PILAR
Celos, locura, incendio y choque: el increíble raíd de un joven en un country de Pilar
Miércoles 14 de
Marzo 2018
Un joven alcoholizado se peleó con su ex y prendió fuego todo. Fue en un chalet en el que estaba de visita. El acusado quedó detenido.
Un chalet de 260 metros cuadrados, tres habitaciones, galería vidriada y pileta, dentro del country Boca Ratón, en Pilar, quedó quemado en un 75 %. Por el incendio está detenido Matías Abreu, un albañil de 20 años que trabajaba para el inquilino de la casa, un maestro mayor de obras de 48 años. El acusado había participado de una fiesta en esa casa, estaba alcoholizado y, según los investigadores, reaccionó así por una pelea con una ex novia.
Los peritos determinaron que el bidón de nafta que se usaba para la cortadora de pasto sirvió para que Matías rocíe pilas de revistas y libros que había acomodado en distintas partes de la casa.
Fue a las 7.05 del domingo. Algunas de las ventanas de la casa estallaron mientras el albañil se escapaba en el Audi A3 blanco del que se apoderó en ese momento y que es de un amigo de su jefe.
Recién a los dos kilómetros, cuando chocó contra dos autos y una camioneta con 1,26 de alcohol en sangre, su entorno y la Policía ataron cabos.
Matías, que vivía en la obra en construcción que está a metros de la entrada de Boca Ratón, le había pedido permiso al inquilino, Enrique Padín, para invitar a cinco amigos a la pileta. Los siete comieron hamburguesas y tomaron cerveza en la casa de Padín.
A la 1 de la madrugada, Padín --que se había alejado del grupo para ir a ver televisión-- escuchó los gritos de una pelea. “La discusión fue porque una chica que se llama Luciana o Celeste, no recuerdo, estuvo con un amigo de él. Yo la había visto dos veces en el grupo. No era la novia. Habían salido hace dos años. Era una chica con la que pasaba algo", contó Padín a Clarín.
"Le dije que se calmara, que las cosas no eran así. Siguió muy alterado y decidí llevar con mi auto a sus amigos a Monte Grande (de donde eran). Lo dejé sólo. No puedo creer que me haya hecho esto. Siempre le conseguía changas cuando no tenía trabajo", dice Enrique, que alquilaba el chalet por 15 mil pesos al mes más expensas. Como no había contratado un seguro y Matías "es insolvente", se hará cargo del arreglo de la casa, lo que costará unos 120 mil dólares.
"Cuando me enteré de que estaba internado, quise hablar con él porque creí que se había quedado dormido con un cigarrillo encendido. Pero me dijeron que estaba incomunicado. Después Gabriela (la dueña del chalet) me leyó el informe del perito y decía que el Incendio había sido intencional. Unos amigos me dijeron que ya había incendiado una peluquería. No sé si es real”, dice.
No lo quiere volver a ver. Igual, se apiada: "Me arruina esto. Lo material no me importa. Lo bueno es que no mató a nadie". Al principio había dudado de que el incendio haya sido intencional, pero después pensó "en frío" y entendió que Matías había planeado cada acto.
“Que no salga ni en bicicleta de acá”. Eso había dicho Enrique a los guardias de la entrada del country, porque había notado que Abreu estaba muy alcoholizado. Como precaución, también se había llevado la llave del Audi de su amigo. Pero el albañil terminó rompiendo la barrera de salida con ese auto. “Tuvo la lucidez para encontrar la copia de la llave, que estaba en el cuarto de mi amigo, escondida. Revolvió todo. Y se fue.” “César (el padre de Matías) nunca lo defendió. Me dijo: ‘si lo hizo, que pague lo que tenga que pagar’. Adelante mío nunca se drogó. Si lo hace o no no sé y será un tema privado. Hace ocho años que lo conozco y me da mucha lástima todo esto”, cerró Padín.
Poco después de haber salido del country, sobre la misma ruta en la que está Boca Ratón, el Audi A3 blanco chocó desde atrás a una camioneta VW Caddy. Los dos ocupantes fueron conducidos al hospital Hospital Sanguinetti, adonde los atendieron y recibieron el alta rápidamente. Matías quedó detenido y el control de alcoholemia le dio positivo.
"Enrique volvió a la casa y vio el incendio. Ahí llamó al 911 y la Policía se dio cuenta de que el albañil era el principal sospechoso porque se había quedado ahí solo", dice a Clarín Gabriela Amerise, la dueña del chalet. La mujer se presentó en la tarde de este miércoles en la UFI N°2 de Pilar, a cargo del fiscal Andrés Quintana, para participar de la audiencia de excarcelación. Pide que "no lo suelten".
