SANTA FE | CIUDAD
"Trabajamos con miedo y mucha presión, y los funcionarios nos están abandonando"
Martes 22 de
Septiembre 2015
Familiares de un joven que ingresó fallecido por un balazo rompieron puertas, vidrios y amenazaron a personal de la Guardia. Los doctores manifestaron su preocupación y volvieron a reclamar por mayores controles en el ingreso. También mencionaron que ni la Dirección, el Consejo de Administración o el Ministerio hacen algo por resolver este problema.
Otra vez la violencia sacudió a los trabajadores del Hospital Cullen, algo que es cada vez más común, que se repite con frecuencia, y que según las propias víctimas, “en cualquier momento termina con uno de nosotros baleado o muerto”.
El hecho ocurrió este lunes a la siesta, cuando arribó al shock room un joven de 22 años que había recibido un disparo de arma de fuego en el rostro. El muchacho fue trasladado por un patrullero y cuando llegó al hospital ya estaba fallecido. Allí estaban sus familiares, quienes se encargaron de causar destrozos y amenazar de muerte (uno de ellos fue detenidos y trasladado a la Seccional 4ª).
Uno de los médicos de la guardia, Cristian Trioni, habló con ElLitoral.com y contó lo que ya se sabe, pero que no deja de ser novedad ya que se sigue repitiendo una situación que es insólita desde todo punto de vista, porque quienes se dedican a salvar vidas son amenazados de muerte, y porque es muy poco o nulo el respaldo que reciben de quienes deberían hacer algo para que estas cosas no pasen. Es decir, están solos o, como ellos mismos dicen, “a la buena de Dios”.
“Permanentemente estamos amenazados por familiares, que ingresan sin ningún tipo de restricción”, dijo Trioni, que explicó que “acá ingresan heridos, lesionados, lastimados, accidentados, y como corresponde nosotros los atendemos, pero de la misma forma ingresan los familiares. No hay ningún tipo de restricción para limitar ese acceso, ni de parte de la Dirección del hospital ni del Ministerio de Salud”
Respecto de lo ocurrido este martes, el médico contó que “nosotros nos limitamos a constatar que este chico de 22 años ya estaba muerto, y se lo tuvimos que informar a la familia, un grupo de 8 o 9 personas que, dentro de su dolor, en ese momento empezaron a amenazarnos de muerte, golpearon y rompieron puertas, vidrios. Nos decían «hijo de puta, salvalo o te matamos»”.
Guardia del Cullen: Amra propone restringir el acceso
Trioni recordó que en ese momento había tres policías del Servicio Penitenciario, “pero ellos estaban ahí custodiando a unos presos que trajeron para que sean atendidos, no estaban para custodiarnos a nosotros. Fue una coincidencia y ellos amedrentaron a los familiares y los fueron sacando del hospital. Pero acá, en el nosocomio, hay un solo policía que hace trabajos administrativos, y la custodia de seguridad que tenemos no puede hacer nada”.
“Seguimos trabajando con miedo. La violencia es cotidiana”, agregó Trioni, quien aportó un dato llamativo que también fue corroborado por otro colega: “el director no quiere que denunciemos estos hechos”.
“La situación nos sobrepasa. No sabemos qué hacer”
El Dr. Norberto Serra hace 35 años que trabaja en el Cullen. “Poné 33, que es lo que me reconocen, pero estoy hace 35”, aclara. El médico fue un poco más allá de este nuevo hecho de violencia al que se vieron sometidos los doctores de la Guardia: en esas más de tres décadas de servicio “ví cómo se perdieron todos los valores que nos inculcaron nuestros padres y cómo se degradó el trato hacia un semejante. Lo mismo que pasa en la sociedad, pasa en el hospital, este es un reflejo fiel del deterioro de la sociedad”, comentó a raíz de lo que viene sucediendo puertas adentro del nosocomio provincial.
“Lo que nos parece es que hay una desidia y un abandono muy grande no solo de autoridades políticas de Seguridad y de Salud, sino un abandono de parte de autoridades del hospital, de los colegas y del Consejo de Administración del Cullen. Esto es gravísimo”, dijo Serra, y agregó que “estamos hartos de elevar notas, porque todas mueren en algún cajón de la Dirección, del Consejo de Administración o de un político del Ministerio”.
“Esto es terrible, alguna vez nos va a suceder algo a nosotros y va a pasar como cualquier otro asesinato, totalmente desapercibido, cinco días después todo el mundo se olvidó”, dijo el doctor quien agregó que “los enfermeros no quieren hablar, pero están asustados más que nosotros, porque a ellos no solo los quieren agredir físicamente, sino que a diario y desde hace muchísimo, son víctimas de agresiones verbales, intolerancia y presiones de familiares”.
Serra también se refirió al “agravante que nosotros no tenemos seguridad en la guardia. Eso en este hospital es inconcebible”. Al respecto mencionó que “conocemos todos los hospitales de emergencia del país, y este es el único que no tiene un servicio de seguridad acorde con las circunstancias y momentos que se viven en el país. Tal vez sea porque no solo es un hospital de urgencias, sino que tiene otras especialidades como los enfermos agudos y los crónicos, y no se puede limitar la entrada, porque hay pacientes que están internados muchos días y sus familiares tienen que venir, pero sí hay que limitar la entrada al servicio de Guardia, que es donde recibimos pacientes que son muy conflictivos: hay bandas de delincuentes que entran y se agreden mutuamente, y nosotros estamos en el medio. Eso es espantoso”.
Esta situación “nos sobrepasa, no sabemos qué hacer. Estamos prácticamente librados a nuestra suerte y a la espera que no suceda nada, porque hasta ahora a nadie se le ocurrió sacar un arma y pegarnos un tiro”, y dejó en claro que hacer pública esta situación a través de los medios de comunicación “es la única forma de protestar que tenemos, porque no podemos parar, y seguramente el Ministerio juega con eso. Además, Amra es muy tibio como gremio, es muy pobre lo que hacen”.
Serra recordó que “brindamos un servicio a la comunidad y no les podemos hacer entender a la gente que es muy delicado esto, somos el último eslabón de la cadena de atención, y somos los últimos que podemos hacer algo para salvar una vida porque estamos preparados para eso, pero estamos trabajando con miedo y con mucha presión: las puteadas y amenazas son cosa de todos los días, a lo que hay que sumarle que los funcionarios nos están abandonando, y ya estamos cansados de hacer denuncias”.
Por último, el médico agregó que de la reunión entre el Ministerio y la Dirección del hospital ellos no participan, “no lo llamaron al Jefe del Servicio (Dr. Gabriel Martínez Dorr), no lo convocan”. Y repitió lo mismo que al principio de la charla: “hay desidia y abandono: jamás vimos que baje gente del Consejo de Administración o el director del hospital a ver cómo podemos solucionar esto”.
Tratamiento
Durante el violento hecho ocurrido este lunes por la tarde había cinco médicos que estaban cubriendo la guardia: los doctores María Pía Bernardi (jefa de la guardia), Cristian Trioni, Norberto Serra, Daniel Quiroga y Mario Rappaport. Afortunadamente ninguno de ellos sufrió lesiones durante la agresión, pero una trabajadora del hospital que se desempeña como personal de seguridad deberá recibir tratamiento ya que el familiar de un joven fallecido se cortó cuando rompió un vidrio y salpicó con sangre en el rostro y la boca a la mujer.
Esta trabajadora “tiene que hacer un tratamiento preventivo por un mes con drogas que tienen efectos colaterales”, comentó Serra, quien agregó que “el director del hospital le pidió que no haga la denuncia”.
Con información de
ellitoral
