CÓRDOBA
Tras romper seis autos a martillazos, Víctor quedó en un neuropsiquiátrico
Miércoles 06 de
Julio 2016
El joven de 20 años dañó seis vehículos estacionados en barrio Pueyrredón. Y golpeó a una policía cuando intentaba detenerlo.Los vecinos quisieron atacarlo. Para un fiscal, tiene problemas mentales. Fue imputado.
Faltaba poco para el mediodía de ayer y la imagen era insólita: un joven, de zapatos, jeans y campera oscura, saltaba entre los techos de los autos estacionados y, con un martillo de metal, no paraba de pegarles a los parabrisas, los capós, los baúles...
“Nadie tiene el poder que tengo yo. Nadie tiene más fuerza que yo. ¡Muéranse todos!”, gritaba fuera de sí.
Algunos vecinos relataron luego que estaba completamente ido, como ausente, mientras destruía los coches. Otros señalaron que daba la impresión de haber estado drogado.
Algunos afirmaron que parecía sufrir un ataque de nervios o una crisis psicológica.
Lo concreto es que Víctor G., un cordobés de 20 años, en poco más de cinco minutos destruyó parcialmente a golpes unos seis vehículos –cuatro autos y dos camionetas 4x4– que estaban estacionados en una calle de barrio Pueyrredón, en la ciudad de Córdoba.
Si no rompió siete fue porque apareció una joven policía que, con gran esfuerzo, logró reducirlo hasta que llegaron más uniformados. La mujer terminaría con algunos golpes.
Varios vecinos y comerciantes se acercaron y lograron golpear al muchacho para vengarse.
¿Existió algún motivo, razón o disparador que haya activado semejante ataque de ira?
Distintas fuentes consultadas señalaron que hasta ahora no surge nada concreto en la causa.
No creen que se haya tratado de una venganza contra alguien en particular. No fue un ataque contra un expatrón o por parte de alguien despechado por alguna relación personal.
No existe conexión, a priori , entre los autos atacados: eran coches de vecinos o de empleados de distintos comercios.
“Todo indica que sufrió una crisis psiquiátrica... Ahora habrá que hacerle peritajes psicológicos”, indicó anoche una fuente de la fiscalía de Carlos Matheu, a cargo del caso.
Víctor será alojado por orden judicial en el Centro Psico Asistencial (CPA), un neuropsiquiátrico para pacientes judicializados que funciona detrás del Hospital Misericordia.
Fue imputado por daño reiterado, resistencia a la autoridad y lesiones. Lo dejaron custodiado.
A martillazos
Todo sucedió pasadas las 11 en Garay al 900, entre Esquiú y Félix Frías, en Pueyrredón, frente a los estudios del canal de televisión Showsport.
Víctor apareció de la nada, sacó un martillo de metal y comenzó a atacar los autos estacionados sin ocupantes.
La emprendió contra un Renault Kangoo gris, propiedad de Agustín Gatti; un Volkswagen Polo azul, de Javier Nacuce; un Peugeot 205 blanco, de Nicolás Cantarutti; una Toyota Hilux negra, de Carlos Miranda; una Toyota SW4 negra, de Lucrecia Ballardini; y un Volkswagen Fox negro, de Eduardo Álvarez Meléndez.
Este último propietario, que es empleado de un negocio de refrigeración, le contó su experiencia a La Voz . “Estaba trabajando y empezaron mis compañeros a gritar: ‘Hay un loco rompiendo coches en la calle…’ Me asomé y vi que le estaba dando a mi auto. ¡Parecía sacado!”, destacó
Victor les pegaba a parabrisas, lunetas, techos, capós, con toda furia. Las sirenas de los autos comenzaron a sonar a coro.
Nadie supo decir si el joven es vecino de esta barriada.
En medio de la confusión, apareció una policía que alcanzó a reducir al rompedor múltiple.
“El tipo estaba fuera de sí, pero la policía sacó coraje y lo puso contra la pared y pidió refuerzos. Otros vecinos se acercaron a ayudar”, contó Diego, empleado de una tienda de panificación.
“Varios vecinos le pegaron y mucho”, añadió Leonardo, otro testigo.
Los policías no tenían esposas para maniatarlo. Un vecino acercó unos precintos plásticos y así lograron reducirlo.
Víctor fue llevado a la Unidad Penitenciaria 9 (ex-Crom) y, de allí, pasó al neuro contiguo.
Hoy será el turno de los estudios psicológicos.
Con información de
lavoz
