que es match, brilla
El chat es necesario para tratar de detectar si es un pesado, aburrido o está loco. Y para lograrlo hay tres preguntas claves que buscan analizar la reacción de tu interlocutor: 1. ¿Qué buscás en Tinder?; 2. ¿Cuándo terminaste tu última relación?; 3. ¿Por qué terminaron?
Parecen inocentes, pero usándolas, se darán cuenta de que funcionan como catalizadores de locura. Sólo si están conformes con las respuestas, se pasa al Whatsapp como un voto de confianza, que equivale a tomar un café a nivel virtual.
Pero a veces la relación se queda ahí, durante días y días de mensajes eternos donde te contás desde los traumas infantiles hasta lo que almorzaste en el día. Y después de cierto tiempo parece que estás de Whats-novia… ¡aunque nunca lo viste en la vida! Y si chateás o salís con otro, el Whats-novio te hace una escena de celos porque cree que le sos infiel, ¡pobre!
Planificar la cita
Para saber si pueden estar de acuerdo, organizar un primer encuentro es un buen parámetro. Hace poco un "Señor Tinder" me invitó a tomar algo por la noche. Respondí que prefería tomar un café para un primer encuentro. Me dijo que no tomaba café. Aclaré que podía tomar lo que quisiera, pero que prefería un encuentro de día. Me respondió que no salía de día. Claramente eso encendió una alarma. No sabemos qué clase de locura tiene este intransigente sujeto pero me quedan pocas ganas de averiguarlo.
Otro ejemplo es del chico que se hacía el bueno diciendo que a él no le gustaban las mujeres que se arreglaban mucho y por eso debía ir a la cita en short y zapatillas. Pobre, se perdió unos años de feminismo, autoestima y dignidad.
La prioridad para elegir un hombre en Tinder es que nos podamos sentir cómodas con él y no olvidar nunca que todo hombre es un chongo hasta que demuestre lo contrario.
* Por Sole Castro Virasoro, autora del libro Mujeres Alfa y hombres 2.0. Podés seguirla en sus redes.
