San Jorge: madre e hijo quedaron con prisión preventiva por un crimen
Lunes 10 de
Diciembre 2018
Una mujer de 65 años y su hijo de 29 fueron imputados por el crimen del productor agropecuario René Juan Alberto Garnero, ocurrido el domingo pasado en la zona rural de Carlos Pellegrini, en el centro oeste santafesino.
Se trata de Lucía Guadalupe A. y Facundo Ernesto A., quienes quedaron con prisión preventiva luego de una audiencia imputativa celebrada en los tribunales de San Jorge donde el fiscal Carlos Zoppegni le achacó —al hijo como autor y a la madre instigadora— el homicidio agravado por el vínculo (la mujer estaba en pareja con la víctima) y el robo del auto del hombre asesinado en el cual los acusados huyeron hasta que volcaron luego de transitar unos kilómetros.
Garnero tenía 78 años y vivía en un campo de unas cien hectáreas sobre la ruta 66. Luego de dos divorcios, en los últimos meses había empezado a convivir con Lucía A., una rosarina afincada en Fisherton Noroeste. Su crimen fue descubierto doce horas después de un accidente vial en Cañada Rosquín.
Fue la noche del domingo pasado, cuando los acusados volcaron el Nissan Tiida del hombre y, previo rescate a manos de bomberos, fueron internados en el hospital. Horas después los lesionados huyeron y cuando la policía revisó la documentación del vehículo resultó pertenecer a un hombre de Carlos Pellegrini. Así, al visitar el domicilio que figuraba en la tarjeta verde hallaron a Garnero muerto a puñaladas.
Los sospechosos fueron detenidos la tarde del lunes en una casa de Nazca al 8500, en Fisherton Noroeste, donde residía la mujer antes de mudarse con la víctima. Luego se estableció que el domingo Garnero había cenado con Lucía y el hijo de ésta, afincado en el barrio Ludueña de Rosario. Según los datos preliminares, madre e hijo coincidieron en que el crimen se precipitó en medio de una escena de violencia de género.
Sin embargo, en función de los datos recabados al inspeccionar la escena del crimen, el fiscal notó "signos de defensa" por parte de la víctima, además del faltante de un celular y del auto en el que luego se accidentaron los sospechosos.
En la audiencia imputativa celebrada en las últimas horas Zoppegni reseñó que Facundo A., "acompañado por su madre, le propinó unas once puñaladas a Garnero en un dormitorio de la casa de la víctima. Y la mujer no hizo nada para evitar o reducir las consecuencias".
"Indefensión"
Además el fiscal indicó que "luego los imputados se fueron del lugar aprovechando las heridas mortales de la víctima y su total estado de indefensión". En virtud de ello, imputó al joven como autor y a la mujer como partícipe necesario e instigadora del delito de homicidio agravado por el vínculo (la mujer estaba en pareja con la víctima y su hijo lo sabía) en concurso real con la coautoría de "hurto calamitoso aprovechando el infortunio particular del damnificado".
Garnero tenía 78 años y vivía en un campo de unas cien hectáreas sobre la ruta 66. Luego de dos divorcios, en los últimos meses había empezado a convivir con Lucía A., una rosarina afincada en Fisherton Noroeste. Su crimen fue descubierto doce horas después de un accidente vial en Cañada Rosquín.
Fue la noche del domingo pasado, cuando los acusados volcaron el Nissan Tiida del hombre y, previo rescate a manos de bomberos, fueron internados en el hospital. Horas después los lesionados huyeron y cuando la policía revisó la documentación del vehículo resultó pertenecer a un hombre de Carlos Pellegrini. Así, al visitar el domicilio que figuraba en la tarjeta verde hallaron a Garnero muerto a puñaladas.
Los sospechosos fueron detenidos la tarde del lunes en una casa de Nazca al 8500, en Fisherton Noroeste, donde residía la mujer antes de mudarse con la víctima. Luego se estableció que el domingo Garnero había cenado con Lucía y el hijo de ésta, afincado en el barrio Ludueña de Rosario. Según los datos preliminares, madre e hijo coincidieron en que el crimen se precipitó en medio de una escena de violencia de género.
Sin embargo, en función de los datos recabados al inspeccionar la escena del crimen, el fiscal notó "signos de defensa" por parte de la víctima, además del faltante de un celular y del auto en el que luego se accidentaron los sospechosos.
En la audiencia imputativa celebrada en las últimas horas Zoppegni reseñó que Facundo A., "acompañado por su madre, le propinó unas once puñaladas a Garnero en un dormitorio de la casa de la víctima. Y la mujer no hizo nada para evitar o reducir las consecuencias".
"Indefensión"
Además el fiscal indicó que "luego los imputados se fueron del lugar aprovechando las heridas mortales de la víctima y su total estado de indefensión". En virtud de ello, imputó al joven como autor y a la mujer como partícipe necesario e instigadora del delito de homicidio agravado por el vínculo (la mujer estaba en pareja con la víctima y su hijo lo sabía) en concurso real con la coautoría de "hurto calamitoso aprovechando el infortunio particular del damnificado".
Con información de
La Capital