Sepultaron los restos del hijo de Alberto Rodríguez Saá
Miércoles 02 de
Septiembre 2015
Los restos de Carlos Juan Rodríguez Saá, hijo del ex gobernador y de María Antonia "Tona" Salino, fueron sepultados en una emotiva ceremonia realizada en el cementerio de Los Peñitos de la localidad de El Durazno, a 30 km. de la ciudad de San Luis.
Carlos Juan residía en Buenos Aires y sufrió un paro cardíaco, según un comunicado oficial de la familia publicado hoy en El Diario de la República, medio que es propiedad de la familia Rodríguez Saá.
Por la muerte de su sobrino, el candidato presidencial de Compromiso Federal Adolfo Rodríguez Saá interrumpió su campaña hasta nuevo aviso y el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, decretó dos días de duelo provincial.
Carlos Juan había cumplido 40 años el pasado 5 de agosto. Cursó sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal "Juan Pascual Pringles" y la carrera universitaria de Filosofía y Letras en la UBA.
En la ceremonia de sepultura estuvieron presentes numerosas de personas acompañando a Tona y Alberto y a sus otros dos hijos, María Luz y Alberto, al igual que a toda la familia Rodríguez Saá.
Desde que se conoció ayer la información, las redes sociales mostraron innumerables muestras de pesar por el triste momento.
La totalidad de la dirigencia política opositora y oficialista de la provincia manifestó sus condolencias y pesar, y declinaron formular declaraciones "por respeto a la familia en un momento en el que los seres humanos debemos acompañar con nuestra presencia y silencio", coincidieron en afirmar los políticos.
Los restos de Carlos Juan Rodríguez Saá fueron inhumados en el mismo cementerio donde está sepultada su abuela, Lilia Esther Paez Montero, , y madre de los cinco hermanos Rodríguez Saá: Alberto, Adolfo, Rosario, María Esther y Zulema.
Precisamente mañana 3 de setiembre se cumplirán cuatro años de la muerte de la madre de los hermanos Rodríguez Saá.
Uno de sus familiares leyó el siguiente mensaje a "Charly" como era apodado Carlos Juan:
"Hay algunas cosas que sólo puede apagar la muerte. Una de esas pocas cosas es la vida de Carlos Juan. Un derroche de vida, una síntesis formidable de saber, de inteligencia y de amor intenso".
Con información de
telam
