El ajuste de Victoria Villarruel: desactiva “aguantaderos” de empleados dejados por exsenadores
Por:
Gustavo Ybarra
Martes 12 de
Marzo 2024
La vicepresidenta y la Secretaría Parlamentaria desarticularon comisiones que ya habían cumplido su función y en la que todavía había personal designado; el caso del hijastro de “Pino” Solanas
Como parte de un proceso de detección de irregularidades y de reducción del personal del Senado, Victoria Villarruel declaró caducas dos comisiones especiales cuyos plazos de tiempo habían vencido hacía casi cuatro años y desafectó de la planta de la Cámara alta a varios empleados porque no cumplían con las funciones para las que estaban asignados.
Los casos van apareciendo de a poco y dejan al descubierto una de las prácticas habituales que forman parte del folcklore del Congreso y que tiene que ver con cómo se van acumulando capas geológicas de empleados designados por legisladores que terminan su mandato pero que consiguen, a cambio de favores, como la entrega de un despacho en el palacio legislativo, que los nuevos integrantes del cuerpo le sostengan a su colaboradores.
Un ejemplo de esta situación es el caso de Flexa Correa Lopes, hijo de Angela Correa, esposa del exsenador fallecido en noviembre de 2020 Fernando “Pino” Solanas. El joven fue nombrado como asesor por su padrastro en 2017 como planta temporaria, y en esa condición se encontraba cobrando un sueldo superior a los $600.000 hasta este año.
A pesar de que Solanas había concluido su mandato en diciembre de 2019, su hijastro continuó como empleado del Senado hasta febrero de este año. Durante un tiempo, fue sostenido por una legisladora kirchnerista. Ahora, al momento de su desafectación, revistaba como personal de la Dirección General de Comisiones.
Antes de iniciar todo este periplo, el excineasta se encargó de que el hijo de su esposa fuera recategorizado en dos oportunidades en el mismo mes, poco antes de concluir su mandato como senador. El 2 de octubre de 2019 Solanas solicitó, y le fue otorgada, la categoría A-6 para su hijastro. El 29 del mismo mes consiguió que lo ascendieran a la categoría A-5.
En los hechos, Flexa Correa Lopes fue dado de baja como personal temporario por no contar con un legislador o dependencia que requiriera sus servicios. Sin embargo, fuentes legislativas confiaron a este diario que no concurría a cumplir horario ni desarrollaba tarea alguna en las dependencias en las que figuraba asignado.
De hecho, durante el tiempo que se mantuvo como empleado de la Cámara alta tras la conclusión del mandato de su padrastro, el joven desarrollaba su actividad como documentalista y como activista de Acción Cannábica, una agrupación civil que impulsa el desarrollo del cannabis en sus diferentes usos.
Además de su afición por la industria cinematográfica, el hijastro de Solanas se hizo conocido por que en su condición de practicante de taekwondo se enfrentó a tres personas que querían arrebatarle la cartera a una mujer en las inmediaciones del Congreso.
Comisiones caducas
Otra variante del sostenimiento de empleados de legisladores cuyo mandato venció hace tiempo fue el de dos comisiones especiales creadas durante la administración de Gabriela Michetti que, según la normativa vigente, ya habían concluido su misión sin que ninguna normativa parlamentaria prorrogara sus vigencias.
Una de ellas es la Comisión Especial de los Pueblos Indígenas. Creada en 2017 por el término de un año, su existencia fue prorrogada por 365 días más que vencieron en abril de 2019. Desde entonces, el órgano legislativo siguió funcionando sin tener una norma legal que la sustente.
Uno de los senadores que impulsó la creación de la comisión fue Magdalena Odarda, quien había ingresado al Senado en 2013 por la Coalición Cívica de Rio Negro y que, tras romper en 2017 con la fuerza de Elisa Carrió y crear su propio partido provincial, terminó convertida en aliada del kirchnerismo en la Cámara alta.
Al momento de que Villarruel la declaró caduca y a pesar de que llevaba casi cinco años sin actividad, la Comisión Especial de los Pueblos Indígenas tenía un secretario, Nahuel Píccoli Fortuny, con el extra que el cargo implica en materia aslarial, y revistaban cuatro empleados de planta transitoria, todos designados por Odarda antes de abandonar su banca de senadora, en 2019. Los trabajadores transitorios continuaron dependiendo del Senado a pesar de que son todos de Río Negro y que la dirigente ocupó durante casi tres años la presidencia del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y bien pudo haberles dado empleo en esa dependencia.
Más llamativo, aunque con menos personal involucrado, es el caso de la Comisión Especial de Conmemoración del V Centenario de la Circunnavegación del Mundo de Magallanes-Elcano.
