25 DE ABRIL 2024
Elección a gobernador en Córdoba: el peronismo llega muy confiado, pero Juntos se juega a una sorpresa
Por:
Carlos Galván
Jueves 22 de
Junio 2023
El peronista Llaryora aparece como favorito. Juez esperaba a Patricia Bullrich para su cierre de este jueves, pero no puede asistir.
Desde el cielo, en los alrededores del aeropuerto de la Ciudad de Córdoba, casi se puede palpar la riqueza de esta provincia. Se ven apiladas silobolsas y cientos de hectáreas con siembras de soja de segunda y maíz tardío a punto de ser cosechadas.
Ya en la moderna autopista que lleva al centro, llaman la atención los carteles de campaña de los dos principales candidatos que se enfrentarán el domingo por la gobernación.
El peronista Martín Llaryora, contra lo que podría suponerse, aparece solo en las fotos, sin Juan Schiaretti, al final de cuentas su padrino político y el dirigente que mejor mide en la provincia, según admiten hasta los radicales.
Los del opositor Luis Juez también sorprenden. Con la mirada porteña, se supondría que el actual senador nacionalizó al máximo su campaña. Pero en los carteles se lo ve solo, sin figuras nacionales de Juntos por el Cambio (aunque todos vinieron a Córdoba).
Y cuando no está sólo, aparece únicamente con el radical Rodrigo de Loredo, quien en julio competirá por la intendencia de la capital cordobesa.
Como estrategia, esos carteles no informan a qué se presentan uno y otro:parece que integrarán una fórmula, aunque no es así. Sí son socios políticos clave en la pelea contra el peronismo cordobés, que gobierna la provincia de manera ininterrumpida desde 1999. ¿Podrá Juntos por el Cambio dar el batacazo el domingo?
En el peronismo cordobés -explican que Llaryora no aparece en los afiches con Schiaretti porque “todo el mundo sabe que el ‘goberna’ lo potenció” y porque “es importante que se posicione con su propio peso”- se muestran muy confiados en lograr un triunfo el domingo.
No hablan de una victoria aplastante como la que obtuvo el actual gobernador en 2019 -sacó casi 54%-, pero sí de un triunfo por algunos puntitos de distancia. Ahora, a diferencia de la elección de hace 4 años, los radicales no van divididos.
Las encuestas que circulan muestran eso que dice el peronismo. Una sola -que se atribuye a una consultora contratada por la oposición- plantea un empate entre ambos espacios.
En voz baja
Y en algunos sectores de Juntos por el Cambio, por ejemplo entre dirigentes de la UCR y del PRO, empiezan a admitir por lo bajo que la elección viene medio cuesta arriba.
Tanto que apostaban a un empujoncito final de Patricia Bullrich, figura que “rankea” alto aquí. Pero por un problema climático, la precandidata presidencial del PRO no pudo llegar el martes.
“Volé por Córdoba y me tuve que volver”, se lamentó Bullrich ante una consulta de Clarín.
En JxC se esperanzaban con que viniera este jueves al cierre de Juez en la ciudad de Córdoba. Pero no puede por el cierre nacional de candidaturas, que será este sábado. “Prometió que mandará un video, no es lo mismo pero igual sirve”, apuntaron en Juntos.
Los gestos también cuentan. En el tramo final de la campaña, Juez le reclamó a Llaryora que no se prestó a un debate de candidatos.
Lo habitual en política es que el va mejor no dé el debate. Igual, cerca del peronista alegan que Juez solo quería un debate con Llaryora y no con todo el resto de los candidatos (en total son 9).
El kirchnerismo va con una fórmula propia, bajo el sello “Creo en Córdoba” (no hay ninguna reminiscencia al Frente de Todos o al más nuevo Unión por la Patria).
Sus candidatos son Federico Alessandri y la camporista Gabriela Estévez, quien justo la noche previa a la elección se enterará si Máximo Kirchner la puso, o no, en la lista para poder renovar su banca.
