Analistas aseguran que los mercados ignoran la variante Delta
Miércoles 11 de
Agosto 2021
Bloomberg Economics estimó que pese a los riesgos de la variante delta, las primeras señales del tercer trimestre en la economía mundial muestra una aceleración del crecimiento, una señal positiva para los inversores preocupados por el aumento de precios y una demanda dudosa.
Bloomberg Economics estima que el Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial en el tercer trimestre crecerá un 1,8% con respecto a los tres meses anteriores.
En cuanto a Estados Unidos, se prevé que el índice de Precios al Consumo (IPC) avance a un ritmo menos preocupante, a medida que la inflación en EE.UU. alcance su punto máximo y después disminuya desde las elevadas lecturas del verano. Esto será bienvenido por los banqueros centrales como el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien había apostado que el pico de inflación sería temporal, apunta la agencia estadounidense.
Qué sucede en los principales mercados del mundo
China, con su rápido control del virus, y Estados Unidos, con su enorme estímulo, han impulsado la producción por encima del pico prepandémico, lo que les permite reclamar el crédito por impulsar la recuperación mundial. La Zona Euro y Reino Unido, en cambio, todavía van lentos en el camino de la recuperación. En Japón, una implementación lenta de la vacuna significa que la recuperación se está retrasando.
China ahora se enfrenta a nuevos riesgos mientras el gobierno lucha por contener el brote del Delta. En Estados Unidos, las lecturas de verano del IPC superaron el 5% interanual, muy por fuera de la zona de confort de la Reserva Federal. El pronóstico actual sugiere que las presiones alcanzarán su punto máximo y comenzarán a bajar en el tercer trimestre.
Se espera que la Zona Euro, más rezagada en la recuperación pero con el ritmo de crecimiento aún acelerándose, observe un repunte de la inflación, pero no a niveles tan elevados como los observados en EEUU.
En cuanto a los bancos centrales, se espera que la Fed comience su reducción de las compras de bonos a principios de 2022, y puede proporcionar más claridad sobre cómo se verá tan pronto como el Simposio de Jackson Hole, a partir del 26 de agosto. El Banco Central Europeo (BCE) puede moverse en otra dirección. Un cambio reciente en sus comunicaciones señaló una mayor tolerancia a la inflación, abriendo la posibilidad de compras de activos amplificadas.
En China, el banco central ya ha tomado medidas para evitar una desaceleración del crecimiento liberando más fondos para que los bancos presten. Es posible que el brote de la variante delta lo obligue a hacer más.
En los mercados emergentes, una recuperación de la actividad más rápida de lo esperado, impulsada por un estímulo fiscal significativo, ya ha empujado a varios bancos centrales a comenzar a normalizar la política.
En cuanto a Estados Unidos, se prevé que el índice de Precios al Consumo (IPC) avance a un ritmo menos preocupante, a medida que la inflación en EE.UU. alcance su punto máximo y después disminuya desde las elevadas lecturas del verano. Esto será bienvenido por los banqueros centrales como el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien había apostado que el pico de inflación sería temporal, apunta la agencia estadounidense.
Qué sucede en los principales mercados del mundo
China, con su rápido control del virus, y Estados Unidos, con su enorme estímulo, han impulsado la producción por encima del pico prepandémico, lo que les permite reclamar el crédito por impulsar la recuperación mundial. La Zona Euro y Reino Unido, en cambio, todavía van lentos en el camino de la recuperación. En Japón, una implementación lenta de la vacuna significa que la recuperación se está retrasando.
China ahora se enfrenta a nuevos riesgos mientras el gobierno lucha por contener el brote del Delta. En Estados Unidos, las lecturas de verano del IPC superaron el 5% interanual, muy por fuera de la zona de confort de la Reserva Federal. El pronóstico actual sugiere que las presiones alcanzarán su punto máximo y comenzarán a bajar en el tercer trimestre.
Se espera que la Zona Euro, más rezagada en la recuperación pero con el ritmo de crecimiento aún acelerándose, observe un repunte de la inflación, pero no a niveles tan elevados como los observados en EEUU.
En cuanto a los bancos centrales, se espera que la Fed comience su reducción de las compras de bonos a principios de 2022, y puede proporcionar más claridad sobre cómo se verá tan pronto como el Simposio de Jackson Hole, a partir del 26 de agosto. El Banco Central Europeo (BCE) puede moverse en otra dirección. Un cambio reciente en sus comunicaciones señaló una mayor tolerancia a la inflación, abriendo la posibilidad de compras de activos amplificadas.
En China, el banco central ya ha tomado medidas para evitar una desaceleración del crecimiento liberando más fondos para que los bancos presten. Es posible que el brote de la variante delta lo obligue a hacer más.
En los mercados emergentes, una recuperación de la actividad más rápida de lo esperado, impulsada por un estímulo fiscal significativo, ya ha empujado a varios bancos centrales a comenzar a normalizar la política.
Con información de
Ámbito