SANTA FE
Un joven narco cayó en Guadalupe Oeste
Por:
Danilo Chiapello
Viernes 17 de
Agosto 2018
El implicado tiene 22 años. Policía Federal allanó su domicilio y encontró gran variedad de estupefacientes.
Los vecinos de Lavalle al 6800 aún no salen de su asombro.
La sorpresa comenzó durante la mañana del jueves, cerca de las 8, cuando una comisión de la Policía Federal (delegación Santa Fe) se instaló en la citada cuadra para concretar un allanamiento.
En rigor, los efectivos cumplimentaron la parte final de una investigación que había arrancado el año pasado en la Aduana de Buenos Aires. Fue allí donde se interceptó un cargamento de semillas de marihuana que venía procedente de España.
A partir de entonces se inició una pesquisa por infracción a la Ley 22.415 (Contrabando de Estupefacientes), expediente que se tramitó en el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº 1, a cargo del doctor Ezequiel Berón de Astrada, con asiento en la ciudad de Buenos Aires.
Pero la pesquisa tuvo un giro inesperado, cuando se determinó que el envío en cuestión, como otros más detectados luego, tenían como destino un domicilio de la ciudad de Santa Fe.
Así las cosas se emitió un exhorto al Juzgado Federal Nº 2 de Santa Fe, el que dispuso que intervenga personal de Brigada y de la Unidad de Inteligencia Criminal de la Policía Federal, delegación local.
Durante varios meses, los agentes santafesinos concretaron tareas de seguimiento, escuchas telefónicas y vigilancias disimuladas. Una vez confirmadas las sospechas del caso se decidió el allanamiento.
En el inmueble se halló cocaína, marihuana, pastillas de éxtasis y dosis de LCD, entre otras drogas que venían procedente de Europa. Foto: El Litoral
Variedad de drogas
En el inmueble en cuestión, los uniformados secuestraron 47 gramos de cocaína; 127 gramos de marihuana; un recipiente que contenía 5 gramos de éxtasis en polvo; 42 dosis de LCD en forma de troquel y 2 pastillas de éxtasis en comprimido.
También se halló dinero en efectivo por la suma de 4,780 pesos; cuatro teléfonos celulares; una notebook y una CPU.
Una de las sorpresas que deparó el procedimiento (que se prolongó durante 7 horas) fue cuando los policías encontraron una caja fuerte con código de apertura electrónica, elemento que también fue incautado, como así también una balanza de precisión y elementos de corte.
El detenido
Como responsable de todos esos elementos secuestrados resultó un joven, de 22 años, quien quedó detenido en el acto y trasladado hasta la sede de la delegación Santa Fe, en carácter de incomunicado.
Ya pasada la medianoche, una comisión policial emprendió viaje hacia Buenos Aires llevando consigo al apresado y todo el material de secuestro, para que sea evaluado por el juez de la causa.
Inesperado
Estupor es la palabra que mejor define la sensación que quedó flotando en la cuadra tras el allanamiento.
Los vecinos consultados por El Litoral coincidieron en señalar que lo ocurrido fue un suceso en absoluto inesperado.
“El muchacho llevaba una vida aparentemente normal, como la de cualquier joven. A veces estaba reunido con amigos en su casa pero no molestaban a nadie. Siempre se lo veía de buen humor, y en el trato con los demás era respetuoso y cordial”, dijeron.
Los entrevistados se mostraron angustiados por la situación de los padres del muchacho, “porque son personas de bien y que han trabajado toda la vida. Esto seguramente será un golpe muy duro para ellos”, cerraron.
La sorpresa comenzó durante la mañana del jueves, cerca de las 8, cuando una comisión de la Policía Federal (delegación Santa Fe) se instaló en la citada cuadra para concretar un allanamiento.
En rigor, los efectivos cumplimentaron la parte final de una investigación que había arrancado el año pasado en la Aduana de Buenos Aires. Fue allí donde se interceptó un cargamento de semillas de marihuana que venía procedente de España.
A partir de entonces se inició una pesquisa por infracción a la Ley 22.415 (Contrabando de Estupefacientes), expediente que se tramitó en el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº 1, a cargo del doctor Ezequiel Berón de Astrada, con asiento en la ciudad de Buenos Aires.
Pero la pesquisa tuvo un giro inesperado, cuando se determinó que el envío en cuestión, como otros más detectados luego, tenían como destino un domicilio de la ciudad de Santa Fe.
Así las cosas se emitió un exhorto al Juzgado Federal Nº 2 de Santa Fe, el que dispuso que intervenga personal de Brigada y de la Unidad de Inteligencia Criminal de la Policía Federal, delegación local.
Durante varios meses, los agentes santafesinos concretaron tareas de seguimiento, escuchas telefónicas y vigilancias disimuladas. Una vez confirmadas las sospechas del caso se decidió el allanamiento.
En el inmueble se halló cocaína, marihuana, pastillas de éxtasis y dosis de LCD, entre otras drogas que venían procedente de Europa. Foto: El Litoral
Variedad de drogas
En el inmueble en cuestión, los uniformados secuestraron 47 gramos de cocaína; 127 gramos de marihuana; un recipiente que contenía 5 gramos de éxtasis en polvo; 42 dosis de LCD en forma de troquel y 2 pastillas de éxtasis en comprimido.
También se halló dinero en efectivo por la suma de 4,780 pesos; cuatro teléfonos celulares; una notebook y una CPU.
Una de las sorpresas que deparó el procedimiento (que se prolongó durante 7 horas) fue cuando los policías encontraron una caja fuerte con código de apertura electrónica, elemento que también fue incautado, como así también una balanza de precisión y elementos de corte.
El detenido
Como responsable de todos esos elementos secuestrados resultó un joven, de 22 años, quien quedó detenido en el acto y trasladado hasta la sede de la delegación Santa Fe, en carácter de incomunicado.
Ya pasada la medianoche, una comisión policial emprendió viaje hacia Buenos Aires llevando consigo al apresado y todo el material de secuestro, para que sea evaluado por el juez de la causa.
Inesperado
Estupor es la palabra que mejor define la sensación que quedó flotando en la cuadra tras el allanamiento.
Los vecinos consultados por El Litoral coincidieron en señalar que lo ocurrido fue un suceso en absoluto inesperado.
“El muchacho llevaba una vida aparentemente normal, como la de cualquier joven. A veces estaba reunido con amigos en su casa pero no molestaban a nadie. Siempre se lo veía de buen humor, y en el trato con los demás era respetuoso y cordial”, dijeron.
Los entrevistados se mostraron angustiados por la situación de los padres del muchacho, “porque son personas de bien y que han trabajado toda la vida. Esto seguramente será un golpe muy duro para ellos”, cerraron.
Con información de
ellitoral
