VENADO TUERTO
Proponen endurecer las penas para quienes conduzcan alcoholizados
Lunes 12 de
Agosto 2019
La directora de Tránsito de Venado Tuerto, Natalia Jaureguizahar, se pronunció a favor de endurecer las penas para las personas que conduzcan alcoholizados pero aclaró que la ciudad se rige por la ley nacional de tránsito que tiene una tolerancia de 0,50 (m/l) para autos y de 0,20 para motos.
La aprobación de la ordenanza de tolerancia cero para los controles de alcoholemia en la capital provincial no incluye a Venado que se rige por la ley nacional.
Jaureguizahar aclaró: "Nos regimos por la ley nacional del tránsito. Y por la provincial también, salvo esta excepción de la ciudad de Santa Fe". La funcionaria es proclive a sancionar con dureza a "aquellos que van al volante muy alcoholizados, de un gramo para arriba, y hasta aun transformarlo en un delito, parecido a la ley Emilia en Chile", sin poner el acento en los que tienen un límite bajo de alcohol en sangre, conforme lo tolerado por ley.
"Siempre el consejo en seguridad es alcohol cero a la hora de conducir, pero en este caso creo que vamos a empezar a perseguir o a gastar recursos en controlar a un sector que no es el que está generando los grandes conflictos (en el tránsito), cuando debemos apuntar a una solución más de fondo, que es sacar de la calle al que conduce alcoholizado, por encima de 0,50 y por sobre un gramo, que provoca siniestros y hasta muertes", aseveró.
Instó a "comenzar a trabajar la figura de los delitos viales, ya no una contravención", con una pena máxima que podría ser la cárcel; más allá de sanciones convencionales como la quita del carné o la inhabilitación para conducir.
Jaureguizahar indicó que "los fines de semana y, en general, conductores jóvenes suelen provocar episodios, muchos de ellos con resultados luctuosos; pero Venado no se destaca por eso, gracias a una continuidad de nuestras políticas de control de alcoholemia".
Y acotó: "Logramos aplacar esta situación, pero la solución definitiva se logrará con una toma real de conciencia, cuando entendamos que tenemos que usar figuras como la del conductor designado, o algún otro medio de transporte, como taxis y remises, y no conducir si no estamos en condiciones de hacerlo. Hay muchas cuestiones técnicas a tener en cuenta, como el funcionamiento y el margen de error de los aparatos de medición; a mí me parece más demagógica que efectiva una medida de este tipo, y por eso buscaría el camino de endurecer las penas a quienes causen inconvenientes graves de tránsito".
Jaureguizahar aclaró: "Nos regimos por la ley nacional del tránsito. Y por la provincial también, salvo esta excepción de la ciudad de Santa Fe". La funcionaria es proclive a sancionar con dureza a "aquellos que van al volante muy alcoholizados, de un gramo para arriba, y hasta aun transformarlo en un delito, parecido a la ley Emilia en Chile", sin poner el acento en los que tienen un límite bajo de alcohol en sangre, conforme lo tolerado por ley.
"Siempre el consejo en seguridad es alcohol cero a la hora de conducir, pero en este caso creo que vamos a empezar a perseguir o a gastar recursos en controlar a un sector que no es el que está generando los grandes conflictos (en el tránsito), cuando debemos apuntar a una solución más de fondo, que es sacar de la calle al que conduce alcoholizado, por encima de 0,50 y por sobre un gramo, que provoca siniestros y hasta muertes", aseveró.
Instó a "comenzar a trabajar la figura de los delitos viales, ya no una contravención", con una pena máxima que podría ser la cárcel; más allá de sanciones convencionales como la quita del carné o la inhabilitación para conducir.
Jaureguizahar indicó que "los fines de semana y, en general, conductores jóvenes suelen provocar episodios, muchos de ellos con resultados luctuosos; pero Venado no se destaca por eso, gracias a una continuidad de nuestras políticas de control de alcoholemia".
Y acotó: "Logramos aplacar esta situación, pero la solución definitiva se logrará con una toma real de conciencia, cuando entendamos que tenemos que usar figuras como la del conductor designado, o algún otro medio de transporte, como taxis y remises, y no conducir si no estamos en condiciones de hacerlo. Hay muchas cuestiones técnicas a tener en cuenta, como el funcionamiento y el margen de error de los aparatos de medición; a mí me parece más demagógica que efectiva una medida de este tipo, y por eso buscaría el camino de endurecer las penas a quienes causen inconvenientes graves de tránsito".
Con información de
La Capital