Santa Fe | Ciudad
Los delitos contra viviendas particulares y comercios son notablemente frecuentes
Lunes 07 de
Septiembre 2015
Un muestreo realizado entre el primero de junio y el 31 de agosto revela que hubo 79 golpes en 91 días. Y existe una marcada simetría puesto que de ese total, 38 fueron a comercios; 39, a casas de familia, y también dos clubes fueron visitados por malvivientes.
“¡Dame toda la guita!”, es la frase repetida y que resume la acción repetida en estos días. Los robos a mano armada tanto en comercios como en viviendas se multiplican y, además, muestran a autores que -generalmente a cara descubierta y armados- se apoderan de ahorros, alhajas, electrodomésticos y cualquier otra cosa que pueda ser atractivo al momento del asalto.
Desde hace algún tiempo desde diversos barrios se multiplican las quejas por la sensación de que desde la provincia se hace poco en materia de seguridad y los vecinos sienten que viven en “zonas liberadas” donde los amigos de lo ajeno hacen de las suyas sin que exista una respuesta acorde.
El Litoral hizo un punteo de la información publicada en sus páginas y llegó a la cifra de 79 golpes en 91 días. Es importante advertir que la información es la publicada puesto que hay una gran reticencia en brindarla en las oficinas encargadas de un área tan sensible como la seguridad de la población. Además, es conocida la actitud de evitar formalizar la denuncia por robo en la comisaría debido a que la consideran “inútil” y “poco efectiva”.
Y como última aclaración cabe observar que los delitos contabilizados son contra la propiedad. No se incluyen arrebatos, robos a taxis y remises, o los producidos en unidades del transporte público.
El “escruche”
El denominado “escruche” es el robo que se produce cuando una familia abandona su hogar y los cacos aprovechan esa ocasión para ingresar y “levantar” todo lo que puedan. En estos tres meses -según lo publicado- se produjeron 15 casos, todos ellos muy similares entre sí.
El relato de las víctimas es casi el mismo: “Salí a almorzar a la casa de mi madre y cuando volví estaba la puerta abierta”; “salimos a cenar y cuando volvimos la casa esta daba vuelta”; “salí apenas un rato para hacer unos trámites y cuando volví la puerta estaba violentada”. Lo llamativo es que en muchos casos, los habitantes de la casa se ausentan apenas unos momentos y es en ese breve lapso cuando se produce el ingreso de los ladrones. Además, en más de una oportunidad lo producido en el robo debe ser fácilmente observable por gente que transite en el lugar puesto que incluye equipos de TV LED, de audio y otros electrodomésticos que nos son bultos menores. Sin embargo, nadie parece ver nada raro en el momento del robo.
Las zonas más afectadas son Sur (incluido el centro-sur) y Guadalupe donde se cuentan robos al departamento de una jueza y hasta en la casa de la madre del ex ministro de Seguridad, Leandro Corti.
La pregunta que muchos se hacen es de dónde sacan la información los ladrones para saber qué casa se desocupa por algunas horas ya que en ciertos relatos hubo una invitación telefónica y, de un momento para otro, el propietario abandonó momentáneamente su vivienda.
Asalto y entradera
La entradera es, por definición, un tipo de asalto donde los ladrones aprovechan la presencia del propietario en la puerta de su vivienda para ingresar, reducir y cometer el robo. Si bien no son muchos los casos detectados de entradera sí son bastantes los que cuentan que en el medio de la noche son encandilados por una linterna y una voz que reclama el dinero.
Este tipo de robo se produjo en varias ocasiones y, según los relatos, el proceder es muy parecido en cada caso. La linterna en la cara, reducir a los integrantes de la familia y reclamar la entrega de dinero con amenazas que son terribles en más de un caso puesto que se llegó a apuntar con un revólver a uno de los hijos para que entreguen el dinero. En otro, se utilizó una picana para disuadir a las víctimas y en uno de ellos hasta se utilizó una tenaza para cortar el anillo de oro de casamiento del propietario.
Uno de los hechos más llamativos fue el que sufrió Silvia F., de Villa María Selva, quien en la mitad de la noche escuchó ruidos y se escondió esperando que los ladrones hicieran lo suyo y se fueran. Sus llamados al 911 fueron inútiles y fue descubierta por uno de los malvivientes que le dijo: “Portate bien o sino te mato”. Luego la llevó hasta la puerta de su casa y la obligó a llamar un taxi y, como la unidad se demoraba, llamó a sus compinches que lo pasaron a buscar en un auto. “Fue la peor noche de mi vida”, dijo la mujer.
En comercios
Si bien lo que les toca vivir a quienes son víctimas de escruches, entraderas y asaltos en casa de familia son terribles, la situación de los comerciantes es mucho peor. En muchas ocasiones, los ingresos de asaltantes dejan al descubierto a personas violentas que no dudan en disparar a matar con tal de conseguir su cometido.
Uno de esos casos fue el que vivió el dueño de la carnicería La Vaca Loca en barrio Barranquitas que luego de entregar el dinero recibió un disparo en su abdomen por demorarse en la entrega de las llaves de su motocicleta que la reclamaban los ladrones; o la encargada de una rotisería en Villa María Selva, Melina, que recibió un disparo en pleno rostro cuando se resistió al robo. Otro hecho sumamente violento fue un robo en un drugstore en 7 Jefes que se resumió en un título: “Nadie está preparado para te gatillen tres veces en la cabeza”, sostuvo apesadumbrado luego del asalto.
Perfiles
Al analizarse los casos que fueron detectados por El Litoral se observa que la zona donde más robos a comercios se produjo es, obviamente, la céntrica donde se registraron 8 robos a comercios y tres a casas de familia. En el otro extremo, es Guadalupe el peor barrio para las viviendas particulares puesto que hubo 5 a casas de familia, uno a comercio y otro a una entidad deportiva (Sportivo Guadalupe). Sargento Cabral, con nueve hechos, los reparte entre 5 a casas de familia y 4 a comercios; en barrio Sur, 4 a viviendas particulares y tres a comercios; y en Fomento 9 de Julio, cuatro a viviendas particulares, dos a comercios y un robo a un club (Escalante).
El tío
Increíblemente aún subsisten los llamados “cuentos del tío” y hubo varios en estos meses. En uno de ellos, la persona llamó a una mujer mayor para preguntarle: “¿Usted está buscando un albañil?”. De la respuesta afirmativa hasta el robo hubo un pequeño trecho. También un grupo de mujeres timó a un señor que cuando le mostraron a un niño se compadeció de la situación, y en otro una persona se hizo pasar por un familiar. Hay que estar alerta.
Detenciones
En más de un caso se produjeron detenciones pero, la constante, es que la policía llega advertida por las víctimas o por los vecinos. O directamente son las víctimas las que detienen a los ladrones. Uno de ellos fue el caso de la Feria Americana de calle Mendoza al 2900 donde el encargado corrió al joven que lo había encañonado momentos antes y lo logró detener... en el Colegio Normal donde era alumno. Otro caso se dio en un robo en Sargento Cabral donde tanto uno de los hijos de la familia asaltada como un vecino comedido, lograron dar aviso al 911 y los ladrones fueron detenidos por efectivos de la seccional 5ª. Eso sí, eran tres y se escapó uno.
Con información de
ellitoral
