Alumnos rosarinos galardonados por el Conicet

El pasado 14 noviembre, en el Planetario Municipal, se exhibieron los inventos de nueve escuelas de Rosario y la zona, y ayer se conoció al ganador. Muchos de ellos no sólo originales sino de mucha utilidad, como el primer premio, realizado por los chicos del Sagrado Corazón (ya habían participado en las ediciones anteriores): la Compostera Solar, ideada por los alumnos de 4º año Gustavo Campero, Santino Defilipe, Santiago Servigne, Manuel Gorostiaga y Sebastián Valdivia, bajo la tutoría de Márquez. Cada uno de ellos se llevó un Ipod y un premio a elección para el colegio por 2 mil pesos, destinados a equipar el laboratorio. El jurado coincidió en que este proyecto se destacó “por el cuidado del ambiente, la utilización de residuos contaminantes para la obtención de un producto; buena ejecución técnica, presentación y el compromiso de los alumnos”.
“Es un proyecto que lleva diez años y recién este año lo pudimos automatizar con un motor de un lavarropas en desuso, que funciona en velocidad de lavado. El kit solar tiene un costo de unos 1.500 pesos (financiado en parte por el Conicet y en parte por el Colegio); funciona una hora por día en intervalos de 15 minutos con una autonomía de tres días. El tambor, con una capacidad de siete kilos de basura preseleccionada (especialmente desperdicios de frutas y verduras), gira, está automatizado, arranca y para solo, no hay que cuidarlo. Esos desperdicios no hay que dejarlos que se pudran, sino que se trasforman, se convierten en compostaje por intermedio de las bacterias. Este proceso lleva entre cinco y seis días, cuando haciéndolo manualmente se demora diez días. Este material es el alimento ideal para que luego las lombrices produzcan el humus en unas cunas especiales”, explicó Márquez, docente de Tecnología de Control.
La Compostera Solar está realizada íntegramente de material reciclable y el humus que producen en el colegio se comercializa, lo hemos probado y es humus puro, sin químicos, y realmente da un resultado fantástico. Los chicos tienen un manejo del proyecto asombroso, ellos controlan cómo se puso el PH, si está muy alcalino, por ejemplo. Lo que han aprendido, el interés que demostraron los chicos, cómo aplicaron la tecnología en las materias involucradas. El sistema lo encontraron investigando y con ayuda de los docentes, que sólo le aplicamos algunos detalles al artefacto. Es un orgullo ver cómo participan”, concluyó el tutor.
En tanto, el segundo premio fue para la Escuela de Enseñanza N° 373 Dr. Francisco Solanes, de Coronel Arnold, que presentó el denominado Criasol, un criadero de pollitos a escala, dependiente de energía solar. Fue realizado por los alumnos Guido Carradori, Berenice Midón, Camila Pierucci y Alex Zimmermann, bajo la tutela de la profesora Mirta Romani. “Un panel solar abastece a una batería que tiene una fotocélula que activa la iluminación: las lámparas están hechas con material reciclable y con bombitas de automóviles. Iluminan toda la noche para que el pollo coma y, a la vez, actúa de calefactor. La batería, además, alimenta al sensor que está colocado en el agua y cuando el bidón llega a la cuarta parte, se encienden las luces del tablero: cuando está la luz verde indica que hay alimento y agua, cuando hay faltante suena una chicharra. La tolba donde se coloca el alimento también tiene un sensor que enciende una luz roja y avisa que se ha vaciado”, describió Romani, que destacó el trabajo de los chicos por no ser una escuela técnica.
“Somos una escuela rural, en nuestro pueblo los pollos se crían caseros y a los chicos se les ocurrió aplicar la energía solar para utilizar en el criadero, todo con materiales reciclables. Sólo se compró el panel solar con la ayuda del Conicet”, resaltó la docente.
De los nueve emprendimientos que participaron de Concursol, recibieron menciones especiales al aprovechamiento de materiales reciclables en el horno solar con termómetro digital, de los alumnos del Politécnico; y la heladera solar ecológica, de la Escuela de Educación Técnica Nº 550 de Granadero Baigorria. Todos los alumnos que participaron en los emprendimientos solares se llevaron un certificado. El jurado estuvo conformado por Miguel Ángel Lara y Rubén Piacentini, investigadores del Ifir; Graciela Salum, profesional de apoyo del Ifir; Jorge Vázquez, arquitecto de la Facultad de Arquitectura; Pablo Bertinat, del Taller Ecologista de Rosario; René Galiano, Secretaría de Estado de la Energía de Santa Fe, y Eduardo Gherbezza, Secretaría de Estado, Tecnología e Innovación de la Santa Fe.
La Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas agasajó a los investigadores y docentes que fueron distinguidos durante 2013. Durante un acto realizado ayer en las instalaciones de Suipacha 531 se realizó un homenaje a los doctores Néstor Carrillo y Alejandro Olivieri, premios Konex Platino 2013 y a los doctores Teodoro Kaufman, Ernesto Mata, Alejandro Vila, Néstor Carrillo y Alejandro Olivieri, quienes recibieron durante este año el Diploma al Mérito Konex en Ciencia y Tecnología. Se agasajó también a dos mujeres destacadas durante este año, la doctora Fabiana Drincovich (premio L’Oréal Unesco 2013) y Alejandra Suárez (presidenta del Consejo Consultivo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, organización que fue elegida como Premio Nobel de la Paz 2013). Esteban Serra, decano de la facultad, dijo que “han sido buenos años para la ciencia, se han llevado adelante acciones desde los diferentes niveles del gobierno para que la ciencia tenga un impulso importante”.
Por el impacto de la gestión, la lista de Pullaro podría quedar tercera en octubre
Marcos Barceló: En Santa Fe "hay miles de inocentes presos"
UDA rechaza el desfinanciamiento de la educación en Argentina

Y recibí las noticias más importantes!