CHACO
Asaltaron, golpearon y tuvieron cautivo casi una hora a abogado de derechos humanos
Jueves 12 de
Noviembre 2015
El hecho registrado ayer en la casa del abogado Mario Bosch conmociona al fuero penal y organismos de derechos humanos, por la virulencia de los dos sujetos encapuchados y armados, que entraron en el domicilio de Vélez Sarsfield al 1599. “Al menos uno pertenecía a una fuerza de seguridad”, afirmó la víctima, quien debió ser asistido por algunos cortes a causa de los golpes que le propinaron los delincuentes.
Aún consternado por lo que le tocó vivir, Bosch atendió a NORTE mientras realizaba los trámites en las oficinas de la empresa prestataria para poder recuperar su línea telefónica, es que entre lo robado está su teléfono celular.
De acuerdo con lo explicado por el abogado querellante en varias causas por crímenes de lesa humanidad y titular del Comité contra la Tortura del Chaco el robo sucedió a las 5, mientras dormía.
La causa recayó en el fiscal en turno Juan Martín Bogado y la denuncia la radicó ayer por la mañana en la Unidad Descentralizada de Atención a la Víctima y al Ciudadano.
Bosch reside en avenida Vélez Sarsfield 1599 y contó que cerca de las 5 escuchó un ruido dentro de la casa y luego una persona ingresó en su dormitorio. El sujeto era de “un metro setenta y cinco y robusto”, precisó Bosch.
Lo que le llamó la atención que el individuo tenía un pasamontañas colocado, “tipo los que usan los de (la división) Traslado”, y además también llevaba una gorra de color rojo o bordó. Alcanzó a ver que a la altura de la cintura llevaba unas esposas colocadas, una adentro del pasacintos y la otra colgaba por fuera.
A ese delincuente lo confundió según consta en la denuncia con su colega Paulo Pereyra, ya que es de la misma estatura, por lo que al comienzo, admite Bosch, pensó que se trataba de una broma de su amigo. Creyendo en esa posibilidad comienza a reírse y cuando se sienta en la cama, entró el segundo ladrón en la habitación.
Los dos tenían las armas en mano y cree que serían pistolas calibre 9 mm, las que usan las fuerzas de seguridad.
Los primeros golpes
Ya rodeado por los delincuentes, uno le pide que se dé vuelta, y como aún seguía Bosch sin entender, uno le pegó una trompada en la frente, y con la culata del arma en el costado de la cabeza. “Me tiro boca abajo y me toco el lugar donde me había golpeado y al mirar mi mano tenía sangre”, avanzó sobre la dura vivencia que se prolongó por 45 minutos.
Le colocaron precintos y volvieron a golpearlo con los puños y el arma, exigiéndole “decime dónde está la guita”. Los maleantes le habrían hecho saber: “No te hagas el p... que ya te vendieron que tenés una torta de guita”, le recriminaron porque el abogado decía no tenerla.
Para calmarlos, les confesó que en el morral colgado en la silla en la planta baja había 2500 pesos, por lo que nuevamente le pegaron, porque no creían lo que respondía.
Pidió que bajen a buscar los 2500 pesos así, él les decía donde más guardaba, lo que enojó a uno de los delincuentes, que le colocó la pistola en la cara y después en la sien, amartillándola para asustarlo aún más.
“Te vamos a matar”
“No te hagás pegar Marito” le dijeron sus captores. Terminada esa frase, volvieron a golpearlo, porque los 2500 pesos no eran suficientes. Lo amordazaron pero pudo sacarse la funda de una almohada que le pusieron en la boca. Así pretendió decirles que él les diría dónde había más dinero, sin embargo, uno de los asaltantes le advirtió: “No nos mire porque si no te vamos a tener que matar y si colaborás no te vamos a hacer nada”.
Bosch les confesó que en un maletín que guardaba en el ropero había 1.200 dólares, en dos sobres. Como no encontraban el portafolio, se pusieron nerviosos, y le lanzaron otra amenaza: “Si nos decís b... te vamos a tener que picanear y vos ya sabés lo que es eso, vos ya pasaste por esto”.
De acuerdo con lo que consta en la denuncia del abogado, los sujetos le dijeron que “a vos ya te cantaron, nos pasó el dato la policía”, a lo que respondió que no había cobrado ningún dinero en estos días. Uno seguía revolviendo el maletín y el otro se acercó, montó el arma para disparar, y le apoyó el caño en la boca.
Finalmente, los dólares son encontrados y comenzaron a desparramar todo tipo de pertenencias, seguros de que su víctima escondía más dinero. Le preguntaron por Juan Carlos Goya, sin saber por qué se interesaron por el secretario de Derechos Humanos.
Fingió llorar para que no le corten un dedo
Además, inculparon al socio de Bosch de haberles dicho que habían cobrado un dinero. “Nos dijo tu socio que cobraste 50.000 pesos”, lo cual desmintió enfáticamente, ni tampoco oro, algo que también le pidieron durante el cautiverio en su domicilio.
La cosa se puso fea para el letrado cuando uno con un alicate que usaron para cortar el alambrado perimetral, antes de ingresar en la finca, pretendió cortarle uno de los dedos de sus manos. “Cuando me agarraron fingí llorar y empecé a patear, simulando estar desesperado”, en esa situación hasta el auto les ofreció para que se lleven y lo liberen.
Resulta que la plata que presuntamente buscaban está en un plazo fijo, por lo que -tal vez- el dato que les pasaron a los delincuentes fue erróneo, evaluó como posibilidad.
Sospechas sobre las fuerzas de seguridad
La casi hora que estuvo privado de la libertad por dos ladrones sirvieron para que el reconocido abogado Bosch, pudiera observar de qué forma se manejaban y cómo hablan ambos. Por un lado, pudo verles las esposas, también que portaban pistolas calibre 9 mm, las que usan los integrantes de fuerzas de seguridad y que entraron cubriendo sus rostros con pasamontañas, como las que utiliza la división Traslado.
Además, usaron precintos para sujetarlo de las manos y pies. También las referencias sobre su actividad en política de derechos humanos y el uso de la picana, y a dónde se encontraba el secretario de Derechos Humamos, Juan Carlos Goya.
Cuando estaban dejando la escena, uno de los individuos le advirtió: “Vas a aprender a mirar mejor con quien te metés”. Con estos elementos, la víctima no dudó y denunció: “Al menos uno de ellos pertenecía a una fuerza de seguridad”.
Con información de
diarionorte
