Los crudos datos de la droga en los barrios del oeste santafesino
Martes 09 de
Abril 2019
Una encuesta sobre prácticas y hábitos de consumo de sustancias problemáticas en barrios del oeste santafesino confirma una dura realidad. Para más del 85% de los encuestados, las drogas son un problema en su barrio.
Casi el 80% afirma que el consumo de estas sustancias aumentó. Más del 50% dice que en su barrio venden y les resulta fácil comprarla. Casi el 40% contó que le ofrecieron al menos una vez en la vida, en los jóvenes este número asciende al 50%.
El trabajo fue realizado por la consultora local Canónika y presentado por el Centro Cultural y Deportivo "Ni un pibe menos por la droga". "Lamentablemente los datos científicos indican que lo que percibíamos de la realidad, tristemente es así. Tenemos una situación dramática desde el punto de vista del futuro de la sociedad que tiene que ver con los jóvenes y los niños", dijo en UNO en la Radio Pablo Landó, coordinador del centro ubicado en Avenida Freyre 2421, donde en 2018 asistieron a 130 jóvenes con problemas de consumo, este año ya tienen 180 inscriptos.
El 78,7% afirma que el consumo de droga aumentó en su barrio y el 85,3% cree que esto es un problema
El relevamiento incluyó el consumo de sustancias psicoactivas legales o ilegales, como alcohol, tabaco, marihuana o cocaína. Fue realizada a medidados del año pasado en los barrios Villa Oculta, Villa del Parque, Barranquitas Sur, Barranquitas Oeste, República de los Hornos, Pro Adelanto Mejoras Barranquitas, Piquete y Las Flores y San Pantaleón. En total, realizaron 242 encuestas, una muestra representativa en un 95% del total de la población (a partir de los datos del Censo 2010).
La droga está en el barrio
De los vecinos encuestados, el 78,7% afirma que el consumo de droga aumentó en su barrio y el 85,3% cree que esto es un problema. De estos últimos, el 31,8% sostiene que es “grave”.
Landó consideró que hoy el problema de la droga en los barrios "se está agravando por la situación económica y social. La vulnerabilidad de la población es uno de los factores más condicionantes para el consumo y eso se vivencia todos los días", agregó.
El estudio revela que para el 54,4% de los vecinos del oeste encuestado existen efectores adictivos en su propio barrio y que podría acceder fácilmente a la compra de droga, el 36% puede acceder en otro barrio, y solo el 9,06% la encuentra en su manzana.
"La mayoría casi total de los encuestados tiene claridad acerca de dónde puede conseguir droga. La población sabe claramente dónde está el problema", dijo Landó.
La droga que más fácil se consigue es la marihuana, según el 60,5% de los entrevistados; la sigue la cocaína, en un 38%.
Los jóvenes, población de riesgo
El 39% de los encuestados afirma que recibió ofertas de drogas, ya sea para compra o consumo, alguna vez en la vida. Sin embargo, si observamos el rango de los más jóvenes este porcentaje aumenta considerablemente elevándose a más de un 50%, el porcentaje decae a un 39% en la edad mediana y a un 9,6% en los adultos mayores.
El 13,8% de los vecinos consultados estaría dispuesto a probar una droga. Esta posibilidad es más alta en los jóvenes y llega a un 16,7%.
"Uno de cada dos pibes tuvieron acceso a drogas en los barrios, a eso le agregaría a armas"
El informe concluye en este sentido que "los jóvenes actualmente están más expuestos a la oferta de drogas", pero que también son "población de riesgo respecto del consumo".
"Uno de cada dos pibes tuvieron acceso a drogas en los barrios, a eso le agregaría a armas. Y preguntaría si tenemos uno de cada dos pibes al que se le ofrece laburo, acceso al deporte, a la cultura, a la recreación, si vive en un barrio donde el Estado hace de un baldío un centro deportivo, si hay una política de sostenimiento en el sistema educativo", reflexionó el referente del Centro Cultural y Deportivo "Ni un pibe menos por la droga".
El 16,3% de los encuestados afirmaron haber consumido marihuana al menos alguna vez en su vida. El 60,2 son jóvenes entre 16 a 25 años y el 39,7% son adultos entre 26 y 49 años de edad.
Asimismo Landó señaló que es muy grave "la edad temprana en la cual se inicia el consumo del tabaco y alcohol". El estudio indica que la iniciación en estas sustancias psicoactivas legales rondan entre los 15 y 16 años.
En este sentido hizo un llamado de atención a las autoridades públicas, sobre "la necesidad de políticas centradas en la juventud".
La necesidad de políticas concretas
Consultados sobre la percepción que tenían del abordaje que hacían distintos niveles de gobierno sobre la problemática, el 74% afirma que las autoridades en todos los niveles del Estado "no se ocupan del problema". Y al respecto de las soluciones y/o propuestas, el 60% sostiene que es necesario aumentar el castigo a los grandes narcotraficantes y un 47% pide por más campañas de prevención en adicciones.
Al respecto Landó señaló que "los mismos vecinos se dan cuenta que el principal problema no está en el narcomenudeo".
"Se necesitan políticas públicas de prevención. Lo que percibíamos en el laburo diario, hoy la estadística lo afirma. Donde debe poner el foco el Estado, en todos los niveles, es en políticas públicas de prevención, y estas pasan por resolver las cuestiones estructurales que están en el trasfondo de la vida de los pibes que los lleva a conductas de consumo y posterior a eso la violencia. En el barrio hay que dejar de poner policías y hay que poner laburo, pelotas de fútbol, polideportivos, bibliotecas, sostenerlos en la escuela. Esa es la presencia que debe existir del Estado para trabajar sobre las causas de la problemática, que después aparece como un problema", sentenció.
