25 DE ABRIL 2024
SANTA FE
Santa Fe tiene dos proyectos para adherir a la Ley Justina
Jueves 27 de
Septiembre 2018
Uno está en Diputados, el otro en el Senado. Ambos plantean la adhesión a la Ley Nacional N° 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células.
Hasta fines de julio de este año, sólo eran donantes en nuestro país aquellas personas mayores de edad que -en vida- así lo habían dispuesto, o los menores fallecidos con el consentimiento de los deudos. La llamada Ley Justina dio un giro de 180 grados y convirtió en donantes a todos los argentinos mayores de edad, excepto aquellos que hubieran declarado por escrito su oposición a esa condición.
En la Legislatura santafesina existen dos proyectos de ley para la adhesión de Santa Fe a la Ley Nacional N° 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, que se inspiró en Justina Lo Cane, una menor de 12 años que murió en noviembre pasado en la Fundación Favaloro mientras aguardaba un trasplante de corazón.
Su familia se impuso el deber cívico de sumar su labor a la de las organizaciones no gubernamentales y colectivos de pacientes trasplantados que -desde hace años- procuraban este cambio en la legislación que finalmente se impuso.
En Diputados, Cesira Arcando (Fe) y en Senadores, Lisandro Enrico (UCR-Gral. López), coincidieron en presentar sendos proyectos de ley para que Santa Fe quede expresamente adherida a la normativa.
“Hoy en Argentina hay unas 10.500 personas que esperan por un trasplante, y sólo eran donantes -hasta ahora- apenas 13 personas por cada millón de habitantes”, indicó en los considerandos de su proyecto el senador del departamento sureño.
La diputada macrista, en tanto, subrayó que gracias a la Ley Justina, todas las personas son donantes de órganos, “salvo que hubieran expresado su voluntad contraria”. En las dos Cámaras los proyectos ingresaron formalmente para su tratamiento en comisiones.
En el Congreso
La ley que cambió el paradigma de la autorización para la donación de órganos fue sancionada en el Congreso Nacional por unanimidad en ambas Cámaras, tanto en el Senado de la Nación como en la Cámara de Diputados. Esto habla del consenso político sobre una problemática.
La norma prevé también que los establecimientos de salud habilitados para hacer trasplantes cuenten con servicios destinados a la donación, “que permitirán detectar, evaluar y tratar al donante”.
Además, la citada ley establece “la donación cruzada en el caso de transplante de riñón (con donante vivo)”. También estipula que “podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos, a toda persona capaz mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos”.
Vale recordar que “en nuestro sistema normativo nacional, ya en el año 1993 se sancionó la primera Ley sobre esta temática, y que ya más acá en el tiempo, en el año 2005, se incluyó la figura del donante presunto, entre otros avances”, fundamentaron sendos proyectos.
En nuestro país, la ley fue sancionada el 4 de julio por 202 votos a favor, sin abstenciones. Fue el final de una sesión emotiva, que terminó con todos los diputados aplaudiendo de pie.
El proyecto del senador Juan Carlos Marino (UCR) había sido aprobado en el Senado, por unanimidad, el 30 de mayo. En Diputados no necesitó discusión. Con pleno consenso se votó la ley que adoptó el nombre de Justina Lo Cane, la nena de 12 años que falleció el año pasado, el 22 de noviembre, por no recibir un trasplante de corazón a tiempo. Como pasó en el Senado, los padres de Justina, Ezequiel y Paola, también sus hermanos y abuelos, siguieron todas las alternativas, presentes en el recinto -junto al senador Marino-, con profunda emoción.
En la Legislatura santafesina existen dos proyectos de ley para la adhesión de Santa Fe a la Ley Nacional N° 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, que se inspiró en Justina Lo Cane, una menor de 12 años que murió en noviembre pasado en la Fundación Favaloro mientras aguardaba un trasplante de corazón.
Su familia se impuso el deber cívico de sumar su labor a la de las organizaciones no gubernamentales y colectivos de pacientes trasplantados que -desde hace años- procuraban este cambio en la legislación que finalmente se impuso.
En Diputados, Cesira Arcando (Fe) y en Senadores, Lisandro Enrico (UCR-Gral. López), coincidieron en presentar sendos proyectos de ley para que Santa Fe quede expresamente adherida a la normativa.
“Hoy en Argentina hay unas 10.500 personas que esperan por un trasplante, y sólo eran donantes -hasta ahora- apenas 13 personas por cada millón de habitantes”, indicó en los considerandos de su proyecto el senador del departamento sureño.
La diputada macrista, en tanto, subrayó que gracias a la Ley Justina, todas las personas son donantes de órganos, “salvo que hubieran expresado su voluntad contraria”. En las dos Cámaras los proyectos ingresaron formalmente para su tratamiento en comisiones.
En el Congreso
La ley que cambió el paradigma de la autorización para la donación de órganos fue sancionada en el Congreso Nacional por unanimidad en ambas Cámaras, tanto en el Senado de la Nación como en la Cámara de Diputados. Esto habla del consenso político sobre una problemática.
La norma prevé también que los establecimientos de salud habilitados para hacer trasplantes cuenten con servicios destinados a la donación, “que permitirán detectar, evaluar y tratar al donante”.
Además, la citada ley establece “la donación cruzada en el caso de transplante de riñón (con donante vivo)”. También estipula que “podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos, a toda persona capaz mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos”.
Vale recordar que “en nuestro sistema normativo nacional, ya en el año 1993 se sancionó la primera Ley sobre esta temática, y que ya más acá en el tiempo, en el año 2005, se incluyó la figura del donante presunto, entre otros avances”, fundamentaron sendos proyectos.
En nuestro país, la ley fue sancionada el 4 de julio por 202 votos a favor, sin abstenciones. Fue el final de una sesión emotiva, que terminó con todos los diputados aplaudiendo de pie.
El proyecto del senador Juan Carlos Marino (UCR) había sido aprobado en el Senado, por unanimidad, el 30 de mayo. En Diputados no necesitó discusión. Con pleno consenso se votó la ley que adoptó el nombre de Justina Lo Cane, la nena de 12 años que falleció el año pasado, el 22 de noviembre, por no recibir un trasplante de corazón a tiempo. Como pasó en el Senado, los padres de Justina, Ezequiel y Paola, también sus hermanos y abuelos, siguieron todas las alternativas, presentes en el recinto -junto al senador Marino-, con profunda emoción.
Con información de
ellitoral