En el Gran Santa Fe se triplicó la indigencia en sólo dos años
Por:
Ignacio Hintermeister
Jueves 01 de
Octubre 2020
La cifra salta de 18.562 a 58.150 habitantes de la capital provincial y su conurbano, comparando los datos del Indec del primer semestre de 2018 con los de este año. A nivel nacional, el mismo drama duplicó su magnitud.
“La proporción de habitantes que no cubren sus necesidades alimentarias se duplicó en los últimos dos años”, sostienen los analistas Marcelo Capello y Laura Caullo del Ieral (Fundación Mediterránea). “Argentina, convive aún con niveles de pobreza e indigencia muy altos, que ponen en jaque la realidad social y de subsistencia de un importante grupo de personas y hogares”.
Reseñan que “en el primer semestre 2020, la pandemia empeoró todos los indicadores sociales y la incidencia de la pobreza alcanzó al 40,9% de los habitantes (18,3 millones de personas en el expandido nacional) y la indigencia al 10,5% (más de 4,8 millones de habitantes), más que duplicando la tasa reportada en el primer semestre de 2018 (4,9%)
Eso en el promedio nacional. Pero en el Gran Santa Fe los números son más graves porque la indigencia es más de tres veces lo que mostraban los números en la primera mitad de 2018. En aquél semestre había 18.562 santafesinos que no alcanzaban ingresos necesarios para cubrir sus necesidades energéticas y proteicas; el último reporte del Indec pone en esa condición a 58.150 personas.
La pobreza, en cambio, está en el Gran Santa Fe en una evolución similar e incluso por debajo que en el promedio nacional de la evolución bianual, ya que alcanzaba 158.678 personas y trepó a 226.866 habitantes, comparando los períodos citados.
“Para este flagelo” -dice un informe del Ieral- habría que transferir en promedio a cada hogar indigente la suma de $ 7.324 mensuales” a fin de que cubran la canasta básica. Con 12.631 hogares indigentes en el Gran Santa Fe en el último semestre, eso supondría la necesidad de que sus integrantes ingresen -por vía laboral o asistencial- un total de $ 92,5 millones por mes.
La cifra surge de aplicar los promedios nacionales a la realidad del conurbano santafesino. Según el Indec, la canasta básica alimentaria promedio del hogar indigente cuesta $ 17.625 mientras que el total del ingreso familiar promedio del hogar indigente sólo suma $ 10.301.
Por su parte, la canasta básica total promedio del hogar pobre es de $ 43.785, mientras que el ingreso familiar promedio del hogar pobre alcanza $ 25.759; la brecha monetaria promedio de los hogares pobres es de $ -18.026. Aplicando estos promedios nacionales a los 54.102 hogares del Gran Santa Fe en condición de pobreza, se puede inferir que el costo mensual para que no haya pobres rondaría los $ 975,2 millones.
PROBLEMA DE TODOS
“La pobreza no es únicamente un problema de los pobres; el costo de la pobreza en términos de productividad potencial y de consumo involucra a todos los ciudadanos”. Señaló el informe del Ieral-Fundación Mediterránea.
“En Argentina la pandemia empeoró todos los indicadores sociales, que ya eran frágiles y el dato de pobreza ilustra este problema, 18,6 millones de personas (40,9% de la población total) durante el primer semestre 2020 no alcanzó a cubrir con su ingreso el umbral para un adecuado estándar de vida. De éstas, 4,8 millones de personas (10,5% del total de habitantes) no lograron cubrir con sus ingresos la canasta básica alimentaria.
Mientras los funcionarios nacionales se dedican a afirmar que las cifras hubieran sido peores sin las medidas de asistencia estatal, el Ieral señala que “transferencias como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) parecen no haber sido suficiente para contrarrestar la pérdida de ingresos laborales que tuvieron los hogares, principalmente los cuentapropistas e informales. En consecuencia, la disminución del desempleo y la mejora del salario real son cruciales para mitigar los elevados niveles de pobreza observados”.
