25 DE ABRIL 2024
El Papa reabre el debate de la precaria situación de las empleadas del hogar: «¿Acaso es un animal que te ayuda?»
Sábado 17 de
Febrero 2018
Rasgando el velo de hipocresía de algunas personas que se presentan en público como cristianas pero que en privado no lo son o no ejercen como tales, el Papa les dirigió ayer preguntas muy claras sobre el modo de tratar a los trabajadores del servicio doméstico, el 90% de ellos mujeres, según la Organización Internacional del Trabajo. «Pienso en tantas empleadas del hogar que ganan el pan con su trabajo: humilladas, despreciadas…», comentó Francisco en la misa de las 7.00 horas de la mañana en Casa Santa Marta, a la que asistieron una treintena de invitados.
«Nunca he podido olvidar –recordó el Papa con dolor– una vez que fui a casa de un amigo, de niño, y vi que su mamá daba una bofetada a la empleada de hogar que tenía 81 años… No lo he olvidado». Aludía así al desprecio y maltrato que se profiere a estas trabajadoras. Volviendo al presente, Francisco planteó preguntas directas: «¿Cómo las tratas? ¿Cómo personas o como esclavas? ¿Le pagas lo justo, le das vacaciones? ¿Es una persona o es un animal que te ayuda en tu casa?».
En ese mismo tono informal, el Santo Padre evocó el caso de un hombre rico y culto, en apariencia muy católico, que abusaba sexualmente de una empleada doméstica y al que tuvo que advertir que eso era un pecado muy grave porque “son como nosotros, imagen de Dios”». Esta persona, reveló el Pontífice, intentó justificarse diciéndole que las empleadas del hogar son «gente inferior» y que «están también para eso…».
En ese mismo tono informal, el Santo Padre evocó el caso de un hombre rico y culto, en apariencia muy católico, que abusaba sexualmente de una empleada doméstica y al que tuvo que advertir que eso era un pecado muy grave porque “son como nosotros, imagen de Dios”». Esta persona, reveló el Pontífice, intentó justificarse diciéndole que las empleadas del hogar son «gente inferior» y que «están también para eso…».