El FMI pronosticó que la economía iraní sufrirá una fuerte caída por las sanciones estadounidenses
Martes 09 de
Octubre 2018
El organismo revisó a la baja las previsiones de crecimiento económico del régimen persa por su dependencia en las exportaciones de petróleo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó este martes que las sanciones estadounidenses castigarán duramente a la economía iraní, revisando drásticamente a la baja sus previsiones económicas, mientras que modificó al alza los pronósticos de crecimiento de Arabia Saudita, rival regional de Irán, debido a una mayor producción petrolera.
En un nuevo informe sobre las perspectivas de la economía mundial, el FMI vaticinó que la economía iraní, muy dependiente del petróleo, caerá en un 1,5% este año y en un 3,6% en 2019.
En mayo, el FMI estimaba que la economía iraní iba a crecer en un 4% en 2018 y 2019, antes de que el presidente Donald Trump anunciara el restablecimiento de las sanciones estadounidenses contra Irán.
Las exportaciones iraníes de crudo, que alcanzan normalmente los 2,5 millones de barriles diarios (mbd), se redujeron en más de medio millón de mbd, y se espera que sigan cayendo con la aplicación de nuevas sanciones en noviembre. Teherán pierde así gran parte de su principal fuente de ingresos.
El FMI también redujo las previsiones de crecimiento para el conjunto de Oriente Medio y del norte de África (MENA) debido al impacto iraní y el aumento de los gastos energéticos. La organización prevé ahora que la economía de esa región crecerá en un 2% este año, frente al 3,2% que anticipaba en abril, y en un 2,5% en 2019, a diferencia del 3,6% que anunciaba en abril.
"Esas revisiones a la baja reflejan en gran medida la agravación de las perspectivas de crecimiento para Irán tras el restablecimiento de las sanciones estadounidenses", declaró el FMI.
La organización revisó al alza, sin embargo, sus proyecciones de crecimiento para Arabia Saudita, la primera economía de la región, y sus vecinos ricos en petróleo del Golfo Pérsico. La economía saudita, que se contrajo en un 0,9% el año pasado, debería crecer en un 2,2% en 2018 y en un 2,4% en 2019, esto es, 0,5 puntos porcentuales más que en las previsiones de abril.
La mejoría del crecimiento saudita se debe a "una recuperación de la actividad económica no petrolera y a un aumento previsto de la producción de crudo con arreglo al acuerdo revisado" entre miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (Opep) y los Estados que no forman parte del grupo, indicó el FMI.
Los precios del petróleo, que aporta cerca del 80% de los ingresos públicos sauditas, aumentaron en más de un 70% desde junio de 2017 hasta alcanzar más de 80 dólares el barril.
En un nuevo informe sobre las perspectivas de la economía mundial, el FMI vaticinó que la economía iraní, muy dependiente del petróleo, caerá en un 1,5% este año y en un 3,6% en 2019.
En mayo, el FMI estimaba que la economía iraní iba a crecer en un 4% en 2018 y 2019, antes de que el presidente Donald Trump anunciara el restablecimiento de las sanciones estadounidenses contra Irán.
Las exportaciones iraníes de crudo, que alcanzan normalmente los 2,5 millones de barriles diarios (mbd), se redujeron en más de medio millón de mbd, y se espera que sigan cayendo con la aplicación de nuevas sanciones en noviembre. Teherán pierde así gran parte de su principal fuente de ingresos.
El FMI también redujo las previsiones de crecimiento para el conjunto de Oriente Medio y del norte de África (MENA) debido al impacto iraní y el aumento de los gastos energéticos. La organización prevé ahora que la economía de esa región crecerá en un 2% este año, frente al 3,2% que anticipaba en abril, y en un 2,5% en 2019, a diferencia del 3,6% que anunciaba en abril.
"Esas revisiones a la baja reflejan en gran medida la agravación de las perspectivas de crecimiento para Irán tras el restablecimiento de las sanciones estadounidenses", declaró el FMI.
La organización revisó al alza, sin embargo, sus proyecciones de crecimiento para Arabia Saudita, la primera economía de la región, y sus vecinos ricos en petróleo del Golfo Pérsico. La economía saudita, que se contrajo en un 0,9% el año pasado, debería crecer en un 2,2% en 2018 y en un 2,4% en 2019, esto es, 0,5 puntos porcentuales más que en las previsiones de abril.
La mejoría del crecimiento saudita se debe a "una recuperación de la actividad económica no petrolera y a un aumento previsto de la producción de crudo con arreglo al acuerdo revisado" entre miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (Opep) y los Estados que no forman parte del grupo, indicó el FMI.
Los precios del petróleo, que aporta cerca del 80% de los ingresos públicos sauditas, aumentaron en más de un 70% desde junio de 2017 hasta alcanzar más de 80 dólares el barril.
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