Una mascarilla está bien, pero ¿será mejor usar dos?
Por:
                        Katherine J. Wu                     
                                    
                     Jueves                     14 de
                     Enero                     2021                  
                              
               
               
                              Los entrenadores de fútbol americano lo hacen. Los presidentes electos lo hacen. Incluso los senadores entendidos en ciencia lo hacen. 
                           
                                                                                                                                                                        
                        Conforme los casos de coronavirus siguen al alza a una escala mundial, algunas de las personalidades más prominentes han comenzado a usar doble mascarilla: una maniobra cada vez más respaldada por los datos, según investigadores.
  
No todo el mundo necesita dos mascarillas. Sin embargo, para la gente que usa protecciones delgadas o endebles, “si combinas varias capas, comienzas a tener una eficiencia bastante alta” para bloquear la salida de los virus y su entrada a las vías respiratorias, comentó Linsey Marr, experta en transmisión de virus del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, y autora de un comentario reciente en el que se describe la ciencia detrás del uso de la mascarilla.
  
  
Claro está, hay una desventaja: en cierto punto, “corremos el riesgo de que la respiración se dificulte demasiado”, comentó Marr. Aunque hay bastante espacio para respirar antes de que el uso de la mascarilla se acerque a ese extremo.
  
Después de un año de pandemia de COVID-19, el mundo luce muy diferente. Se han documentado más de 90 millones de infecciones confirmadas de coronavirus en el mundo, las cuales han dejado millones de muertes e innumerables personas con síntomas persistentes, en medio de dificultades económicas y el cierre de escuelas y negocios. Han surgido las nuevas variantes del virus, que llevan cambios genéticos que parecen mejorar su capacidad para propagarse de persona a persona.
  
Y, aunque en este momento varias vacunas han superado los obstáculos regulatorios, el despliegue de las inyecciones ha sido inconstante y lento… y todavía no hay una evidencia definitiva que demuestre que las vacunas tendrán un efecto significativo en la velocidad de propagación del virus y quién podría transmitirlo.
  
A lo largo de todos estos cambios, los investigadores se han mantenido firmes sobre el uso de los cubrebocas. “Los estadounidenses no tendrán que usar para siempre las mascarillas”, comentó Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California, campus San Francisco, y una autora del nuevo comentario. Sin embargo, por ahora, deben permanecer puestas, ya que protegen al portador de la mascarilla y a la gente a su alrededor.
  
  
Los argumentos a favor de la mascarilla abarcan varios campos de la ciencia, entre ellos la epidemiología y la física. Una serie de estudios observacionales ha sugerido que el uso generalizado de las mascarillas puede detener las infecciones y las muertes a una escala impresionante, en lugares tan pequeños como peluquerías y al nivel de países enteros.
  
Un estudio, que monitoreó políticas estatales que exigían cubrirse el rostro en público, reveló que los casos conocidos de COVID habían aumentado y disminuido casi al mismo tiempo que las reglas del uso de las mascarillas en práctica. Otro estudio, el cual siguió las infecciones de coronavirus entre los profesionales de la salud en Boston, resaltó una caída drástica en la cantidad de resultados positivos en las pruebas después de que los cubrebocas se volvieron un elemento universal entre el personal. Y un estudio en Beijing encontró que las mascarillas tenían una efectividad del 79 por ciento al bloquear la transmisión de la gente infectada a sus contactos cercanos.
  
El trabajo reciente de investigadores como Marr está identificando la base de estos enlaces a una escala microscópica. Según Marr, la ciencia es bastante intuitiva: los virus respiratorios como el coronavirus, que se mueve entre la gente en gotas de saliva y aerosol, necesitan un conducto claro para entrar en las vías respiratorias, las cuales están llenas del tipo de células que son infectadas por los virus. Las mascarillas que cubren la nariz y la boca limitan esa invasión.
  
