25 DE ABRIL 2024
Más detenidos por el ataque a la casa del rotisero asaltado
Miércoles 10 de
Junio 2020
La policía allanó este miércoles, a primera hora de la mañana, una serie de viviendas de barrio Barranquitas y detuvo a cuatro sujetos.
El operativo, que fue desplegado por personal de la Guardia de Infantería y del Grupo de Operaciones Especiales, se realizó en el marco de una investigación que encabeza la fiscal María Lucila Nuzzo y que tiene que ver con un grave episodio doble ocurrido en esa parte de la ciudad unos días atrás.
Concretamente, los hechos que la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación está tratando de esclarecer sucedieron entre la noche del sábado 30 de mayo y la madrugada del día siguiente.
Todo comenzó después de las 23 del sábado, en una rotisería de calle Fray Cayetano Rodríguez al 3700, donde Leonardo Báez (de 34 años) atendía su negocio. Imprevistamente, irrumpieron en el lugar dos delincuentes armados con la intención de cometer un robo, pero los malvivientes no contaban con que en el interior del local había un policía de civil que estaba franco de servicio. El oficial se identificó y gritó para dar la voz de alto. Se inició entonces una persecución que incluyó un tiroteo y que terminó a las pocas cuadras, con uno de los ladrones baleado y detenido. Su cómplice huyó. El herido fue arrestado y trasladado al Hospital Cullen, donde quedó internado, fuera de peligro.
El rotisero siguió trabajando un rato más y después de la medianoche, luego de cerrar las puertas de su comercio, se dirigió a la Seccional 6a, donde debía prestar declaración. Se sentó en una silla de la comisaría para esperar su tuno, porque era una noche “agitada” en la zona, sin imaginar que en ese momento un grupo de violentos sujetos allegados al delincuente preso atacaba su casa para vengarse, con sus dos hijos menores de edad adentro.
Los descontrolados individuos destrozaron un portón y una puerta para entrar a la vivienda. Luego, se ensañaron con el niño, de diez años, y especialmente con la adolescente, de 14. Los golpearon salvajemente. Los amenazaron. “Tu papá mató a un pibe y ahora lo vamos a matar a él”, les repetían, mientras saqueaban el lugar.
Afortunadamente, una vecina reaccionó con rapidez, llamó a la policía y los uniformados llegaron a tiempo para aprehender a dos de los ladrones cuando trataban de escapar. Uno de ellos es un sujeto de 29 años que dijo ser empleado municipal (mantenimiento de espacios verdes) y el otro es un menor de 17 años. El primero de ellos quedó en prisión preventiva. El segundo, fue liberado por la Justicia de Menores a las pocas horas. “El juez lo dejó salir sin levantarse de la cama, sin destaparse, sin saber lo que ese sujeto había hecho. Ese estaba armado y fue el más agresivo con mi hija”, aseguró la víctima.
Con el correr de los días, los investigadores aportaron importantes datos a la fiscal Nuzzo, que ordenó los allanamientos de este miércoles. De los cuatro apresados por la policía, al menos tres estarían seriamente comprometidos en el caso. Sólo uno de ellos no cuenta con antecedentes penales.
Mientras tanto, la vida ya nunca será igual para las víctimas. Los pequeños debieron salir de la ciudad, para alojarse temporalmente en casa de una familia conocida. El comerciante, por su parte, cuenta con custodia policial tanto en su domicilio como en su negocio.
Concretamente, los hechos que la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación está tratando de esclarecer sucedieron entre la noche del sábado 30 de mayo y la madrugada del día siguiente.
Todo comenzó después de las 23 del sábado, en una rotisería de calle Fray Cayetano Rodríguez al 3700, donde Leonardo Báez (de 34 años) atendía su negocio. Imprevistamente, irrumpieron en el lugar dos delincuentes armados con la intención de cometer un robo, pero los malvivientes no contaban con que en el interior del local había un policía de civil que estaba franco de servicio. El oficial se identificó y gritó para dar la voz de alto. Se inició entonces una persecución que incluyó un tiroteo y que terminó a las pocas cuadras, con uno de los ladrones baleado y detenido. Su cómplice huyó. El herido fue arrestado y trasladado al Hospital Cullen, donde quedó internado, fuera de peligro.
El rotisero siguió trabajando un rato más y después de la medianoche, luego de cerrar las puertas de su comercio, se dirigió a la Seccional 6a, donde debía prestar declaración. Se sentó en una silla de la comisaría para esperar su tuno, porque era una noche “agitada” en la zona, sin imaginar que en ese momento un grupo de violentos sujetos allegados al delincuente preso atacaba su casa para vengarse, con sus dos hijos menores de edad adentro.
Los descontrolados individuos destrozaron un portón y una puerta para entrar a la vivienda. Luego, se ensañaron con el niño, de diez años, y especialmente con la adolescente, de 14. Los golpearon salvajemente. Los amenazaron. “Tu papá mató a un pibe y ahora lo vamos a matar a él”, les repetían, mientras saqueaban el lugar.
Afortunadamente, una vecina reaccionó con rapidez, llamó a la policía y los uniformados llegaron a tiempo para aprehender a dos de los ladrones cuando trataban de escapar. Uno de ellos es un sujeto de 29 años que dijo ser empleado municipal (mantenimiento de espacios verdes) y el otro es un menor de 17 años. El primero de ellos quedó en prisión preventiva. El segundo, fue liberado por la Justicia de Menores a las pocas horas. “El juez lo dejó salir sin levantarse de la cama, sin destaparse, sin saber lo que ese sujeto había hecho. Ese estaba armado y fue el más agresivo con mi hija”, aseguró la víctima.
Con el correr de los días, los investigadores aportaron importantes datos a la fiscal Nuzzo, que ordenó los allanamientos de este miércoles. De los cuatro apresados por la policía, al menos tres estarían seriamente comprometidos en el caso. Sólo uno de ellos no cuenta con antecedentes penales.
Mientras tanto, la vida ya nunca será igual para las víctimas. Los pequeños debieron salir de la ciudad, para alojarse temporalmente en casa de una familia conocida. El comerciante, por su parte, cuenta con custodia policial tanto en su domicilio como en su negocio.
Con información de
El Litoral
