SANTA FE
"Una smart city es la que desarrolla servicios para que su gente sea feliz"
Por:
Gastón Neffen
Domingo 09 de
Diciembre 2018
En una entrevista con El Litoral, Chaesub Lee, director de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), recomendó planificar la ciudad a partir de la propia singularidad y cultura. “No se trata de hacer edificios de lujo y alta tecnología, el foco debe ser que sus habitantes tengan las herramientas para ser más inteligentes y felices”, insistió.
El Foro Mundial de Ciudades Inteligentes, que se desarrolló en la UTN, trajo a la ciudad expertos en telecomunicaciones, nuevas tecnologías y servicios de transporte. Uno de los más interesantes fue el coreano Chaesub Lee, que dirige la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que depende de Naciones Unidas, y está trabajando en la estandarización de una tecnología disruptiva: las redes 5G, las que van a generar el soporte de conectividad para que la heladera, el televisor, el auto, la ropa y el celular estén conectados en un ecosistema digital que va a cambiar profundamente nuestras vidas.
Lee es un experto en redes móviles, espectro radiofónico y ancho de banda, pero cuando piensa en la esencia de una smart city emerge un discurso humanista, con eje en las personas y en la singularidad de la cultura que nutre a cada ciudad.
— Estuvo casi una semana en Santa Fe, ¿qué recomendación puede hacer para que se avance en la construcción de una ciudad más inteligente?
— Cuando se habla de ciudades inteligentes tenemos que tener cuidado. Se suele pensar en megaurbes con gigantescos edificios, algunos de lujo, y con tecnología de punta, pero lo más importante es cómo podemos generar servicios, incluso pequeños servicios, para lograr que nuestros ciudadanos puedan ser más inteligentes y felices. Santa Fe no necesariamente tiene que seguir los pasos de New York o San Francisco en Estados Unidos; en realidad se trata de encontrar la forma de desarrollar una ciudad inteligente a partir de la propia singularidad, la cultura de cada comunidad y la forma de ser de la gente. Por ejemplo, ustedes son famosos por la calidad del pescado y la belleza de sus ríos. En definitiva, se trata de pensar cómo manejar el agua de manera inteligente en muchas áreas: el riesgo hídrico, el turismo, la gastronomía y hasta la energía —si es posible—. La relación con el agua es muy importante aquí para la gente. Hay muchos lugares lindos para caminar y para correr que se nota que ustedes disfrutan. Hay que seguir pensando en cómo aprovechar este ambiente, desde la propia especificidad. Cuando vamos a otras ciudades, no nos gusta ver las cadenas internacionales de café y comidas rápidas, lo que queremos es ver cómo preparan ustedes su propio café y desarrollan una gastronomía propia. Me fascinó —hace un larga expresión de deleite— los pescados que cominos en un uno de los restaurantes que visitamos. Fue delicioso.
—¿De qué manera puede cambiar nuestra vida la tecnología 5G?
—Hay varias diferencias claves. En primer lugar, hay un enorme salto en el ancho de banda, que será el soporte para una mayor conectividad de muchos equipos a la vez. Es lo que va a posibilitar la Internet de las Cosas. Otra cuestión importante va a ser la confiabilidad y precisión que tendrá la red. La conexión de todos nuestros equipos a la red —electrodomésticos, vehículos, computadoras y hasta la misma ropa— va a tener un profundo impacto en la vida humana.
—¿Cuándo se van a utilizar en forma masiva las nuevas redes?
Todavía va a llevar un tiempo la transición de 4G a 5G, porque las redes 5G utilizan un espectro radiofónico más profundo. Es probable que durante tiempo se utilice una tecnología mixta, entre 4G y 5G, y se está trabajando mucho para unificar los estándares. Es muy importante resolver cómo se va a realizar la migración a la tecnología 5G. En Corea del Sur, es posible que comiencen a utilizar esta tecnología en 2019; y a finales del año que viene también en Japón y Estados Unidos, que están casi listos.
