Londres
La Policía británica decomisará sus sueldos a los inmigrantes ilegales
Jueves 21 de
Mayo 2015
Con la inmigración disparada a cifras récord en el Reino Unido, David Cameron presentó ayer su fórmula para intentar atajarla, que en resumen consiste en pasar a considerar delito el trabajo en negro.
La Policía podrá incluso decomisar los sueldos de los inmigrantes irregulares.
En 2010, cuando llegó al Número 10 de Downing Street, David Cameron prometió bajar el número anual de anual de inmigrantes a cien mil. Pero las cifras reales triplican ya las de aquella promesa y han batido el récord de una década. Según los datos oficiales conocidos ayer, la cifra neta en 2014 fue de 318.000, lo que supone 109.000 más que en 2013. La mayor de la historia, si se exceptúa el récord de 2005, bajo Gobierno laborista, cuando hubo dos mil más. El primer ministro reconoció que las cifras «son decepcionantes» y que queda «un largo camino».
Sabedor de que los datos lo iban a poner colorado, Cameron presentó ayer mismo sus nuevos planes, que se sintetizan en esta frase: «Queremos hacer del Reino Unido un país menos atractivo para venir a trabajar ilegalmente». En la práctica, lo que se hará es considerar delito trabajar ilegalmente o emplear a inmigrantes irregulares no comunitarios. La batería de medidas incluye que los policías podrán decomisar los sueldos recibidos en negro. Además se procesará a los no comunitarios que llegan al país legalmente, como turistas o estudiantes, pero que luego se quedan a trabajar en el mercado negro una vez que su visa expira.
Expulsión de los comunitarios
A futuro, Cameron quiere también que los comunitarios que en seis meses no encuentren empleo sean expulsados del país y que en los cuatro primeros años en el Reino Unido no puedan recibir ayudas sociales. «La verdad es que hasta ahora ha sido demasiado fácil trabajar ilegalmente aquí y emplear ilegalmente», asumió. Las medidas estarán incluidas en el programa de su investidura parlamentaria, el llamado «Discurso de la Reina», que tendrá lugar el miércoles.
En 2014, el Reino Unido recibió a 641.000 personas y se fueron 323.000, lo que arroja la cifra neta de los 318.000. Los inmigrantes que llegan de la UE han aumentado más que los del resto del mundo. La cifra de rumanos y búlgaros, que la prensa inglesa señala con cierto toque xenófobo, se dobló en 2014, con 46.000. No existe un cálculo exacto de cuantos sin papeles viven a día de hoy en el Reino Unido, pero el último estudio formal, que llevó a cabo Interior en 2012, estimaba unos 618.000.
El debate de la inmigración va muy asociado a la negociación del Gobierno británico con la UE, en la que busca un nuevo marco que permita a Cameron pedir la continuidad en Europa en el referéndum. El primer ministro aprobará la ley para la consulta al día siguiente del «Discurso de la Reina». Aunque siempre habló de que se efectuaría en 2017, se empieza a dar por hecho que la adelantará a mayo del próximo año.
Cameron está conversando con sus socios europeos desde el día siguiente a su espectacular victoria electoral. Pero formalmente las negociaciones se abren hoy en la cumbre europea de Riga, primer encuentro con sus homólogos desde su triunfo. Entre tanto, continúan las voces que indican que dejar la UE tiene un precio. Airbus dijo ayer que reconsideraría sus inversiones en el Reino Unido. Dos días antes dijo lo mismo Deutsche Bank, y antes, el HSBC. El miércoles, sir Mike Rake, presidente de la CBI, la mayor patronal británica, pidió a sus asociados que «eleven el volumen» en su petición de que el Reino Unido permanezca en una «Unión Europea reformada».
Con información de
ABC