"Me dejó en bancarrota a mí y a Enrique, con quien nunca tuve un problema. No puede reaccionar alguien así por bronca. Es una locura. Podría haber muerto alguien. Tuve una crisis de nervios y no duermo desde el sábado a la madrugada", detalla Amerise.
Matías está preso y acusado por “incendio y estrago doloso”, más "heridas leves" hacia dos personas, con el agravante de haber estado borracho.
Los peritos determinaron que el bidón de nafta que se usaba para la cortadora de pasto sirvió para que Matías rocíe pilas de revistas y libros que había acomodado en distintas partes de la casa.
Fue a las 7.05 del domingo. Algunas de las ventanas de la casa estallaron mientras el albañil se escapaba en el Audi A3 blanco del que se apoderó en ese momento y que es de un amigo de su jefe.
Recién a los dos kilómetros, cuando chocó contra dos autos y una camioneta con 1,26 de alcohol en sangre, su entorno y la Policía ataron cabos.
Matías, que vivía en la obra en construcción que está a metros de la entrada de Boca Ratón, le había pedido permiso al inquilino, Enrique Padín, para invitar a cinco amigos a la pileta. Los siete comieron hamburguesas y tomaron cerveza en la casa de Padín.
A la 1 de la madrugada, Padín --que se había alejado del grupo para ir a ver televisión-- escuchó los gritos de una pelea. “La discusión fue porque una chica que se llama Luciana o Celeste, no recuerdo, estuvo con un amigo de él. Yo la había visto dos veces en el grupo. No era la novia. Habían salido hace dos años. Era una chica con la que pasaba algo", contó Padín a Clarín.
"Le dije que se calmara, que las cosas no eran así. Siguió muy alterado y decidí llevar con mi auto a sus amigos a Monte Grande (de donde eran). Lo dejé sólo. No puedo creer que me haya hecho esto. Siempre le conseguía changas cuando no tenía trabajo", dice Enrique, que alquilaba el chalet por 15 mil pesos al mes más expensas. Como no había contratado un seguro y Matías "es insolvente", se hará cargo del arreglo de la casa, lo que costará unos 120 mil dólares.
"Cuando me enteré de que estaba internado, quise hablar con él porque creí que se había quedado dormido con un cigarrillo encendido. Pero me dijeron que estaba incomunicado. Después Gabriela (la dueña del chalet) me leyó el informe del perito y decía que el Incendio había sido intencional. Unos amigos me dijeron que ya había incendiado una peluquería. No sé si es real”, dice.
No lo quiere volver a ver. Igual, se apiada: "Me arruina esto. Lo material no me importa. Lo bueno es que no mató a nadie". Al principio había dudado de que el incendio haya sido intencional, pero después pensó "en frío" y entendió que Matías había planeado cada acto.
“Que no salga ni en bicicleta de acá”. Eso había dicho Enrique a los guardias de la entrada del country, porque había notado que Abreu estaba muy alcoholizado. Como precaución, también se había llevado la llave del Audi de su amigo. Pero el albañil terminó rompiendo la barrera de salida con ese auto. “Tuvo la lucidez para encontrar la copia de la llave, que estaba en el cuarto de mi amigo, escondida. Revolvió todo. Y se fue.” “César (el padre de Matías) nunca lo defendió. Me dijo: ‘si lo hizo, que pague lo que tenga que pagar’. Adelante mío nunca se drogó. Si lo hace o no no sé y será un tema privado. Hace ocho años que lo conozco y me da mucha lástima todo esto”, cerró Padín.
Poco después de haber salido del country, sobre la misma ruta en la que está Boca Ratón, el Audi A3 blanco chocó desde atrás a una camioneta VW Caddy. Los dos ocupantes fueron conducidos al hospital Hospital Sanguinetti, adonde los atendieron y recibieron el alta rápidamente. Matías quedó detenido y el control de alcoholemia le dio positivo.
"Enrique volvió a la casa y vio el incendio. Ahí llamó al 911 y la Policía se dio cuenta de que el albañil era el principal sospechoso porque se había quedado ahí solo", dice a Clarín Gabriela Amerise, la dueña del chalet. La mujer se presentó en la tarde de este miércoles en la UFI N°2 de Pilar, a cargo del fiscal Andrés Quintana, para participar de la audiencia de excarcelación. Pide que "no lo suelten".
"Me dejó en bancarrota a mí y a Enrique, con quien nunca tuve un problema. No puede reaccionar alguien así por bronca. Es una locura. Podría haber muerto alguien. Tuve una crisis de nervios y no duermo desde el sábado a la madrugada", detalla Amerise.
Matías está preso y acusado por “incendio y estrago doloso”, más "heridas leves" hacia dos personas, con el agravante de haber estado borracho.
Con información de
clarin
