Santa Fe | Rosario
Un cura denunció a policías que entraron "como una patota" a un comedor
Viernes 27 de
Marzo 2015
Una situación de mucha tensión se vivió ayer en el comedor comunitario que funciona en la Parroquia Señor de los Milagros, en Rouillón 350, cuando un grupo de policías irrumpió en forma muy violenta en el lugar, sin orden de allanamiento y sin siquiera pedir permiso al cura que dirige el emprendimiento, para llevarse detenido a un joven.
"Los policías no nos dijeron nada. Entraron como si fueran una patota, buscando a alguien y revisando todo los lugares del comedor y la capilla", describió el cura Juan José Gravet, encargado del templo y testigo directo de lo que ocurrió.
En declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, el religioso describió el incidente de ayer a la tarde. "Estábamos en el comedor que tenemos en la capilla, que es bastante grande porque damos mil raciones por día. La policía irrumpió con varios móviles. Entraron sin permiso, sin orden de allanamiento, buscando gente que supuestamente estaba allí. Todo eso en el momento en que se estaba entregando la comida".
El religioso afirmó que todas las personas que estaban en el lugar "se vieron sorprendidas, sobre todo las mujeres, por la situación y pora la forma en que entraron los policías. Esto nos hace recordar a otras etapa de nuestra historia. Creíamos que algo así no podía ocurrir más".
"No se pueden meter en los domicilios privados así porque sí, sin orden de allanamiento. Este es un lugar de Iglesia, pertenece al Arzobispado de Rosario. Es una capilla que está en jurisdicción de la parroquia Cristo Redentor", agregó.
Gravet dijo que los policías se llevaron detenido a un muchacho "que estaba en la fila para recibir alimentos. Esto nos sorprendió mucho. Nosotros hacemos un trabajo pacífico, llevando ayuda a la gente más necesitada, una labor solidaria, donde los mismos que reciben los alimentos trabajan para elaborarlos. Es un trabajo para la gente más humilde y nos sorprende este modo en que entra la policía, violentamente. Ni siquiera pidieron permiso. La gente quedó muy asustada. Es la primera vez que ocurre algo así y espero que sea la última", agregó.
En declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, el religioso describió el incidente de ayer a la tarde. "Estábamos en el comedor que tenemos en la capilla, que es bastante grande porque damos mil raciones por día. La policía irrumpió con varios móviles. Entraron sin permiso, sin orden de allanamiento, buscando gente que supuestamente estaba allí. Todo eso en el momento en que se estaba entregando la comida".
El religioso afirmó que todas las personas que estaban en el lugar "se vieron sorprendidas, sobre todo las mujeres, por la situación y pora la forma en que entraron los policías. Esto nos hace recordar a otras etapa de nuestra historia. Creíamos que algo así no podía ocurrir más".
"No se pueden meter en los domicilios privados así porque sí, sin orden de allanamiento. Este es un lugar de Iglesia, pertenece al Arzobispado de Rosario. Es una capilla que está en jurisdicción de la parroquia Cristo Redentor", agregó.
Gravet dijo que los policías se llevaron detenido a un muchacho "que estaba en la fila para recibir alimentos. Esto nos sorprendió mucho. Nosotros hacemos un trabajo pacífico, llevando ayuda a la gente más necesitada, una labor solidaria, donde los mismos que reciben los alimentos trabajan para elaborarlos. Es un trabajo para la gente más humilde y nos sorprende este modo en que entra la policía, violentamente. Ni siquiera pidieron permiso. La gente quedó muy asustada. Es la primera vez que ocurre algo así y espero que sea la última", agregó.
Con información de
La Capital