Los maestros claman contra la reforma educativa y bloquean la capital de México

Las calles están colapsadas de coches y gente apresurada. Pitidos, gritos, frenazos y bocinazos que generan un estado de alarma constante. Los conductores atascados y pasajeros que llegan con retraso maldicen la causa que mantiene atascada la ciudad: miles de miembros de la Central Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se proponen echar abajo la Reforma Educativa del Gobierno. El caos general se entrecorta con un estruendo aún mayor: los aviones siguen aterrizando y despegando justo por encima de la multitud, porque como afirma el director del Benito Juárez: “Aunque es casi imposible acceder, nuestro aeropuerto sigue funcionando”.
Desde el lunes 19 de agosto, los manifestantes mantienen un pulso contra la Reforma Educativa del Gobierno de Enrique Peña Nieto que contempla, entre otras cosas, un sistema de evaluación para que los profesores mantengan sus puestos de trabajo. Pero hasta hoy no se había producido un colapso similar en la ciudad. “Este es el mayor bloqueo aeroportuario que he visto en mi vida”, asegura Alfonso Sarabia de la Garza, director del aeropuerto. Aunque la terminal sigue funcionando, es muy difícil entrar al mismo y salir de la misma. Los pasajeros solo pueden acceder a pie, atravesando la avenida colapsada de manifestantes. El responsable de la zona reconoce que desconoce las exigencias de los maestros y el acuerdo al que se llegará. Solo puede asegurar una cosa: “Tenemos más de 1.000 policías federales dentro y 700 granaderos (antidisturbios del DF) fuera. Así que no van a ocupar las instalaciones. Eso ocurrirá por encima de mi cadáver”.
El contingente de miles de manifestantes del sindicato de profesores (3.000 según la policía y 30.000 según los organizadores) marchó desde la mañana del viernes hacia el aeropuerto causando bloqueos en varias de las principales avenidas de la capital. El Gobierno del DF cerró las estaciones de metro de Bulevar Puente Aéreo, Terminal Aérea y Hangares, aunque la marcha no se ha detenido en estos lugares. Los maestros también mantienen otras concentraciones en el Zócalo capitalino y en las cámaras de diputados y senadores, situadas en San Lázaro y en el Paseo de Reforma ( en el centro de la Ciudad).
Entre los manifestantes hay una mayoría de jóvenes —muchos con rasgos indígenas— coreando las mismas expresiones reivindicativas que se oyen en España: “El Pueblo unido jamás será vencido”, “de norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste”. Para la mayoría de los viandantes de la zona (y sobre todo, para los usuarios de las redes sociales), se trata de “una bola de vagos y violentos, financiados por el PRD”. Ellos sin embargo, aseguran que no tienen afiliación ideológica definida y que no les apoya ningún partido.
Reivindican, a decir del dirigente de la CNTE, Claudio Mendoza, “una educación que tenga en cuenta la inmensa desigualdad que hay en este país, una reforma sin los sesgos privatizadores y elitistas que quiere introducir el Gobierno del PRI. Y no vamos a parar hasta que lo consigamos. No podemos permitir que la educación siga siendo solo para los ricos”.
El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lamentó la desinformación de los maestros, ya que “la Reforma Educativa les brindará justo lo que no tienen”. México destina el 93% de su presupuesto destinado a educación a pagar salarios del sector: un 83% de profesores.
Los dirigentes de la CNTE, que agrupa a profesores de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y el DF, se reunieron por la tarde con los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado, con la advertencia de que no levantarán sus plantones hasta que no se dé marcha atrás a la Reforma Educativa. “Nos habríamos replegado si la reunión hubiera sido positiva, pero no lo fue, así que vamos a intensificar nuestras acciones”, asegura Mendoza.
Tanto los maestros como los estudiantes afines a la causa tratan de hacer llegar un mensaje a la ciudadanía: “Entendemos que el Gobierno y los medios de comunicación están manipulando a la gente diciendo que somos violentos, pero nosotros en ningún momento planteamos asaltar el aeropuerto. Pero aseguramos que nuestra causa es pacífica y que no tenemos nada en contra de la gente, sino contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto que está traicionando a México. Queremos convocar al pueblo mexicano para que se una a nosotros. Porque no vamos a frenar nuestra lucha”.
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