No parece haber incógnita de cómo le va a ir en esta provincia tan refractaria a Cristina Igual es mejor preguntar: “Les va a ir para el culo”, coinciden en su pronóstico en el PJ y en Juntos. Ok.
En el atardecer de este miércoles, dentro del tradicional shopping Patio Olmos no había clima de campaña. Afuera, sí.
Pero por la Izquierda, que en la vereda del centro comercial y frente a un monumento en homenaje al sindicalista combativo Agustín Tosco, repartía volantes y hacía sonar una batucada.
Desde ahí, a lo lejos y sobre la avenida Hipólito Yrigoyen y el Boulevard San Juan, se veían unas gigantografías de Llaryora. Y un simple pasacalle de Juez con la consigna “Es hora de Juez”.
Como si estuvieran en una escenografía equivocada, también había unos afiches de papel, semi arrancados, de Eduardo Wado de Pedro. Era la unica figura "foránea" y con aspiraciones nacionales que se podía observar este miércoles en el centro cordobés.
Martín Llaryora, el delfín del peronismo de Cordoba
A los 50 años, el peronista Martín Llaryora tiene a cargo la misión de retener el poder en Córdoba, provincia que el peronismo administra de forma encadenada desde 1999, cuando José Manuel de la Sota le ganó al entonces gobernador radical Ramón Mestre.
Luego, De la Sota y Juan Schiaretti armaron un esquema en el que se fueron sucediendo mutuamente en la gobernación.
Ese ciclo se termina por el fallecimiento (de forma trágica, en un accidente de auto en 2018) de De la Sota y porque Schiaretti no puede aspirar a un nuevo mandato.
Llaryora, candidato de “Hacemos Unidos por Córdoba”, fue dos veces intendente de la localidad de San Francisco. También fue ministro de De la Sota, vice de Schiaretti y diputado nacional. En la actualidad, es el intendente de la capital cordobesa, que le arrebató a la UCR en 2019.
Este miércoles estuvo de campaña en Juárez Celman, donde mantuvo un encuentro con la militancia junto a su compañera de fórmula, la radical Myrian Prunotto, intendenta en uso de licencia de Juárez Celman.
Llaryora sostuvo allí que la coalición que los lleva de candidatos con Prunotto no se armó “mirando una encuesta”, sino ”por la convicción de que el signo de nuestro tiempo tiene que ser que los líderes se animen a hacer acuerdos, que se animen a reunirse con los sectores que piensan distinto, y así llegar a construir una síntesis superadora entre lo que pienso yo y lo que piensa el otro”.
Luis Juez, el opositor que va por una nueva oportunidad
Por apenas 1,2%. Esa fue la diferencia por la que cayó Luis Juez en la elección a gobernador de Córdoba de 2007. El electo fue Juan Schiaretti, con el 37,2% de los votos. Juez cosechó aquella vez el 36%.
Se presentó nuevamente a las elecciones de 2009, esta vez como candidato a primer senador nacional por la provincia de Córdoba, votación en la que resulta ganador y accede a una banca en la Cámara alta.
Dos años después, en la elección de 2011, hizo otro intento por la gobernación. Pero ahí perdió por un margen mucho más amplio contra José Manuel de la Sota. El peronista ganó con el 42,6% de los votos y el actual senador sacó 29,6%, Quedó 13 puntos abajo.
Tras un período como embajador, en 2021 fue electo de nuevo senador nacional, con mandato hasta 2027. En este tercer intento de ganar la gobernación -¿será la vencida?-, Juez cuenta con el apoyo de su propio espacio político y de sus socios del PRO y la UCR.
Logró frenar, junto a Patricia Bullrich, una propuesta de sumar a Juan Schiaretti a Juntos por el Cambio.