—Hay preocupación por el impacto que la automatización, la inteligencia artificial y la robotización pueden tener sobre el mundo del trabajo. ¿Cómo analiza esta tendencia?
—Es un proceso inevitable y es importante que nos preparemos y capacitemos para esta nueva sociedad. Se va a dar una transición y es lógico que haya mucha gente preocupada por el impacto en los empleos de la inteligencia artificial y la robotización. Es cierto que en algunas áreas se van a afectar puestos de trabajo, porque la inteligencia artificial y los robots son más eficientes para hacer esas tareas, pero estas tecnologías también van a crear nuevos empleos.
—¿Qué aporte puede hacer la tecnología para resolver desafíos globales como el hambre y la pobreza?
—Creemos que la inteligencia artificial puede ser muy importante para ayudar a las personas y las familias más vulnerables. Por ejemplo, se están utilizando smartphones y tablets para acercar la educación a millones de chicos y sus familias. En el campo de la agricultura, estamos desarrollando microproyectos para campesinos que los ayudan a producir más y con mayor sustentabilidad. Muchos de estos productores hacen agricultura de subsistencia y tienen dificultades para alimentar sus animales y sembrar sus pequeñas parcelas. Con la tecnología disponible, podemos ayudarlos a identificar fuentes de agua segura, estudiar las características de sus suelos y asistirlos para lograr mayor eficiencia en la producción de estos alimentos. En pequeñas granjas de pollos, la inteligencia artificial ha demostrado que puede contribuir a establecer un proceso mucho más confiable para producir carne y huevos. Ya comenzamos con todo esto, pero no es suficiente y tenemos que hacer mucho más.
¿Qué es el 5G?
Es la quinta generación de tecnología móvil y se está trabajando en su estandarización, con el objetivo de que comience a utilizarse hacia 2020 y que tenga un alto grado de penetración global hacia 2025. Permite alcanzar velocidades de 10 Gb/seg, unas 100 veces más que lo que soportan las redes 4G. Los expertos aseguran que es la tecnología que va a sostener el desarrollo de la Internet de la Cosas, la conexión de todos los dispositivos y artefactos del hogar, de la ropa y de los autos, entre muchas otras posibilidades.
Lee es un experto en redes móviles, espectro radiofónico y ancho de banda, pero cuando piensa en la esencia de una smart city emerge un discurso humanista, con eje en las personas y en la singularidad de la cultura que nutre a cada ciudad.
— Estuvo casi una semana en Santa Fe, ¿qué recomendación puede hacer para que se avance en la construcción de una ciudad más inteligente?
— Cuando se habla de ciudades inteligentes tenemos que tener cuidado. Se suele pensar en megaurbes con gigantescos edificios, algunos de lujo, y con tecnología de punta, pero lo más importante es cómo podemos generar servicios, incluso pequeños servicios, para lograr que nuestros ciudadanos puedan ser más inteligentes y felices. Santa Fe no necesariamente tiene que seguir los pasos de New York o San Francisco en Estados Unidos; en realidad se trata de encontrar la forma de desarrollar una ciudad inteligente a partir de la propia singularidad, la cultura de cada comunidad y la forma de ser de la gente. Por ejemplo, ustedes son famosos por la calidad del pescado y la belleza de sus ríos. En definitiva, se trata de pensar cómo manejar el agua de manera inteligente en muchas áreas: el riesgo hídrico, el turismo, la gastronomía y hasta la energía —si es posible—. La relación con el agua es muy importante aquí para la gente. Hay muchos lugares lindos para caminar y para correr que se nota que ustedes disfrutan. Hay que seguir pensando en cómo aprovechar este ambiente, desde la propia especificidad. Cuando vamos a otras ciudades, no nos gusta ver las cadenas internacionales de café y comidas rápidas, lo que queremos es ver cómo preparan ustedes su propio café y desarrollan una gastronomía propia. Me fascinó —hace un larga expresión de deleite— los pescados que cominos en un uno de los restaurantes que visitamos. Fue delicioso.