El punto no es hacer una mascarilla hermética, opinó Marr. Más bien, las fibras que la componen crean una caótica carrera de obstáculos por donde debe navegar el aire… y cualquier cargamento infeccioso.
  
“El aire debe seguir este tortuoso camino”, mencionó Marr. “Las cosas grandes que lleve no podrán seguir esas vicisitudes”.
  
Los experimentos que ponen a prueba hasta qué punto los cubrebocas pueden interceptar el aerosol que entra y sale han demostrado que incluso materiales bastante básicos, como los de tela y las mascarillas quirúrgicas, pueden tener al menos un 50 por ciento de efectividad en cualquier dirección.
  
Varios estudios han confirmado la idea de que las mascarillas parecen ser mejores protegiendo a la gente alrededor del portador de la mascarilla que al mismo portador. “Esto se debe a que se está deteniendo justo en la fuente”, comentó Marr. No obstante, motivados por la reciente investigación, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han hecho notar que también hay grandes beneficios para quienes se ponen los cubrebocas.
  
Las mejores mascarillas siguen siendo las N95, por estar diseñadas con una eficiencia de filtración ultraalta. Sin embargo, sigue habiendo pocas para los profesionales de la salud, quienes las necesitan para tratar a los pacientes de manera segura.
  
Si pones dos capas de mascarillas menos especializadas una encima de la otra, puedes tener una protección comparable. Marr recomendó usar cubrebocas de tela que se ciñan al rostro sobre las mascarillas quirúrgicas, las cuales suelen estar hechas con materiales que filtran mejor, pero quedan más holgadas. Una alternativa es usar una mascarilla de tela con una bolsa que se pueda llenar con material de filtrado, como del tipo que tienen las bolsas para las aspiradoras.
  
  
No obstante, usar más de dos mascarillas, o poner varias capas de mascarillas que son muy buenas filtrando el aire de por sí, pronto reducirá los beneficios y dificultará mucho más una respiración normal.
  
Otras alteraciones pueden mejorar la sujeción de los cubrebocas, como ataduras que amarren la tela alrededor de la cabeza, en vez de depender de los bucles alrededor de las orejas que permiten que estos cuelguen y se abran. Los puentes nasales, los cuales pueden ayudar a que la parte superior de la mascarilla quede más ceñida, también ofrecen un apoyo protector.
  
Lograr que las mascarillas se ajusten y filtren el aire de manera óptima “es muy simple”, opinó Gandhi. “No se necesita nada sofisticado”.
  
Ninguna mascarilla es perfecta, y usar una no obvia otras medidas de salud pública como el distanciamiento físico y la buena higiene. “Debemos ser honestos al reconocer que la mejor respuesta es una que requiere intervenciones múltiples”, comentó Jennifer Nuzzo, experta en salud pública de la Universidad Johns Hopkins.
												 
							 
					
																	 
							 
					
																	 