Este miércoles, en campaña, dijo: “Este domingo tenemos una gran oportunidad 16 años después de aquella en el 2007. Pero no para Juez, sino para Juntos por el Cambio. Somos un proyecto extremadamente plural. Esta es una oportunidad para nuestros hijos. Ya le regalamos 25 años de nuestra vida al peronismo, lo que no podemos hacer es regalarle 25 años de nuestros hijos”.
Ya en la moderna autopista que lleva al centro, llaman la atención los carteles de campaña de los dos principales candidatos que se enfrentarán el domingo por la gobernación.
El peronista Martín Llaryora, contra lo que podría suponerse, aparece solo en las fotos, sin Juan Schiaretti, al final de cuentas su padrino político y el dirigente que mejor mide en la provincia, según admiten hasta los radicales.
Los del opositor Luis Juez también sorprenden. Con la mirada porteña, se supondría que el actual senador nacionalizó al máximo su campaña. Pero en los carteles se lo ve solo, sin figuras nacionales de Juntos por el Cambio (aunque todos vinieron a Córdoba).
Y cuando no está sólo, aparece únicamente con el radical Rodrigo de Loredo, quien en julio competirá por la intendencia de la capital cordobesa.
Como estrategia, esos carteles no informan a qué se presentan uno y otro:parece que integrarán una fórmula, aunque no es así. Sí son socios políticos clave en la pelea contra el peronismo cordobés, que gobierna la provincia de manera ininterrumpida desde 1999. ¿Podrá Juntos por el Cambio dar el batacazo el domingo?
En el peronismo cordobés -explican que Llaryora no aparece en los afiches con Schiaretti porque “todo el mundo sabe que el ‘goberna’ lo potenció” y porque “es importante que se posicione con su propio peso”- se muestran muy confiados en lograr un triunfo el domingo.
No hablan de una victoria aplastante como la que obtuvo el actual gobernador en 2019 -sacó casi 54%-, pero sí de un triunfo por algunos puntitos de distancia. Ahora, a diferencia de la elección de hace 4 años, los radicales no van divididos.
Las encuestas que circulan muestran eso que dice el peronismo. Una sola -que se atribuye a una consultora contratada por la oposición- plantea un empate entre ambos espacios.
En voz baja
Y en algunos sectores de Juntos por el Cambio, por ejemplo entre dirigentes de la UCR y del PRO, empiezan a admitir por lo bajo que la elección viene medio cuesta arriba.
Tanto que apostaban a un empujoncito final de Patricia Bullrich, figura que “rankea” alto aquí. Pero por un problema climático, la precandidata presidencial del PRO no pudo llegar el martes.
“Volé por Córdoba y me tuve que volver”, se lamentó Bullrich ante una consulta de Clarín.
En JxC se esperanzaban con que viniera este jueves al cierre de Juez en la ciudad de Córdoba. Pero no puede por el cierre nacional de candidaturas, que será este sábado. “Prometió que mandará un video, no es lo mismo pero igual sirve”, apuntaron en Juntos.
Los gestos también cuentan. En el tramo final de la campaña, Juez le reclamó a Llaryora que no se prestó a un debate de candidatos.
Lo habitual en política es que el va mejor no dé el debate. Igual, cerca del peronista alegan que Juez solo quería un debate con Llaryora y no con todo el resto de los candidatos (en total son 9).
El kirchnerismo va con una fórmula propia, bajo el sello “Creo en Córdoba” (no hay ninguna reminiscencia al Frente de Todos o al más nuevo Unión por la Patria).
Sus candidatos son Federico Alessandri y la camporista Gabriela Estévez, quien justo la noche previa a la elección se enterará si Máximo Kirchner la puso, o no, en la lista para poder renovar su banca.
No parece haber incógnita de cómo le va a ir en esta provincia tan refractaria a Cristina Igual es mejor preguntar: “Les va a ir para el culo”, coinciden en su pronóstico en el PJ y en Juntos. Ok.
