CHACO
Familiares de detenidos denuncian torturas y exigen renuncia de jefes penitenciarios
Martes 03 de
Mayo 2016
La Asociación de Familiares de Detenidos se presentó ante el subsecretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, comisario Héctor Lisboa, para reclamar las renuncias del director de la Alcaidía de Resistencia, Jorge Ibarrola, así como del subdirector Cañete, y los jefes Pelizardi y Montero, “por abusos de autoridad, torturas a los detenidos, y amenazas a los familiares para que no denuncien la situación”.
Un interno que es discapacitado, le falta una pierna, “fue obligado a pasar la noche a la intemperie, saltando sin sus muletas, mientras lo empujaban cada vez que se levantaba”. Estos y otros terribles hechos fueron relatados a NORTE por al menos una decena de mujeres (“y sólo vinimos algunas, pero somos muchísimas más”) familiares directas de presos que están alojados en la Alcaidía de Resistencia.
Las mujeres también contaron que la alimentación de los reclusos es muy mala, que “no se les dan las raciones correspondientes”, y tampoco les entregan elementos de limpieza, lo que se les hace evidente en los días de visita.Otra situación de discrecionalidad y maltrato manifestada por las familias de los internos es que en la revisión que se realiza a las visitantes, las autoridades “cambian cada vez que se les ocurre la lista de cosas autorizadas a ingresar”, y que rompen envoltorios y estropean las comidas u objetos que llevan a sus internos. Mucho peor es lo que hacen durante las requisas en los pabellones: los penitenciarios “rompen los televisores, radios y cosas personales”, sin que nadie se haga cargo del daño ocasionado. Este extremo se dio por última vez el sábado pasado en el pabellón de buena conducta, que está poblado por internos que trabajan –en muchos casos en beneficio de la alcaidía o de los jefes de la misma- “Sin cobrar nada, al contrario de lo que cree la gente. Y las máquinas y los materiales tenemos que conseguirlos nosotras”.
Relataron que “los presos del pabellón de buena conducta fueron mantenidos en paños menores, hasta las 8 de la noche, en la cancha de fútbol”, mientras los agentes “revolvían y rompían todas las cosas en las celdas”. Las mujeres explicaron que después de la violenta requisa, el domingo, los internos habían decidido tomar el pabellón para protestar contra el abuso y la innecesaria crueldad, pero que ellas mediaron para que las autoridades recapacitaran y prometieran erradicar esas prácticas. Sin embargo, este lunes volvieron los desplantes, las amenazas y el maltrato, por lo que decidieron denunciar el asunto ante el subsecretario de Asuntos Penitenciarios y hacerlo público.
Por último, las familiares reclamaron la investigación “de los hechos de corrupción que se dan en forma impune, no sólo de la plana mayor, sino de los mismos celadores, que ingresan los elementos prohibidos, sea drogas, alcohol y otras sustancias que comercializan como en un verdadero mercado negro, mientras los jefes hacen la vista gorda”.
Con información de
diarionorte