El trabajo fue realizado por la consultora local Canónika y presentado por el Centro Cultural y Deportivo "Ni un pibe menos por la droga". "Lamentablemente los datos científicos indican que lo que percibíamos de la realidad, tristemente es así. Tenemos una situación dramática desde el punto de vista del futuro de la sociedad que tiene que ver con los jóvenes y los niños", dijo en UNO en la Radio Pablo Landó, coordinador del centro ubicado en Avenida Freyre 2421, donde en 2018 asistieron a 130 jóvenes con problemas de consumo, este año ya tienen 180 inscriptos.
El 78,7% afirma que el consumo de droga aumentó en su barrio y el 85,3% cree que esto es un problema
El relevamiento incluyó el consumo de sustancias psicoactivas legales o ilegales, como alcohol, tabaco, marihuana o cocaína. Fue realizada a medidados del año pasado en los barrios Villa Oculta, Villa del Parque, Barranquitas Sur, Barranquitas Oeste, República de los Hornos, Pro Adelanto Mejoras Barranquitas, Piquete y Las Flores y San Pantaleón. En total, realizaron 242 encuestas, una muestra representativa en un 95% del total de la población (a partir de los datos del Censo 2010).
La droga está en el barrio
De los vecinos encuestados, el 78,7% afirma que el consumo de droga aumentó en su barrio y el 85,3% cree que esto es un problema. De estos últimos, el 31,8% sostiene que es “grave”.
Landó consideró que hoy el problema de la droga en los barrios "se está agravando por la situación económica y social. La vulnerabilidad de la población es uno de los factores más condicionantes para el consumo y eso se vivencia todos los días", agregó.
El estudio revela que para el 54,4% de los vecinos del oeste encuestado existen efectores adictivos en su propio barrio y que podría acceder fácilmente a la compra de droga, el 36% puede acceder en otro barrio, y solo el 9,06% la encuentra en su manzana.
"La mayoría casi total de los encuestados tiene claridad acerca de dónde puede conseguir droga. La población sabe claramente dónde está el problema", dijo Landó.
La droga que más fácil se consigue es la marihuana, según el 60,5% de los entrevistados; la sigue la cocaína, en un 38%.
Los jóvenes, población de riesgo
El 39% de los encuestados afirma que recibió ofertas de drogas, ya sea para compra o consumo, alguna vez en la vida. Sin embargo, si observamos el rango de los más jóvenes este porcentaje aumenta considerablemente elevándose a más de un 50%, el porcentaje decae a un 39% en la edad mediana y a un 9,6% en los adultos mayores.
El 13,8% de los vecinos consultados estaría dispuesto a probar una droga. Esta posibilidad es más alta en los jóvenes y llega a un 16,7%.
"Uno de cada dos pibes tuvieron acceso a drogas en los barrios, a eso le agregaría a armas"
El informe concluye en este sentido que "los jóvenes actualmente están más expuestos a la oferta de drogas", pero que también son "población de riesgo respecto del consumo".
"Uno de cada dos pibes tuvieron acceso a drogas en los barrios, a eso le agregaría a armas. Y preguntaría si tenemos uno de cada dos pibes al que se le ofrece laburo, acceso al deporte, a la cultura, a la recreación, si vive en un barrio donde el Estado hace de un baldío un centro deportivo, si hay una política de sostenimiento en el sistema educativo", reflexionó el referente del Centro Cultural y Deportivo "Ni un pibe menos por la droga".
El 16,3% de los encuestados afirmaron haber consumido marihuana al menos alguna vez en su vida. El 60,2 son jóvenes entre 16 a 25 años y el 39,7% son adultos entre 26 y 49 años de edad.
Asimismo Landó señaló que es muy grave "la edad temprana en la cual se inicia el consumo del tabaco y alcohol". El estudio indica que la iniciación en estas sustancias psicoactivas legales rondan entre los 15 y 16 años.
En este sentido hizo un llamado de atención a las autoridades públicas, sobre "la necesidad de políticas centradas en la juventud".
La necesidad de políticas concretas
Consultados sobre la percepción que tenían del abordaje que hacían distintos niveles de gobierno sobre la problemática, el 74% afirma que las autoridades en todos los niveles del Estado "no se ocupan del problema". Y al respecto de las soluciones y/o propuestas, el 60% sostiene que es necesario aumentar el castigo a los grandes narcotraficantes y un 47% pide por más campañas de prevención en adicciones.
Al respecto Landó señaló que "los mismos vecinos se dan cuenta que el principal problema no está en el narcomenudeo".
"Se necesitan políticas públicas de prevención. Lo que percibíamos en el laburo diario, hoy la estadística lo afirma. Donde debe poner el foco el Estado, en todos los niveles, es en políticas públicas de prevención, y estas pasan por resolver las cuestiones estructurales que están en el trasfondo de la vida de los pibes que los lleva a conductas de consumo y posterior a eso la violencia. En el barrio hay que dejar de poner policías y hay que poner laburo, pelotas de fútbol, polideportivos, bibliotecas, sostenerlos en la escuela. Esa es la presencia que debe existir del Estado para trabajar sobre las causas de la problemática, que después aparece como un problema", sentenció.
Con información de
UNO