                     
                                                                  No todo el mundo necesita dos mascarillas. Sin embargo, para la gente que usa protecciones delgadas o endebles, “si combinas varias capas, comienzas a tener una eficiencia bastante alta” para bloquear la salida de los virus y su entrada a las vías respiratorias, comentó Linsey Marr, experta en transmisión de virus del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, y autora de un comentario reciente en el que se describe la ciencia detrás del uso de la mascarilla.
Claro está, hay una desventaja: en cierto punto, “corremos el riesgo de que la respiración se dificulte demasiado”, comentó Marr. Aunque hay bastante espacio para respirar antes de que el uso de la mascarilla se acerque a ese extremo.
Después de un año de pandemia de COVID-19, el mundo luce muy diferente. Se han documentado más de 90 millones de infecciones confirmadas de coronavirus en el mundo, las cuales han dejado millones de muertes e innumerables personas con síntomas persistentes, en medio de dificultades económicas y el cierre de escuelas y negocios. Han surgido las nuevas variantes del virus, que llevan cambios genéticos que parecen mejorar su capacidad para propagarse de persona a persona.
Y, aunque en este momento varias vacunas han superado los obstáculos regulatorios, el despliegue de las inyecciones ha sido inconstante y lento… y todavía no hay una evidencia definitiva que demuestre que las vacunas tendrán un efecto significativo en la velocidad de propagación del virus y quién podría transmitirlo.
A lo largo de todos estos cambios, los investigadores se han mantenido firmes sobre el uso de los cubrebocas. “Los estadounidenses no tendrán que usar para siempre las mascarillas”, comentó Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California, campus San Francisco, y una autora del nuevo comentario. Sin embargo, por ahora, deben permanecer puestas, ya que protegen al portador de la mascarilla y a la gente a su alrededor.
Los argumentos a favor de la mascarilla abarcan varios campos de la ciencia, entre ellos la epidemiología y la física. Una serie de estudios observacionales ha sugerido que el uso generalizado de las mascarillas puede detener las infecciones y las muertes a una escala impresionante, en lugares tan pequeños como peluquerías y al nivel de países enteros.
Un estudio, que monitoreó políticas estatales que exigían cubrirse el rostro en público, reveló que los casos conocidos de COVID habían aumentado y disminuido casi al mismo tiempo que las reglas del uso de las mascarillas en práctica. Otro estudio, el cual siguió las infecciones de coronavirus entre los profesionales de la salud en Boston, resaltó una caída drástica en la cantidad de resultados positivos en las pruebas después de que los cubrebocas se volvieron un elemento universal entre el personal. Y un estudio en Beijing encontró que las mascarillas tenían una efectividad del 79 por ciento al bloquear la transmisión de la gente infectada a sus contactos cercanos.
El trabajo reciente de investigadores como Marr está identificando la base de estos enlaces a una escala microscópica. Según Marr, la ciencia es bastante intuitiva: los virus respiratorios como el coronavirus, que se mueve entre la gente en gotas de saliva y aerosol, necesitan un conducto claro para entrar en las vías respiratorias, las cuales están llenas del tipo de células que son infectadas por los virus. Las mascarillas que cubren la nariz y la boca limitan esa invasión.
El punto no es hacer una mascarilla hermética, opinó Marr. Más bien, las fibras que la componen crean una caótica carrera de obstáculos por donde debe navegar el aire… y cualquier cargamento infeccioso.
“El aire debe seguir este tortuoso camino”, mencionó Marr. “Las cosas grandes que lleve no podrán seguir esas vicisitudes”.
Los experimentos que ponen a prueba hasta qué punto los cubrebocas pueden interceptar el aerosol que entra y sale han demostrado que incluso materiales bastante básicos, como los de tela y las mascarillas quirúrgicas, pueden tener al menos un 50 por ciento de efectividad en cualquier dirección.
Varios estudios han confirmado la idea de que las mascarillas parecen ser mejores protegiendo a la gente alrededor del portador de la mascarilla que al mismo portador. “Esto se debe a que se está deteniendo justo en la fuente”, comentó Marr. No obstante, motivados por la reciente investigación, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han hecho notar que también hay grandes beneficios para quienes se ponen los cubrebocas.
Las mejores mascarillas siguen siendo las N95, por estar diseñadas con una eficiencia de filtración ultraalta. Sin embargo, sigue habiendo pocas para los profesionales de la salud, quienes las necesitan para tratar a los pacientes de manera segura.
Si pones dos capas de mascarillas menos especializadas una encima de la otra, puedes tener una protección comparable. Marr recomendó usar cubrebocas de tela que se ciñan al rostro sobre las mascarillas quirúrgicas, las cuales suelen estar hechas con materiales que filtran mejor, pero quedan más holgadas. Una alternativa es usar una mascarilla de tela con una bolsa que se pueda llenar con material de filtrado, como del tipo que tienen las bolsas para las aspiradoras.
No obstante, usar más de dos mascarillas, o poner varias capas de mascarillas que son muy buenas filtrando el aire de por sí, pronto reducirá los beneficios y dificultará mucho más una respiración normal.
Otras alteraciones pueden mejorar la sujeción de los cubrebocas, como ataduras que amarren la tela alrededor de la cabeza, en vez de depender de los bucles alrededor de las orejas que permiten que estos cuelguen y se abran. Los puentes nasales, los cuales pueden ayudar a que la parte superior de la mascarilla quede más ceñida, también ofrecen un apoyo protector.
Lograr que las mascarillas se ajusten y filtren el aire de manera óptima “es muy simple”, opinó Gandhi. “No se necesita nada sofisticado”.
Ninguna mascarilla es perfecta, y usar una no obvia otras medidas de salud pública como el distanciamiento físico y la buena higiene. “Debemos ser honestos al reconocer que la mejor respuesta es una que requiere intervenciones múltiples”, comentó Jennifer Nuzzo, experta en salud pública de la Universidad Johns Hopkins.
Con información de
                              Infobae                           
                                          Pullaro rompió su vínculo con la mayoría de los votantes, ¿cambios en el gabinete? y una crónica de inédita impericia política
                           En toda la provincia un solo medio de comunicación anticipó con considerable antelación los resultados electorales de este 2025. Cambios, errores, peleas internas, venganzas políticas. Una caída electoral que se registrará en la historia como una brutal falta de pericia y tacto. Un Licenciado en Ciencia Política que se olvidó qué dicen los manuales en la materia.                         
                     La inflación se aceleró en octubre y podría llegar al 2,5% por el impacto de la suba de los alimentos
                           El Índice de Precios al Consumidor (IPC) seguiría la tendencia de alza en el décimo mes del año y en el próximo impactarían los ajustes de las tarifas de transporte, según las consultoras privadas                        
                     El Gobierno anuncia que comprará reservas y empieza a ponerle un piso al dólar
                           En la previa de las elecciones, el Banco Central mostró en Washington su estrategia de política monetaria para los próximos dos años. De los "dolores de crecimiento" en 2025 a la compra de reservas en 2026, el esquema que presentó Vladimir Werning, vice del BCRA. Cómo influye el caso de Israel en los planes del Gobierno.                        
                     
