Si se hace bien, puede anclar una apertura económica transatlántica modelo favorece, los mercados libres, gente libre y el imperio de la ley sobre las visiones cerradas, gestionadas de capitalismo de Estado.

En estos momentos, el pacto está en problemas, acosado por la estrechez de miras y la sospecha mutua. Esto es una locura. Un acuerdo de libre comercio nunca ha tenido ese apoyo en las cancillerías de Europa, así como en el ala oeste de la Casa Blanca. Está respaldada por la lógica convincente. Sin embargo, los partidarios también saben que el tiempo es desesperadamente corto: esta ventana político puede cerrar en sólo 18 meses, según un funcionario europeo en el centro del proceso. Esto debe hacerse con rapidez, en "un tanque de gas", dice un alto americano.

Los riesgos que implican todos pensar en pequeño. Los gobiernos europeos enviaron recientemente funcionarios de comercio a Bruselas para una primera reunión en su oferta a Estados Unidos. Dirigido por los franceses, enviados desde el sur y el este de Europa pidieron una larga lista de líneas rojas. Estos cubren el típico: la agricultura, los servicios públicos y el contenido de "audio-visual" (por ejemplo, tapones para los franceses cineastas , cuotas de tiempo de aire para mantener flamenco hip-hop en la radio). Eso espanta Equipo Obama, aunque no porque los estadounidenses son irreprensibles. Desde los servicios financieros a los servicios de transporte aéreo de pasajeros, América mantiene un montón de obstáculos al comercio. El verdadero temor es que si Europa comienza estableciendo líneas rojas, los escépticos del comercio en América del elaborarán su propia cuenta. Lo que es más, los burócratas comerciales estadounidenses son "Eeyoreish" y mezquino, dice una información privilegiada: un pacto comercial con Colombia es la cima de su ambición. Luego está el Congreso de qué preocuparse.

Los miembros del Comité de Finanzas del Senado el mes pasado interrogó el Representante comercial de EE.UU., Demetrios Marantis, sobre el acceso de la UE para el etanol, biodiesel, carne de res, cerdo y aves de corral de sus respectivos estados (para cada persona en mi estado, señaló un senador de Delaware con severidad, "hay 300 pollos"). El presidente, el senador Max Baucus de Montana, se quejó de "normas no basadas en la ciencia" de Europa. Que miró a una vieja disputa filosófica, con regulaciones estadounidenses pesa los costos y beneficios y castigar lapsos través de las fuerzas del mercado y litigios, mientras que el "principio de precaución" europeo desconfía productos o nuevas tecnologías hasta que se demostró seguro.

Algunas de estas diferencias son realmente difíciles de resolver. Pero el premio a la vista es grande. Con grandes flujos comerciales transatlánticos, incluso un poco de liberalización traería recompensas. Más al punto, esto puede ser Latina y última oportunidad de la UE para elaborar normas liberales, abiertas para la economía mundial. Los líderes deben hacerse cargo.

La tragedia es que un acuerdo es factible. Barack Obama anhela salir de la oficina con la economía creciendo con fuerza. Con sus opciones nacionales se estrecharon en Washington embotellamiento, impulsar el comercio exterior representa una oportunidad única para tomar medidas. Aunque un estudio de precaución sobre el comercio de su primer mandato, el presidente está listo para tomar riesgos, dijeron funcionarios. Para aplausos de los gobiernos europeos, Obama utilizó este año el estado de la Unión mensaje para anunciar las conversaciones sobre un Comercio Transatlántico y Sociedad de Inversión (TTIP), junto con el trabajo para concluir un pacto de comercio con Asia.

Se tomó el tiempo para el señor Obama para convencerse de que los europeos eran graves. Gran Bretaña, Países Nórdicos diversos y la Comisión Europea (que funciona las negociaciones comerciales en nombre de los miembros de la UE) llevan años presionando al presidente en el libre comercio, pero su celo está ligeramente por sentado en Washington. La canciller Angela Merkel de Alemania fue decisiva para convencer a Obama, se dice. Contactos con otras capitales de América confirmaron un gran cambio. Ahogamiento en deuda pública y sabiendo que sólo el crecimiento puede salvarlos, una masa crítica de líderes europeos están preparados para hacer frente, incluso en Francia. La vista en la parte superior asuntos: las negociaciones comerciales de la UE son un asunto tecnocrático, dirigido por eurócratas y aprobados en las cumbres de los líderes.

Frente a una China en ascenso, el Atlántico se ve menos ancha

La política comercial estadounidense es más desordenadamente democrática, con el Congreso pueda frustrar las ambiciones presidenciales. Pero hay razones para esperar que el Congreso se puede ganar todo el año. El comercio entre la UE y Estados Unidos es muy grande, en casi $ 1 billón al año, y más o menos equilibrada. Dado que las normas laborales y medioambientales de la UE son altos, los demócratas izquierdistas y sus aliados sindicales difícilmente pueden quejarse de los trabajadores estadounidenses se socavan. Republicanos gustaría dejar de lado Europa como una reliquia inútil. Pero sus aliados de negocios saben que millones de empleos estadounidenses dependen del comercio y la inversión de la UE.

Europa y América han convergido desde la última vez que un pacto comercial fue probado, dicen altos funcionarios de ambas partes. Airbus y Boeing vez desencadenan guerras comerciales terribles en la industria aeronáutica, por ejemplo, dejando a los europeos y los estadounidenses en dagas dibujadas por los subsidios estatales y acceso al mercado. Ahora nadie puede darse el lujo de ayudas estatales lujosa para los campeones que luchan, Airbus está construyendo una fábrica en Alabama y ambas empresas están más preocupados por irrumpir en los mercados emergentes. Los enfoques regulatorios han convergido, con funcionarios estadounidenses hablan de análisis "humanizado" costo-beneficio, y los europeos preocupándose por el precio de un exceso de precaución.
Por último, lo más importante, no es China. Los europeos decir a los estadounidenses que deseen unirse como emisores de normas, por miedo a convertirse en "estándar" que asumen en un orden económico controlado por los gigantes emergentes.

Otros pueden ver la audacia de lo que está siendo tratado. Turquía ha pedido a Estados Unidos para ayudar a asegurar un lugar en la mesa TTIP (en vano). Brasil es repentinamente interesado en un acuerdo comercial regional a largo latente con Europa. Sin embargo, una figura central en el lado americano sólo es "cautelosamente optimista" de que un acuerdo se puede hacer. El tiempo, entonces, para un gran impulso en ambos lados, este pacto todavía puede ser salvado.