CÓRDOBA
Otro joven muere tras manipular arma
Domingo 22 de
Mayo 2016
Un adolescente de 17 años falleció de un balazo en la cabeza mientras jugaba con una pistola nueve milímetros junto con otro muchacho, en el asentamiento Cooperativa Nueva Esperanza. Hace pocas semanas ocurrió un caso similar en Ampliación San Roque.
Un joven de 17 años murió alcanzado de un balazo cuando manipulaba con un amigo una pistola nueve milímetros, en una precaria vivienda de Cooperativa Nueva Esperanza, un loteo informal emplazado detrás del barrio cerrado San Isidro, en jurisdicción de la ciudad de Córdoba.
Según la principal hipótesis que investigan la Justicia provincial y la división Homicidios de la Policía, la víctima fatal, identificada como Denis Joanes Ávalos (17), estaba con un joven de 22 años y manipulaba el arma, momento en que se activó y salió el proyectil que le impactó en la cabeza. Murió en el acto.
Se trata de una versión preliminar que se intentará ir corroborando con el informe de la autopsia y los peritajes a cargo de la Policía Judicial, que trabajó en el domicilio donde ocurrió la fatalidad.
El caso deja al descubierto otra vez la proliferación de armas de fuego clandestinas en los distintos barrios de la ciudad de Córdoba.
En 31 de marzo último, un informe de La Voz del Interior reveló que 21 de los 22 crímenes ocurridos en el primer trimestre en la capital provincial fueron a balazos.
Ahora, en este tiempo, un mes y medio, se registraron 12 homicidios más en jurisdicción de la ciudad de Córdoba. En nueve de estos casos, hubo al menos un arma de fuego.
El promedio continúa siendo muy elevado: 30 de 35 crímenes se cometieron a los tiros.
No es aislado
Un antecedente similar al ocurrido ahora en Cooperativa Nueva Esperanza sucedió hace pocas semanas atrás, el jueves 5 de este mes a la noche en un domicilio de barrio Ampliación San Roque, donde otro adolescente de 18 años murió de un balazo mientras jugaba con amigos a la play station.
De acuerdo con lo que se investigaba en aquella oportunidad, un grupo de jóvenes se había reunido frente al televisor, momento en que uno de los dueños de casa, un adolescente de 14 años, sacó una pistola calibre nueve milímetros que se disparó de manera accidental mientras la manipulaba.
El balazo afectó en la cabeza a Sergio Raúl Carranza (18), que minutos después murió en el hospital Misericordia, donde había sido trasladado en un vehículo particular.
Llamó la atención de los investigadores de Homicidios que la pistola de la que salió disparado el proyectil que mató a Carranza había “desaparecido” de esa vivienda una vez que llegaron los primeros policías.
En cuanto al último caso, cabe resaltar que también era un arma nueve milímetros la que manipulaban los jóvenes.
Se trata de pistolas poderosas que corren de manera ilegal. Se compran o se alquilan en un mercado clandestino cada vez más extendido, según reconocen vecinos de los cuatro puntos cardinales de la ciudad de Córdoba.
Una pistola nueve milímetros se puede conseguir por cerca de 5.000 pesos.
Según la Policía, todo sucedió alrededor de las 21 del viernes en una vivienda de manzana 5, lote 21, de barrio Cooperativa Nueva Esperanza.
Mientras que Ávalos murió en el acto, quien lo acompañaba, un muchacho de 22 años cuya identidad no trascendió, quedó a disposición de la Justicia provincial.
El fiscal de turno aguarda el resultado de la autopsia para definir la situación legal, ya que hasta anoche el caso continuaba caratulado como “muerte de etiología dudosa”.
Con información de
lavoz
