La actividad industrial representa 25,6% del PBI y genera 22,4% del trabajo registrado
Miércoles 08 de
Febrero 2017
La Unión Industrial Argentina (UIA) festeja 130 años de vida y en este tiempo se ha convertido en una de las entidades más representativas del país, conformada por más de 115.000 establecimientos industriales que generan 1.382.000 puestos de trabajo formales en todo el país.
En Argentina el sector industrial explica uno de cada cinco puestos de trabajo formales en el sector privado formal y los trabajadores del sector ganan en promedio 32% más que el resto de los asalariados.
La industria no sólo es el sector que más trabajo genera de manera directa, sino que por cada puesto directo se generan más de 2 indirectos en el resto de la economía.
Cuentan los historiadores que el lunes 7 de febrero de 1887, tras una asamblea histórica que convocó a más de 900 industriales, se fundó la Unión Industrial Argentina, consagrando como primer presidente de la nueva entidad a Antonio Cambaceres.
Una de las medidas iniciales que encaró la UIA fue el censo que determinó la cantidad de establecimientos industriales en el país: se relevaron 400 emprendimientos, que daban empleo a 11.000 trabajadores.
Más allá de lo formal, el primer antecedente histórico de la UIA nos remonta unos años atrás, precisamente a 1875, cuando un grupo de personas vinculadas al sector manufacturero decide crear el Club Industrial Argentino, con el objetivo de establecer una "sociedad a cuyo amparo puedan actuar los industriales para conseguir, con un trabajo constante, la adopción de varias reformas económicas".
El Club Industrial Argentino, desde entonces, apoya decididamente una política de protección a la industria nacional, al tiempo que en el diario La Nación encuentran su tribuna propagandística los partidarios del librecambio.
El 27 de setiembre de 1913, la UIA inaugura su primera sede propia, en Cangallo (hoy Presidente Perón) 2461, y en 1922 se adquiere el edificio que actualmente ocupa la central fabril, en Avenida de Mayo 1147.
En las últimas décadas se generó un proceso por el cual muchas de las tareas que antes se realizaban dentro de las industrias ahora se contratan a otras empresas y esto hace qué más sectores de servicios estén intrínsecamente ligados al desarrollo de la industria.
Según el Banco Mundial, en un trabajo que contempla cuánto produce la industria manufacturera en dólares corrientes en relación al valor agregado que se genera en esa economía durante ese mismo periodo, en la economía argentina fue del 17,4% en 2014, en Italia del 15,5%, en Estados Unidos del 12,3%, en Japón del 17,7%, Alemania del 23% y en Corea del Sur del 30,1%, lo que muestra que incluso en términos directos la industria sigue siendo sumamente relevante.
Si bien la participación de la industria en la economía en países desarrollados tiende a caer, los datos muestran que la producción industrial per cápita en los países avanzados siempre aumentó en las últimas décadas.
Además, las multinacionales siguen siendo de estas mismas naciones. Casi el 31% de las 2.000 empresas industriales más grandes son estadounidenses, el 10% son japonesas, el 9,5% chinas, y el 5,2% británicas. Cualquier país que busque desarrollarse, va a priorizar políticas que potencien la producción local para que las firmas nacionales puedan internacionalizarse.
El sector también sigue concentrando casi el 80% de los gastos globales en investigación y desarrollo.
La industria no sólo es el sector que más trabajo genera de manera directa, sino que por cada puesto directo se generan más de 2 indirectos en el resto de la economía.
Cuentan los historiadores que el lunes 7 de febrero de 1887, tras una asamblea histórica que convocó a más de 900 industriales, se fundó la Unión Industrial Argentina, consagrando como primer presidente de la nueva entidad a Antonio Cambaceres.
Una de las medidas iniciales que encaró la UIA fue el censo que determinó la cantidad de establecimientos industriales en el país: se relevaron 400 emprendimientos, que daban empleo a 11.000 trabajadores.
Más allá de lo formal, el primer antecedente histórico de la UIA nos remonta unos años atrás, precisamente a 1875, cuando un grupo de personas vinculadas al sector manufacturero decide crear el Club Industrial Argentino, con el objetivo de establecer una "sociedad a cuyo amparo puedan actuar los industriales para conseguir, con un trabajo constante, la adopción de varias reformas económicas".
El Club Industrial Argentino, desde entonces, apoya decididamente una política de protección a la industria nacional, al tiempo que en el diario La Nación encuentran su tribuna propagandística los partidarios del librecambio.
El 27 de setiembre de 1913, la UIA inaugura su primera sede propia, en Cangallo (hoy Presidente Perón) 2461, y en 1922 se adquiere el edificio que actualmente ocupa la central fabril, en Avenida de Mayo 1147.
En las últimas décadas se generó un proceso por el cual muchas de las tareas que antes se realizaban dentro de las industrias ahora se contratan a otras empresas y esto hace qué más sectores de servicios estén intrínsecamente ligados al desarrollo de la industria.
Según el Banco Mundial, en un trabajo que contempla cuánto produce la industria manufacturera en dólares corrientes en relación al valor agregado que se genera en esa economía durante ese mismo periodo, en la economía argentina fue del 17,4% en 2014, en Italia del 15,5%, en Estados Unidos del 12,3%, en Japón del 17,7%, Alemania del 23% y en Corea del Sur del 30,1%, lo que muestra que incluso en términos directos la industria sigue siendo sumamente relevante.
Si bien la participación de la industria en la economía en países desarrollados tiende a caer, los datos muestran que la producción industrial per cápita en los países avanzados siempre aumentó en las últimas décadas.
Además, las multinacionales siguen siendo de estas mismas naciones. Casi el 31% de las 2.000 empresas industriales más grandes son estadounidenses, el 10% son japonesas, el 9,5% chinas, y el 5,2% británicas. Cualquier país que busque desarrollarse, va a priorizar políticas que potencien la producción local para que las firmas nacionales puedan internacionalizarse.
El sector también sigue concentrando casi el 80% de los gastos globales en investigación y desarrollo.
Con información de
telam
