25 DE ABRIL 2024
Bueno: la actividad siguió con la recuperación durante el mes de junio
Por:
Andrés Randazzo
Lunes 05 de
Julio 2021
La recuperación de la economía avanzó durante junio, elevando “el techo de la actividad”, según se desprende de un informe privado en base a los datos sectoriales que se conocen hasta el momento.
Con la perspectiva de que el nivel continúe mejorando de cara a los próximos meses, de la mano de la obra pública y el consumo, se espera que el rebote para este año se ubique en torno al 7%.
“Observamos que durante el mes de junio avanzó la recuperación. Contrario a la idea de algunos analistas de que el segundo trimestre se alcanzó el techo de recuperación dando lugar a un sendero de estancamiento, una serie de dos indicadores nos permiten anticipar que la trayectoria alcista continuará”, señaló en su informe la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
Nicolás Zeolla, economista jefe de FIDE, señaló a Ámbito que es difícil estimar el número exacto de junio con los datos disponibles, pero remarcó: “El nivel de actividad va a seguir mejorando en relación a mayo y la expectativa es que, de la mano de la obra pública y el consumo, mejore para fin de año. De ninguna manera mayo es el techo”.
El informe de la firma destaca que, a modo de anticipo, el consumo de energía industrial de grandes empresas (excluyendo ALUAR) relevado por CAMMESA registró en junio un crecimiento del 37,4% respecto a junio de 2020, y del 19% respecto a junio del 2019. Los datos para la primera mitad el 2021 son igual de alentadores. El acumulado para los primeros seis meses del año registra un crecimiento de la demanda de energía industrial (excluyendo ALUAR) del 44% respecto a 2020 y del 4,9% respecto a 2019.
“De consolidarse estas tendencias, el techo de la actividad se ubicaría en niveles más altos que los previstos hasta el momento. Estimamos que el escenario de crecimiento del PBI podría elevarse al 7% para 2021, aproximándose cada vez más al escenario optimista descrito a comienzos de año. Igualmente, y más allá de lo anterior, proyectamos que la recuperación de 2021 no alcanzará a compensar totalmente la caída de 2020. Medido en niveles de actividad, deberíamos esperar hasta mediados de 2022 para registrar niveles de producción y consumo equivalentes a los pre-pandemia”, remarcó el estudio.
Al analizar sectorialmente la recuperación, se destaca que la industria y la construcción siguen siendo los principales motores de la actividad. Por su parte, el consumo sigue “retrasado”, a la espera del impacto de la primera tanda de aumentos de paritarias y la apertura de algunas actividades que continúan afectadas por las medidas sanitarias.
Miradas
“En la segunda parte del año, la economía se recuperaría tanto de manera desestacionalizada como interanual: el mayor ritmo de vacunación y la baja de contagios por el calor permitirían menores restricciones en comparación a los meses previos. Además, la desaceleración de la inflación en un contexto de reapertura de paritarias sería el principal mecanismo para que el consumo muestre un crecimiento en la previa electoral”, señalaron por su parte desde Ecolatina.
“La mejora del poder adquisitivo de los hogares, en el margen, y la recuperación del nivel de empleo ayudaría a impulsar a determinadas ramas industriales y de comercio. A su vez, el incremento de la obra pública y la falta de alternativas de ahorro que deja el cepo serán un motor para el rebote de la construcción y la inversión. Por último, el sector agropecuario se mantendría en terreno positivo en un contexto de mayor demanda de China y el sudeste asiático”, agregaron.
Desde Equilibra, en tanto, remarcaron que por el avance de la vacunación podría evitarse una tercera ola que permitiría, para agosto o septiembre, contar con una “fuerte recuperación de la economía”.
“Observamos que durante el mes de junio avanzó la recuperación. Contrario a la idea de algunos analistas de que el segundo trimestre se alcanzó el techo de recuperación dando lugar a un sendero de estancamiento, una serie de dos indicadores nos permiten anticipar que la trayectoria alcista continuará”, señaló en su informe la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
Nicolás Zeolla, economista jefe de FIDE, señaló a Ámbito que es difícil estimar el número exacto de junio con los datos disponibles, pero remarcó: “El nivel de actividad va a seguir mejorando en relación a mayo y la expectativa es que, de la mano de la obra pública y el consumo, mejore para fin de año. De ninguna manera mayo es el techo”.
El informe de la firma destaca que, a modo de anticipo, el consumo de energía industrial de grandes empresas (excluyendo ALUAR) relevado por CAMMESA registró en junio un crecimiento del 37,4% respecto a junio de 2020, y del 19% respecto a junio del 2019. Los datos para la primera mitad el 2021 son igual de alentadores. El acumulado para los primeros seis meses del año registra un crecimiento de la demanda de energía industrial (excluyendo ALUAR) del 44% respecto a 2020 y del 4,9% respecto a 2019.
“De consolidarse estas tendencias, el techo de la actividad se ubicaría en niveles más altos que los previstos hasta el momento. Estimamos que el escenario de crecimiento del PBI podría elevarse al 7% para 2021, aproximándose cada vez más al escenario optimista descrito a comienzos de año. Igualmente, y más allá de lo anterior, proyectamos que la recuperación de 2021 no alcanzará a compensar totalmente la caída de 2020. Medido en niveles de actividad, deberíamos esperar hasta mediados de 2022 para registrar niveles de producción y consumo equivalentes a los pre-pandemia”, remarcó el estudio.
Al analizar sectorialmente la recuperación, se destaca que la industria y la construcción siguen siendo los principales motores de la actividad. Por su parte, el consumo sigue “retrasado”, a la espera del impacto de la primera tanda de aumentos de paritarias y la apertura de algunas actividades que continúan afectadas por las medidas sanitarias.
Miradas
“En la segunda parte del año, la economía se recuperaría tanto de manera desestacionalizada como interanual: el mayor ritmo de vacunación y la baja de contagios por el calor permitirían menores restricciones en comparación a los meses previos. Además, la desaceleración de la inflación en un contexto de reapertura de paritarias sería el principal mecanismo para que el consumo muestre un crecimiento en la previa electoral”, señalaron por su parte desde Ecolatina.
“La mejora del poder adquisitivo de los hogares, en el margen, y la recuperación del nivel de empleo ayudaría a impulsar a determinadas ramas industriales y de comercio. A su vez, el incremento de la obra pública y la falta de alternativas de ahorro que deja el cepo serán un motor para el rebote de la construcción y la inversión. Por último, el sector agropecuario se mantendría en terreno positivo en un contexto de mayor demanda de China y el sudeste asiático”, agregaron.
Desde Equilibra, en tanto, remarcaron que por el avance de la vacunación podría evitarse una tercera ola que permitiría, para agosto o septiembre, contar con una “fuerte recuperación de la economía”.
Con información de
Ámbito