SOMALÍA
Muere una nena de 10 años tras ser sometida a una mutilación genital femenina
Viernes 20 de
Julio 2018
El caso ocurrió en Somalia, un país donde la práctica es común y las complicaciones del procedimiento no llegan a reportarse nunca.
Una nena de 10 años murió en Somalía tras ser sometida a una mutilación genital femenina (MGF). El caso reavivó la polémica sobre la salvaje práctica que se realiza a las mujeres, por lo general, antes de la pubertad.
La muerte de Deeqa Dahir Nuur, de 10 años, es la primera registrada en años en un país donde el 98% de las mujeres pasó por este procedimiento como una suerte de rito, informó el sitio The Guardian.
La nena fue sometida a una a la MGF el 14 de julio pasado. Su familia la llevó a una curandera de su pueblo, llamado Olol, que queda a unos 65km de Dhusmareb, en el estado central de Galmudug.
Bisturí en mano, la curandera procedió a mutilar los órganos genitales externos de Deeqa y en el proceso cortó una vena que dos días más tarde no había dejado de sangrar.
Solo entonces la familia de la nena la llevó al hospital de Dhusmareb, donde murió desangrada.
La mujer que la operó no fue arrestada, "y aunque lo fuera no hay una ley que garantice que sea castigada por el acto", explicó Hawa Aden Mohamed, activista del Centro Galkayo para la Educación para la Paz y el Desarollo.
Mohamed denunció el caso, el primero que se registra en un país donde no hay controles sobre quién se encarga de la MGF y cómo la hace.
"Es difícil estimar cuántas muertes por MGF se producen por mes o por día porque las obligan a mantenerlo en secreto, sobre todo en áreas rurales", agregó Mohamed.
Dadas las condiciones sanitarias en las que se suelen realizar las ablaciones, las nenas corren el riesgo de sufrir infecciones letales, o de morir desangradas como en el caso de Deeqa.
Más de 140 millones de mujeres de todo el mundo fueron sometidas a la MGF, sobre todo en países de África subsahariana y en los estados árabes debido a que se trata de una práctica cultural no religiosa.
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU):
"Las complicaciones inmediatas incluyen dolor agudo, conmoción, hemorragia, tétanos o infección, retención de orina, ulceración de la zona genital y lesión del tejido adyacente, infección de la herida, infección de orina, fiebre y septicemia. Las hemorragias y las infecciones pueden ser tan graves que llegan a causar la muerte.
Las consecuencias a largo plazo incluyen anemia, formación de quistes y abscesos, formación de tejido queloide, daño a la uretra que produce incontinencia urinaria, dispareunia (coito doloroso), disfunción sexual, hipersensibilidad de la zona genital, mayor riesgo de transmisión del VIH, complicaciones durante el parto y efectos psicológicos."
La muerte de Deeqa Dahir Nuur, de 10 años, es la primera registrada en años en un país donde el 98% de las mujeres pasó por este procedimiento como una suerte de rito, informó el sitio The Guardian.
La nena fue sometida a una a la MGF el 14 de julio pasado. Su familia la llevó a una curandera de su pueblo, llamado Olol, que queda a unos 65km de Dhusmareb, en el estado central de Galmudug.
Bisturí en mano, la curandera procedió a mutilar los órganos genitales externos de Deeqa y en el proceso cortó una vena que dos días más tarde no había dejado de sangrar.
Solo entonces la familia de la nena la llevó al hospital de Dhusmareb, donde murió desangrada.
La mujer que la operó no fue arrestada, "y aunque lo fuera no hay una ley que garantice que sea castigada por el acto", explicó Hawa Aden Mohamed, activista del Centro Galkayo para la Educación para la Paz y el Desarollo.
Mohamed denunció el caso, el primero que se registra en un país donde no hay controles sobre quién se encarga de la MGF y cómo la hace.
"Es difícil estimar cuántas muertes por MGF se producen por mes o por día porque las obligan a mantenerlo en secreto, sobre todo en áreas rurales", agregó Mohamed.
Dadas las condiciones sanitarias en las que se suelen realizar las ablaciones, las nenas corren el riesgo de sufrir infecciones letales, o de morir desangradas como en el caso de Deeqa.
Más de 140 millones de mujeres de todo el mundo fueron sometidas a la MGF, sobre todo en países de África subsahariana y en los estados árabes debido a que se trata de una práctica cultural no religiosa.
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU):
"Las complicaciones inmediatas incluyen dolor agudo, conmoción, hemorragia, tétanos o infección, retención de orina, ulceración de la zona genital y lesión del tejido adyacente, infección de la herida, infección de orina, fiebre y septicemia. Las hemorragias y las infecciones pueden ser tan graves que llegan a causar la muerte.
Las consecuencias a largo plazo incluyen anemia, formación de quistes y abscesos, formación de tejido queloide, daño a la uretra que produce incontinencia urinaria, dispareunia (coito doloroso), disfunción sexual, hipersensibilidad de la zona genital, mayor riesgo de transmisión del VIH, complicaciones durante el parto y efectos psicológicos."
Con información de
minutouno