Auge de bonos CER: las paridades son récord y tasas aún más negativas
Miércoles 27 de
Diciembre 2023
El mercado busca cobertura contra la suba de precios a toda costa. Con el dólar estable o a la baja, se mantiene la corrida a bonos CER. De corto plazo, la inflación es la ganadora.
Ante la temida licuación de pesos, los tenedores de pesos buscan cobertura, aún a sabiendas de que ello no alcanzará a ser 100% efectiva. Lo que está sucediendo con la deuda emitida con cláusula CER es un claro ejemplo: el TX24 que vence a fines de marzo cerró a $1.225 y se operó a una paridad de 143% por encima de su valor teórico. Pero la estrella fue el T2X4 con vencimiento en julio, que clausuró con alza del 2% y una paridad del 161%.
Pocas veces en la historia de los mercados locales se vieron a títulos de deuda del gobierno nacional cotizando a tan alta paridad cuando en realidad, con la historia de default acumulada, las paridades siempre son mínimas. Al ser en pesos, el riesgo de incumplimiento es muy bajo, aunque también el país, en septiembre del 2019 "reperfiló" e incumplió el pago en moneda nacional. Pero juegan otros factores más relevantes en este fenómeno. Ante una inflación que se espera muy elevada en el primer trimestre del 2024, el dólar estable, y el cepo aún férreo, el que tiene pesos en su poder pierde. Es el juego de la silla. El último se queda a pie.
Y la contracara de las paridades elevadas, muy por encima del valor teórico, son las tasas de retorno negativas. El TX24 tiene un rendimiento al vencimiento de 100 puntos porcentuales pero negativos. Es decir que a la inflación que acumule hasta su pago final en marzo se le deben restar 100 puntos. A medida que se van extendiendo los plazos, esa negatividad va en descenso reflejando una posible desaceleración en el ritmo inflacionario. El T4X4 tiene un rendimiento al vencimiento negativo, pero de 43 puntos mientras que el TX31, con amortización final el 30 de mayo del 2031 tiene 0,17 puntos porcentuales negativos.
Esto quedó reflejado en las licitaciones de deuda desde que asumió Luis Caputo en el Ministerio de Economía. Los CER son altamente demandados por los inversores como sucediera con la última oferta de Boncer. La incógnita pasa por los datos de inflación que se informen en los próximos meses. Las mediciones privadas muestran que el alza de los precios en diciembre se está acercando al 30%, en línea con los informes de bancos como el JP Morgan que estimaron un 60% de alza del costo de vida para el bimestre de diciembre y enero.
El éxito de la gestión Caputo pasará entonces por limitar el "pass through" o traspaso a precios de la devaluación que llevó al tipo de cambio oficial a los 800 pesos. Por el momento, se asigna una alta credibilidad a que logrará mantener el ritmo de suba de esa variable sin saltos bruscos adicionales. Pero lo cierto es que las restricciones a la compra de divisas en el mercado oficial aún existen.
La conclusión es que, hasta la llegada de los dólares de la soja, no habrá cambios importantes en el régimen cambiario y por lo tanto, la inflación y el cepo serán la moneda corriente. En ese contexto es en donde florece la demanda por el CER o los plazo fijo UVA que los bancos limitan o esconden.
¿Puede seguir el actual statu quo hasta marzo? Sí, aunque los datos que surjan de la inflación serán determinantes para medir la victoria del nuevo equipo económico. Mientras más rápido se desactiven los pasivos remunerados del BCRA, más rápido será el descenso de los niveles de inflación actuales. Lo peor que puede pasar es que para el segundo semestre se sigan observando datos de inflación de dos dígitos. Pero para julio falta bastante.
Pocas veces en la historia de los mercados locales se vieron a títulos de deuda del gobierno nacional cotizando a tan alta paridad cuando en realidad, con la historia de default acumulada, las paridades siempre son mínimas. Al ser en pesos, el riesgo de incumplimiento es muy bajo, aunque también el país, en septiembre del 2019 "reperfiló" e incumplió el pago en moneda nacional. Pero juegan otros factores más relevantes en este fenómeno. Ante una inflación que se espera muy elevada en el primer trimestre del 2024, el dólar estable, y el cepo aún férreo, el que tiene pesos en su poder pierde. Es el juego de la silla. El último se queda a pie.
Y la contracara de las paridades elevadas, muy por encima del valor teórico, son las tasas de retorno negativas. El TX24 tiene un rendimiento al vencimiento de 100 puntos porcentuales pero negativos. Es decir que a la inflación que acumule hasta su pago final en marzo se le deben restar 100 puntos. A medida que se van extendiendo los plazos, esa negatividad va en descenso reflejando una posible desaceleración en el ritmo inflacionario. El T4X4 tiene un rendimiento al vencimiento negativo, pero de 43 puntos mientras que el TX31, con amortización final el 30 de mayo del 2031 tiene 0,17 puntos porcentuales negativos.
Esto quedó reflejado en las licitaciones de deuda desde que asumió Luis Caputo en el Ministerio de Economía. Los CER son altamente demandados por los inversores como sucediera con la última oferta de Boncer. La incógnita pasa por los datos de inflación que se informen en los próximos meses. Las mediciones privadas muestran que el alza de los precios en diciembre se está acercando al 30%, en línea con los informes de bancos como el JP Morgan que estimaron un 60% de alza del costo de vida para el bimestre de diciembre y enero.
El éxito de la gestión Caputo pasará entonces por limitar el "pass through" o traspaso a precios de la devaluación que llevó al tipo de cambio oficial a los 800 pesos. Por el momento, se asigna una alta credibilidad a que logrará mantener el ritmo de suba de esa variable sin saltos bruscos adicionales. Pero lo cierto es que las restricciones a la compra de divisas en el mercado oficial aún existen.
La conclusión es que, hasta la llegada de los dólares de la soja, no habrá cambios importantes en el régimen cambiario y por lo tanto, la inflación y el cepo serán la moneda corriente. En ese contexto es en donde florece la demanda por el CER o los plazo fijo UVA que los bancos limitan o esconden.
¿Puede seguir el actual statu quo hasta marzo? Sí, aunque los datos que surjan de la inflación serán determinantes para medir la victoria del nuevo equipo económico. Mientras más rápido se desactiven los pasivos remunerados del BCRA, más rápido será el descenso de los niveles de inflación actuales. Lo peor que puede pasar es que para el segundo semestre se sigan observando datos de inflación de dos dígitos. Pero para julio falta bastante.
Con información de
Cronista