La Justicia autorizó a un joven a cambiar su nombre porque le recordaba maltratos
Lunes 05 de
Junio 2017
En el fallo se advierte que el nombre que tenía "le ha impedido desarrollar y disfrutar plenamente su vida, inclusive contraer matrimonio y tener hijos".
La Justicia rosarina autorizó a un joven de 28 años a cambiar el primer nombre, porque le recordaba maltratos y situaciones traumáticas sufridas en su infancia.
El pedido se inició hace dos años y se basó en graves hechos padecidos en la niñez y porque el joven siempre sintió un fuerte rechazo hacia su primer nombre y todo lo que implicara su utilización o rúbrica.
En la resolución la jueza en lo civil y comercial Marisa Malvestiti señala que el joven "no se siente identificado con el nombre que lleva". Agrega la magistrada que "el cambio solicitado recae únicamente en el prenombre, manteniendo vigente tanto el segundo nombre como el apellido". Destaca que "tal modificación no implica menoscabo hacia la persona, no conculca el orden público ni la moral ni las buenas costumbres".
Además sostiene que "el joven ha tratado de construir su personalidad, su identidad, su vida social y familiar con el nombre peticionado y que el hecho de que no sea el que figura en su DNI le ha impedido desarrollar y disfrutar plenamente su vida, inclusive contraer matrimonio y tener hijos".
La jueza Malvestiti consideró que no hacer lugar al pedido significaría violentar principios establecidos en tratados internacionales con raigambre constitucional.
En contacto con Zysman 830 de La Ocho, la jueza aclaró que se tomó la previsión de chequear tanto las razones esgrimidas por el joven, como que el cambio de nombre no tuviera la intención de evadir alguna responsabilidad penal. Aclaró además que tanto las razones concretas del cambio como el nombre en sí que decidió cambiarse el joven permanecen en estricta reserva.
El pedido se inició hace dos años y se basó en graves hechos padecidos en la niñez y porque el joven siempre sintió un fuerte rechazo hacia su primer nombre y todo lo que implicara su utilización o rúbrica.
En la resolución la jueza en lo civil y comercial Marisa Malvestiti señala que el joven "no se siente identificado con el nombre que lleva". Agrega la magistrada que "el cambio solicitado recae únicamente en el prenombre, manteniendo vigente tanto el segundo nombre como el apellido". Destaca que "tal modificación no implica menoscabo hacia la persona, no conculca el orden público ni la moral ni las buenas costumbres".
Además sostiene que "el joven ha tratado de construir su personalidad, su identidad, su vida social y familiar con el nombre peticionado y que el hecho de que no sea el que figura en su DNI le ha impedido desarrollar y disfrutar plenamente su vida, inclusive contraer matrimonio y tener hijos".
La jueza Malvestiti consideró que no hacer lugar al pedido significaría violentar principios establecidos en tratados internacionales con raigambre constitucional.
En contacto con Zysman 830 de La Ocho, la jueza aclaró que se tomó la previsión de chequear tanto las razones esgrimidas por el joven, como que el cambio de nombre no tuviera la intención de evadir alguna responsabilidad penal. Aclaró además que tanto las razones concretas del cambio como el nombre en sí que decidió cambiarse el joven permanecen en estricta reserva.
Con información de
lacapital