Creada en 2019 por el plazo de un año para que el Senado participara de las celebraciones que se realizaron en Portugal por el quinto centenario de la primera navegación alrededor del orbe iniciada por Hernando de Magallanes y concluida por Sebastián Elcano, nunca llegó a constituirse a pesar de lo cual tenía un secretario, Fernando García Leyenda, y un empleado de la planta transitoria asignados a la comisión. En este caso, la terminal de los trabajadores era el bloque radical.
Los casos van apareciendo de a poco y dejan al descubierto una de las prácticas habituales que forman parte del folcklore del Congreso y que tiene que ver con cómo se van acumulando capas geológicas de empleados designados por legisladores que terminan su mandato pero que consiguen, a cambio de favores, como la entrega de un despacho en el palacio legislativo, que los nuevos integrantes del cuerpo le sostengan a su colaboradores.
Un ejemplo de esta situación es el caso de Flexa Correa Lopes, hijo de Angela Correa, esposa del exsenador fallecido en noviembre de 2020 Fernando “Pino” Solanas. El joven fue nombrado como asesor por su padrastro en 2017 como planta temporaria, y en esa condición se encontraba cobrando un sueldo superior a los $600.000 hasta este año.
A pesar de que Solanas había concluido su mandato en diciembre de 2019, su hijastro continuó como empleado del Senado hasta febrero de este año. Durante un tiempo, fue sostenido por una legisladora kirchnerista. Ahora, al momento de su desafectación, revistaba como personal de la Dirección General de Comisiones.
Antes de iniciar todo este periplo, el excineasta se encargó de que el hijo de su esposa fuera recategorizado en dos oportunidades en el mismo mes, poco antes de concluir su mandato como senador. El 2 de octubre de 2019 Solanas solicitó, y le fue otorgada, la categoría A-6 para su hijastro. El 29 del mismo mes consiguió que lo ascendieran a la categoría A-5.
En los hechos, Flexa Correa Lopes fue dado de baja como personal temporario por no contar con un legislador o dependencia que requiriera sus servicios. Sin embargo, fuentes legislativas confiaron a este diario que no concurría a cumplir horario ni desarrollaba tarea alguna en las dependencias en las que figuraba asignado.
De hecho, durante el tiempo que se mantuvo como empleado de la Cámara alta tras la conclusión del mandato de su padrastro, el joven desarrollaba su actividad como documentalista y como activista de Acción Cannábica, una agrupación civil que impulsa el desarrollo del cannabis en sus diferentes usos.
Además de su afición por la industria cinematográfica, el hijastro de Solanas se hizo conocido por que en su condición de practicante de taekwondo se enfrentó a tres personas que querían arrebatarle la cartera a una mujer en las inmediaciones del Congreso.
Comisiones caducas
Otra variante del sostenimiento de empleados de legisladores cuyo mandato venció hace tiempo fue el de dos comisiones especiales creadas durante la administración de Gabriela Michetti que, según la normativa vigente, ya habían concluido su misión sin que ninguna normativa parlamentaria prorrogara sus vigencias.
Una de ellas es la Comisión Especial de los Pueblos Indígenas. Creada en 2017 por el término de un año, su existencia fue prorrogada por 365 días más que vencieron en abril de 2019. Desde entonces, el órgano legislativo siguió funcionando sin tener una norma legal que la sustente.
Uno de los senadores que impulsó la creación de la comisión fue Magdalena Odarda, quien había ingresado al Senado en 2013 por la Coalición Cívica de Rio Negro y que, tras romper en 2017 con la fuerza de Elisa Carrió y crear su propio partido provincial, terminó convertida en aliada del kirchnerismo en la Cámara alta.
Al momento de que Villarruel la declaró caduca y a pesar de que llevaba casi cinco años sin actividad, la Comisión Especial de los Pueblos Indígenas tenía un secretario, Nahuel Píccoli Fortuny, con el extra que el cargo implica en materia aslarial, y revistaban cuatro empleados de planta transitoria, todos designados por Odarda antes de abandonar su banca de senadora, en 2019. Los trabajadores transitorios continuaron dependiendo del Senado a pesar de que son todos de Río Negro y que la dirigente ocupó durante casi tres años la presidencia del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y bien pudo haberles dado empleo en esa dependencia.
Más llamativo, aunque con menos personal involucrado, es el caso de la Comisión Especial de Conmemoración del V Centenario de la Circunnavegación del Mundo de Magallanes-Elcano.
Creada en 2019 por el plazo de un año para que el Senado participara de las celebraciones que se realizaron en Portugal por el quinto centenario de la primera navegación alrededor del orbe iniciada por Hernando de Magallanes y concluida por Sebastián Elcano, nunca llegó a constituirse a pesar de lo cual tenía un secretario, Fernando García Leyenda, y un empleado de la planta transitoria asignados a la comisión. En este caso, la terminal de los trabajadores era el bloque radical.