28 SEMESTRES
“Desde 1988 -dice el Ieral- la pobreza es medida oficialmente a través estimaciones regulares (semestres) por el Indec mediante encuestas de hogares, con cambios metodológicos e inclusión de nuevos aglomerados a través en estos 32 años. Un conteo alerta sobre la frágil situación social, en 28 semestres o el equivalente a 14 años, durante los cuales la incidencia de la pobreza aumentó”.
Reseñan que “en el primer semestre 2020, la pandemia empeoró todos los indicadores sociales y la incidencia de la pobreza alcanzó al 40,9% de los habitantes (18,3 millones de personas en el expandido nacional) y la indigencia al 10,5% (más de 4,8 millones de habitantes), más que duplicando la tasa reportada en el primer semestre de 2018 (4,9%)
Eso en el promedio nacional. Pero en el Gran Santa Fe los números son más graves porque la indigencia es más de tres veces lo que mostraban los números en la primera mitad de 2018. En aquél semestre había 18.562 santafesinos que no alcanzaban ingresos necesarios para cubrir sus necesidades energéticas y proteicas; el último reporte del Indec pone en esa condición a 58.150 personas.
La pobreza, en cambio, está en el Gran Santa Fe en una evolución similar e incluso por debajo que en el promedio nacional de la evolución bianual, ya que alcanzaba 158.678 personas y trepó a 226.866 habitantes, comparando los períodos citados.
“Para este flagelo” -dice un informe del Ieral- habría que transferir en promedio a cada hogar indigente la suma de $ 7.324 mensuales” a fin de que cubran la canasta básica. Con 12.631 hogares indigentes en el Gran Santa Fe en el último semestre, eso supondría la necesidad de que sus integrantes ingresen -por vía laboral o asistencial- un total de $ 92,5 millones por mes.
La cifra surge de aplicar los promedios nacionales a la realidad del conurbano santafesino. Según el Indec, la canasta básica alimentaria promedio del hogar indigente cuesta $ 17.625 mientras que el total del ingreso familiar promedio del hogar indigente sólo suma $ 10.301.
Por su parte, la canasta básica total promedio del hogar pobre es de $ 43.785, mientras que el ingreso familiar promedio del hogar pobre alcanza $ 25.759; la brecha monetaria promedio de los hogares pobres es de $ -18.026. Aplicando estos promedios nacionales a los 54.102 hogares del Gran Santa Fe en condición de pobreza, se puede inferir que el costo mensual para que no haya pobres rondaría los $ 975,2 millones.
PROBLEMA DE TODOS
“La pobreza no es únicamente un problema de los pobres; el costo de la pobreza en términos de productividad potencial y de consumo involucra a todos los ciudadanos”. Señaló el informe del Ieral-Fundación Mediterránea.
“En Argentina la pandemia empeoró todos los indicadores sociales, que ya eran frágiles y el dato de pobreza ilustra este problema, 18,6 millones de personas (40,9% de la población total) durante el primer semestre 2020 no alcanzó a cubrir con su ingreso el umbral para un adecuado estándar de vida. De éstas, 4,8 millones de personas (10,5% del total de habitantes) no lograron cubrir con sus ingresos la canasta básica alimentaria.
Mientras los funcionarios nacionales se dedican a afirmar que las cifras hubieran sido peores sin las medidas de asistencia estatal, el Ieral señala que “transferencias como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) parecen no haber sido suficiente para contrarrestar la pérdida de ingresos laborales que tuvieron los hogares, principalmente los cuentapropistas e informales. En consecuencia, la disminución del desempleo y la mejora del salario real son cruciales para mitigar los elevados niveles de pobreza observados”.
28 SEMESTRES
“Desde 1988 -dice el Ieral- la pobreza es medida oficialmente a través estimaciones regulares (semestres) por el Indec mediante encuestas de hogares, con cambios metodológicos e inclusión de nuevos aglomerados a través en estos 32 años. Un conteo alerta sobre la frágil situación social, en 28 semestres o el equivalente a 14 años, durante los cuales la incidencia de la pobreza aumentó”.
Con información de
El Litoral