En el atardecer de este miércoles, dentro del tradicional shopping Patio Olmos no había clima de campaña. Afuera, sí.
Pero por la Izquierda, que en la vereda del centro comercial y frente a un monumento en homenaje al sindicalista combativo Agustín Tosco, repartía volantes y hacía sonar una batucada.
Desde ahí, a lo lejos y sobre la avenida Hipólito Yrigoyen y el Boulevard San Juan, se veían unas gigantografías de Llaryora. Y un simple pasacalle de Juez con la consigna “Es hora de Juez”.
Como si estuvieran en una escenografía equivocada, también había unos afiches de papel, semi arrancados, de Eduardo Wado de Pedro. Era la unica figura "foránea" y con aspiraciones nacionales que se podía observar este miércoles en el centro cordobés.
Martín Llaryora, el delfín del peronismo de Cordoba
A los 50 años, el peronista Martín Llaryora tiene a cargo la misión de retener el poder en Córdoba, provincia que el peronismo administra de forma encadenada desde 1999, cuando José Manuel de la Sota le ganó al entonces gobernador radical Ramón Mestre.
Luego, De la Sota y Juan Schiaretti armaron un esquema en el que se fueron sucediendo mutuamente en la gobernación.
Ese ciclo se termina por el fallecimiento (de forma trágica, en un accidente de auto en 2018) de De la Sota y porque Schiaretti no puede aspirar a un nuevo mandato.
Llaryora, candidato de “Hacemos Unidos por Córdoba”, fue dos veces intendente de la localidad de San Francisco. También fue ministro de De la Sota, vice de Schiaretti y diputado nacional. En la actualidad, es el intendente de la capital cordobesa, que le arrebató a la UCR en 2019.
Este miércoles estuvo de campaña en Juárez Celman, donde mantuvo un encuentro con la militancia junto a su compañera de fórmula, la radical Myrian Prunotto, intendenta en uso de licencia de Juárez Celman.
Llaryora sostuvo allí que la coalición que los lleva de candidatos con Prunotto no se armó “mirando una encuesta”, sino ”por la convicción de que el signo de nuestro tiempo tiene que ser que los líderes se animen a hacer acuerdos, que se animen a reunirse con los sectores que piensan distinto, y así llegar a construir una síntesis superadora entre lo que pienso yo y lo que piensa el otro”.
Luis Juez, el opositor que va por una nueva oportunidad
Por apenas 1,2%. Esa fue la diferencia por la que cayó Luis Juez en la elección a gobernador de Córdoba de 2007. El electo fue Juan Schiaretti, con el 37,2% de los votos. Juez cosechó aquella vez el 36%.
Se presentó nuevamente a las elecciones de 2009, esta vez como candidato a primer senador nacional por la provincia de Córdoba, votación en la que resulta ganador y accede a una banca en la Cámara alta.
Dos años después, en la elección de 2011, hizo otro intento por la gobernación. Pero ahí perdió por un margen mucho más amplio contra José Manuel de la Sota. El peronista ganó con el 42,6% de los votos y el actual senador sacó 29,6%, Quedó 13 puntos abajo.
Tras un período como embajador, en 2021 fue electo de nuevo senador nacional, con mandato hasta 2027. En este tercer intento de ganar la gobernación -¿será la vencida?-, Juez cuenta con el apoyo de su propio espacio político y de sus socios del PRO y la UCR.
Logró frenar, junto a Patricia Bullrich, una propuesta de sumar a Juan Schiaretti a Juntos por el Cambio.
Este miércoles, en campaña, dijo: “Este domingo tenemos una gran oportunidad 16 años después de aquella en el 2007. Pero no para Juez, sino para Juntos por el Cambio. Somos un proyecto extremadamente plural. Esta es una oportunidad para nuestros hijos. Ya le regalamos 25 años de nuestra vida al peronismo, lo que no podemos hacer es regalarle 25 años de nuestros hijos”.
