“Cuando quedé embarazada, Diego me abandonó”
De ese modo lo entiende Verónica Ojeda (34). El bebé en cuestión –el único inocente en esta historia– es Diego Fernando Maradona, nacido en Buenos Aires el último 13 de febrero, mientras el astro se encontraba dando vueltas por el exterior. En la noche del lunes 3 de junio, Ojeda concurrió al programa de Susana Giménez con la firme intención –previo acuerdo con la producción, por supuesto– de sentarse en el living con el bebé en brazos. Para lamento de la diva, una medida cautelar presentada a último momento por los abogados de Maradona se lo impidió. ¡Y de nuevo el escándalo, la hecatombe, la debacle total! Víctor Stinfale, letrado del exfutbolista, anunció que podrían iniciarle acciones legales –¡una demanda penal!– a Verónica, Susana y Telefe. "Yo no autorizo que mi hijo vaya a un canal de televisión", habrían sido las palabras de Diego. "La cautelar es clarita: no se puede exhibir, hablar, divulgar ni aportar datos (de Diego Fernando), directa o indirecamente", aportó Stinfale. Gianinna Maradona se descargó en contra de la mujer a quien nunca quiso. "Me encantaría hacerte preguntas yo misma a ver si respondés con la misma tranquilidad… jajaja", fue su desafío.
El martes 4, Ojeda ya no pudo resistir tantas embestidas (si son fundadas o injustas, queda a criterio de cada lector). Y a diferencia de su diálogo con Susana, donde en algunos pasajes se la notó distendida, rompió en sollozo durante una entrevista con Jorge Rial en Intrusos. "Me pone muy triste no poder hablar de mi hijo. Me duele mucho todo esto. Sólo quiero contar mi verdad", afirmó.
–¿Sentís que te faltaron el respeto?
–No salía a hablar más que nada por respeto a Diego. Pero ya estoy cansada de que salgan fotos, que se digan cosas, que me involucren con cosas donde no tengo nada que ver. Y como nadie sale a defenderme, entendí que era el momento de hablar. Pasaron muchas cosas… Cuando Diego vino a ver al bebé, no pude hablar absolutamente nada con él. Aparte, vino con su nueva mujer (Rocío Oliva): era el primer día que venía a verlo, y esta chica estaba en la puerta de mi casa.
–¿Por que Maradona no entró con el auto a tu casa?
–Cuando llegó, estacionó en la puerta del garaje, pero Diego no quiso entrar. De hecho, antes de irse, mis papás le dijeron que Sergio (el chofer) entrara el coche porque estaba lloviznando. "No, no, salgo yo", dijo Diego. Después me di cuenta por qué no quiso: porque estaba esta chica.