Brutal asesinato de una mujer en barrio Scarafía
Abrió la puerta reja del frente de la vivienda donde vivía Hermelinda Ayala de 68 años, conocida en el barrio Scarafía como Dolys, dueña de un kiosco y despensa, en Padre Genesio al 5.400; ingresó, y en el living encontró a su madre tirada en el piso y asesinada a puñaladas.
La mujer, ante el horror del cuadro se recuperó como pudo, salió a la calle a pedir auxilio a sus vecinos de toda la vida, y balbuceando solicitó ayuda. Los vecinos denunciaron al 911, y minutos después arribaron uniformados de la Comisaría 10ª y del Comando Radioeléctrico, que ingresaron e inmediatamente comunicaron la novedad a la jefatura de la agrupación Unidades de Orden Público, y permanecieron en custodia en el lugar, evitando el ingreso de toda persona ajena a la investigación. El jefe de Orden Público de la UR I La Capital, comisario inspector Cristian Hang, arribó a la vivienda junto el médico de la repartición que constató el fallecimiento por heridas de arma blanca en cuello y tórax. El arma usada para el homicidio habría sido una tijera o un cuchillo tipo Tramontina.
La investigación
Los pesquisas de la División Homicidios arribaron al lugar y comenzaron con la investigación del caso e informaron sobre el suceso a los fiscales de la Unidad Especial de Homicidios, Cristian Ferraro y Jorge Nessier.
Al cierre de esta edición no había detenidos, pero los policías supieron por los vecinos del barrio Scarafía, que durante la tarde de la víspera el local comercial estuvo cerrado. Y pudieron comprobar que el o los asesinos ingresaron a la propiedad rompiendo candados en la parte trasera. Evidentemente, esto pudo ocurrir después del mediodía cuando Dolys Ayala quedó sola dentro de su vivienda, y estimaron que la víctima fue sorprendida durante el horario de la siesta por el o los asesinos que la doblegaron y la mataron a puñaladas dentro de la misma vivienda.
Los agentes de la Policía Científica realizaron los peritajes criminalísticos de rigor, considerados vitales por los investigadores, además de constatar que una motocicleta había sido robada del interior de la propiedad.
Los vecinos y clientes de la despensa de Dolys, se mostraron profundamente consternados con el suceso, y pidieron justicia a gritos a los agentes que realizaban su trabajo en la vivienda de la víctima.
