25 DE ABRIL 2024
Amor tramposo y extorsión: la empleada domestica que chantajeó a su empleador por plata asumió la culpa
Jueves 04 de
Julio 2019
La detuvieron el lunes por orden la fiscal Lucila Nuzzo. La mujer tiene 34 años y presionaba a un hombre infiel desde 2017. Este jueves Fiscalía y defensa acordaron una pena de tres años de condena de ejecución condicional.
Finalmente y a cuatro días de haber sido detenida por agentes de la Policía de Investigaciones (PDI), la empleada domestica del barrio Sargento Cabral, que durante más de un año extorsionó a su empleador con divulgar videos de encuentros fogosos y ardientes que ambos mantuvieron, asumió la culpa y acordó una pena para así poder recuperar la libertad.
Se trata de E.C.G.R., de 34 años, que mediante un juicio abreviado llevado a cabo esta mañana en la Sala I del subsuelo de tribunales firmó una condena de tres años, de ejecución condicional, tras declararse autora penalmente responsable del delito de “extorsión con chantaje reiterados”.
El tramite se llevó a cabo ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Gustavo Urdiales, tras un acuerdo llevado a cabo entre la fiscal de la causa, Lucila Nuzzo, y los abogados particulares de la imputada: Federico Hilbert e Iván Leguiza.
Del acuerdo quedó establecido además que la mujer no podrá tener ningún tipo de contacto tanto con su examante como así también con el entorno familiar del mismo. Asimismo, tendrá prohibido divulgar los videos o fotos íntimas de las relaciones sexuales mantenidas.
El amor que no fue
El caso se destapó el 5 de junio pasado, cuando el hombre víctima -ahogado por la situación- acudió a la Justicia para denunciar las presiones que venía sufriendo desde agosto del 2017 por parte de quien era su empleada domestica. Esas presiones habían surgido luego de haber mantenido una fogosa relación cuyos encuentros se dieron en la oficina del hombre, como así también en la vivienda familiar, según indicaron fuentes judiciales a Aire Digital.
Es que según explicó el hombre, la mujer comenzó a extorsionarlo para que le entregue una serie de sumas de dinero a cambio de no presentarse en su casa y contarle a su mujer e hijos sobre el ferviente romance que existió.
Se calcula que entre agosto del 2017 y hasta el pasado 1 de julio, la víctima le entregó de manera mensual y quincenalmente montos de dinero que fueron registradas mediante recibos que la propia extorsionadora firmó. En total, la mujer recibió un total de 110 mil pesos a cambio de no delatar al descarado infiel.
Detrás del teléfono
Las amenazas que realizó E.C.G.R. se dieron mediante llamadas telefónicas que por un lado grabó la víctima y por otro que fueron interceptadas por los investigadores tras ser intervenido su celular particular.
En dichas llamadas, la mujer le exigió de manera muy vehemente la entrega de dinero ya que “ella tenía más derechos por ser mujer y porque no tenía nada que perder”. Inclusive, llegó a manifestarle que podía llegar a acusarlo de “abuso sexual” si no le entregaba el dinero.
El fin
El lunes, en horas de la tarde, un grupo de agentes de la Policía de Investigaciones irrumpió en la vivienda donde reside la embaucadora, en Marcial Candioti al 5900, del barrio Sargento Cabral. Allí, los pesquisas lograron secuestrar el teléfono celular donde supuestamente se encontraban los videos y fotos comprometedoras.
No obstante ello, la mujer terminó esposada y siendo trasladada a sede policial donde fue identificada para quedar detenida y a disposición de la Justicia. Un día después, terminó siendo imputada por la fiscal Nuzzo en una audiencia que tuvo lugar en la sala I del subsuelo tribunalicio.
Allí, se abstuvo a prestar declaración y esperó hasta la mañana de este jueves para ponerle fin a la historia y aceptar que por más de un año chantajeó a su empleador.
Se trata de E.C.G.R., de 34 años, que mediante un juicio abreviado llevado a cabo esta mañana en la Sala I del subsuelo de tribunales firmó una condena de tres años, de ejecución condicional, tras declararse autora penalmente responsable del delito de “extorsión con chantaje reiterados”.
El tramite se llevó a cabo ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Gustavo Urdiales, tras un acuerdo llevado a cabo entre la fiscal de la causa, Lucila Nuzzo, y los abogados particulares de la imputada: Federico Hilbert e Iván Leguiza.
Del acuerdo quedó establecido además que la mujer no podrá tener ningún tipo de contacto tanto con su examante como así también con el entorno familiar del mismo. Asimismo, tendrá prohibido divulgar los videos o fotos íntimas de las relaciones sexuales mantenidas.
El amor que no fue
El caso se destapó el 5 de junio pasado, cuando el hombre víctima -ahogado por la situación- acudió a la Justicia para denunciar las presiones que venía sufriendo desde agosto del 2017 por parte de quien era su empleada domestica. Esas presiones habían surgido luego de haber mantenido una fogosa relación cuyos encuentros se dieron en la oficina del hombre, como así también en la vivienda familiar, según indicaron fuentes judiciales a Aire Digital.
Es que según explicó el hombre, la mujer comenzó a extorsionarlo para que le entregue una serie de sumas de dinero a cambio de no presentarse en su casa y contarle a su mujer e hijos sobre el ferviente romance que existió.
Se calcula que entre agosto del 2017 y hasta el pasado 1 de julio, la víctima le entregó de manera mensual y quincenalmente montos de dinero que fueron registradas mediante recibos que la propia extorsionadora firmó. En total, la mujer recibió un total de 110 mil pesos a cambio de no delatar al descarado infiel.
Detrás del teléfono
Las amenazas que realizó E.C.G.R. se dieron mediante llamadas telefónicas que por un lado grabó la víctima y por otro que fueron interceptadas por los investigadores tras ser intervenido su celular particular.
En dichas llamadas, la mujer le exigió de manera muy vehemente la entrega de dinero ya que “ella tenía más derechos por ser mujer y porque no tenía nada que perder”. Inclusive, llegó a manifestarle que podía llegar a acusarlo de “abuso sexual” si no le entregaba el dinero.
El fin
El lunes, en horas de la tarde, un grupo de agentes de la Policía de Investigaciones irrumpió en la vivienda donde reside la embaucadora, en Marcial Candioti al 5900, del barrio Sargento Cabral. Allí, los pesquisas lograron secuestrar el teléfono celular donde supuestamente se encontraban los videos y fotos comprometedoras.
No obstante ello, la mujer terminó esposada y siendo trasladada a sede policial donde fue identificada para quedar detenida y a disposición de la Justicia. Un día después, terminó siendo imputada por la fiscal Nuzzo en una audiencia que tuvo lugar en la sala I del subsuelo tribunalicio.
Allí, se abstuvo a prestar declaración y esperó hasta la mañana de este jueves para ponerle fin a la historia y aceptar que por más de un año chantajeó a su empleador.
Con información de
Aire de Santa Fe