Suscribite!
Y recibí las noticias más importantes!
                     Y recibí las noticias más importantes!
Romero de UDA pidió cambios en el Gabinete de Pullaro
LO MÁS VISTO
            Pullaro rompió su vínculo con la mayoría de los votantes, ¿cambios en el gabinete? y una crónica de inédita impericia política
                        En toda la provincia un solo medio de comunicación anticipó con considerable antelación los resultados electorales de este 2025. Cambios, errores, peleas internas, venganzas políticas. Una caída electoral que se registrará en la historia como una brutal falta de pericia y tacto. Un Licenciado en Ciencia Política que se olvidó qué dicen los manuales en la materia.                      
                  
                        La Justicia de Nueva York, Estados Unidos, designó a los tres integrantes de la Corte de Apelaciones que tratará la semana que viene la sentencia contra la Argentina. El Estado debe US$ 16.100 millones más intereses, que suman US$ 1.000 millones por año por la expropiación de la empresa.                     
                  
                        Estados Unidos impuso este viernes sanciones al presidente colombiano Gustavo Petro, citando drogas ilícitas en una publicación en el sitio web del Departamento del Tesoro.                     
                  
                        "Inteligencia artificial y nuevas formas de gestionar la realidad" es el sugerente título que convoca a un nuevo encuentro de estudiantes, docentes, especialistas y referentes educativos de Colombia- junto a visitantes extranjero, como Carlos Magro Mazo, Presidente en Asociación Educación Abierta (España) - para ser parte de una conversación donde el rol del docente es una de las piezas angulares para repensar en la educación actual y venidera.                     
                  