—¿De qué manera puede cambiar nuestra vida la tecnología 5G?
—Hay varias diferencias claves. En primer lugar, hay un enorme salto en el ancho de banda, que será el soporte para una mayor conectividad de muchos equipos a la vez. Es lo que va a posibilitar la Internet de las Cosas. Otra cuestión importante va a ser la confiabilidad y precisión que tendrá la red. La conexión de todos nuestros equipos a la red —electrodomésticos, vehículos, computadoras y hasta la misma ropa— va a tener un profundo impacto en la vida humana.
Mano a mano. Chaesub Lee está trabajando en la estandarización de la tecnología 5G, que va a multiplicar por 100 la velocidad de las redes de telefonía celular.Foto: Flavio Raina
—¿Cuándo se van a utilizar en forma masiva las nuevas redes?
Todavía va a llevar un tiempo la transición de 4G a 5G, porque las redes 5G utilizan un espectro radiofónico más profundo. Es probable que durante tiempo se utilice una tecnología mixta, entre 4G y 5G, y se está trabajando mucho para unificar los estándares. Es muy importante resolver cómo se va a realizar la migración a la tecnología 5G. En Corea del Sur, es posible que comiencen a utilizar esta tecnología en 2019; y a finales del año que viene también en Japón y Estados Unidos, que están casi listos.
—Hay preocupación por el impacto que la automatización, la inteligencia artificial y la robotización pueden tener sobre el mundo del trabajo. ¿Cómo analiza esta tendencia?
—Es un proceso inevitable y es importante que nos preparemos y capacitemos para esta nueva sociedad. Se va a dar una transición y es lógico que haya mucha gente preocupada por el impacto en los empleos de la inteligencia artificial y la robotización. Es cierto que en algunas áreas se van a afectar puestos de trabajo, porque la inteligencia artificial y los robots son más eficientes para hacer esas tareas, pero estas tecnologías también van a crear nuevos empleos.
—¿Qué aporte puede hacer la tecnología para resolver desafíos globales como el hambre y la pobreza?
—Creemos que la inteligencia artificial puede ser muy importante para ayudar a las personas y las familias más vulnerables. Por ejemplo, se están utilizando smartphones y tablets para acercar la educación a millones de chicos y sus familias. En el campo de la agricultura, estamos desarrollando microproyectos para campesinos que los ayudan a producir más y con mayor sustentabilidad. Muchos de estos productores hacen agricultura de subsistencia y tienen dificultades para alimentar sus animales y sembrar sus pequeñas parcelas. Con la tecnología disponible, podemos ayudarlos a identificar fuentes de agua segura, estudiar las características de sus suelos y asistirlos para lograr mayor eficiencia en la producción de estos alimentos. En pequeñas granjas de pollos, la inteligencia artificial ha demostrado que puede contribuir a establecer un proceso mucho más confiable para producir carne y huevos. Ya comenzamos con todo esto, pero no es suficiente y tenemos que hacer mucho más.
“Es un proceso inevitable y es importante que nos preparemos y capacitemos para esta nueva sociedad. Se va a dar una transición y es lógico que haya mucha gente preocupada por el impacto en los empleos de la inteligencia artificial y la robotización”. Chaesub Lee. Director de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
¿Qué es el 5G?
Es la quinta generación de tecnología móvil y se está trabajando en su estandarización, con el objetivo de que comience a utilizarse hacia 2020 y que tenga un alto grado de penetración global hacia 2025. Permite alcanzar velocidades de 10 Gb/seg, unas 100 veces más que lo que soportan las redes 4G. Los expertos aseguran que es la tecnología que va a sostener el desarrollo de la Internet de la Cosas, la conexión de todos los dispositivos y artefactos del hogar, de la ropa y de los autos, entre muchas otras posibilidades.
Con información de
ellitoral
