Miguel Ángel Pesce: "Las operaciones con dólar futuro se ajustaron a la normativa y no generaron perjuicio al Estado"
Jueves 04 de
Marzo 2021
El presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, aseguró que los hechos que formalizaron la causa Dólar Futuro no generaron perjuicios para el Estado nacional ni el erario público, apuntó contra los denunciantes de la oposición, quienes dijo que tuvieron un fin político con este caso, y pidió su sobreseimiento por "inexistencia de delito".
“La operatorias con dólar futuro en el último trimestre de 2015 se ajustaron a la normativa vigente y no generaron perjuicio para el Estado”, sostuvo Pesce durante la exposición vía Zoom de la audiencia clave, que debe definir cómo sigue el enjuiciamiento. "La operaciones no provocaron daño al patrimonio del Banco Central", afirmó.
"La única finalidad de esta causa fue política. Hubo graves falencias en la instrucción llevada a cabo por el juez (Claudio) Bonadio", indicó al inicio de su exposición, y recalcó que tres peritos de la Corte Suprema "fueron contundentes al afirmar que las operaciones en el mercado de dólar futuro se hicieron respetando las atribuciones, mandatos y obligaciones de la Carta Orgánica, y que nunca pudieron provocar daños al patrimonio del Banco Central".
"Las teorías fueron desbaratadas, no se verifica ninguno de los delitos que se me imputan, las pericias los descartan de plano", completó.
"La denuncia se originó en políticos profesionales en momentos electorales del 2015, con abogados patrocinantes con clara simpatía por los candidatos de la oposición, Ricardo Gil Lavedra y Bernardo Saravía Frías, que luego fue Procurador General del Tesoro", recalcó Pesce.
"Ni en la imputación del fiscal, ni la elevación a juicio existen hechos verificadores que comprueben los verdades de las afirmaciones", dijo el titular del Central, y recordó que el peritaje fue negado en la etapa de instrucción. "Tengo derecho a suponer que el propósito no fue acercarse a la verdad, sino que la única finalidad fue política", remarcó.
"No hay conjeturas que pongan en duda la legalidad de mis actos, sino certezas probas objetivamente sobre mi inocencia. No hubo delito, ¿por qué continuar con este proceso? Si esta causa no tuviera la trascendencia pública que tiene jamás se se hubiese llegado a esta instancia", manifestó.
Para Pesce, el debate ya no tiene sentido. "Se trata de cuestiones técnicas, no creencias, que hasta la pericia no habían sido analizadas por personas idóneas", sostuvo, y añadió que "vivimos cinco años atados a un proceso absurdo".
"Señores jueces: tienen la posibilidad de poner fin a esta aventura judicial. Se trata de un tema de política económica no judiciable", remarcó.
La causa por supuestas irregularidades en la venta de "dólar futuro" que apunta también a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al exministro de Economía y actual gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y al extitular del Banco Central, Alejandro Vanoli (además de otros exdirectivos de la entidad monetaria y algunos exmiembros de la Comisión Nacional de Valores), tomó otro rumbo después de conocerse el resultado de un peritaje firmado por los peritos oficiales y los de parte.
Concluyeron, entre otras cosas, que la operación de dólar futuro se hacía en la Argentina desde hacía diez años; que también se realiza en otros países, que no se dañó el patrimonio del Banco Central, que no se afectaron las reservas, que sí incidió en pérdidas de la entidad monetaria, pero que igualmente registró ganancias todavía mayores en 2015 que en 2016.
También determinaron que no se podía favorecer intencionalmente a ningún comprador, y que el objetivo de un banco central no es tener utilidades sino estabilizar y desarrollar la economía.
"La única finalidad de esta causa fue política. Hubo graves falencias en la instrucción llevada a cabo por el juez (Claudio) Bonadio", indicó al inicio de su exposición, y recalcó que tres peritos de la Corte Suprema "fueron contundentes al afirmar que las operaciones en el mercado de dólar futuro se hicieron respetando las atribuciones, mandatos y obligaciones de la Carta Orgánica, y que nunca pudieron provocar daños al patrimonio del Banco Central".
"Las teorías fueron desbaratadas, no se verifica ninguno de los delitos que se me imputan, las pericias los descartan de plano", completó.
"La denuncia se originó en políticos profesionales en momentos electorales del 2015, con abogados patrocinantes con clara simpatía por los candidatos de la oposición, Ricardo Gil Lavedra y Bernardo Saravía Frías, que luego fue Procurador General del Tesoro", recalcó Pesce.
"Ni en la imputación del fiscal, ni la elevación a juicio existen hechos verificadores que comprueben los verdades de las afirmaciones", dijo el titular del Central, y recordó que el peritaje fue negado en la etapa de instrucción. "Tengo derecho a suponer que el propósito no fue acercarse a la verdad, sino que la única finalidad fue política", remarcó.
"No hay conjeturas que pongan en duda la legalidad de mis actos, sino certezas probas objetivamente sobre mi inocencia. No hubo delito, ¿por qué continuar con este proceso? Si esta causa no tuviera la trascendencia pública que tiene jamás se se hubiese llegado a esta instancia", manifestó.
Para Pesce, el debate ya no tiene sentido. "Se trata de cuestiones técnicas, no creencias, que hasta la pericia no habían sido analizadas por personas idóneas", sostuvo, y añadió que "vivimos cinco años atados a un proceso absurdo".
"Señores jueces: tienen la posibilidad de poner fin a esta aventura judicial. Se trata de un tema de política económica no judiciable", remarcó.
La causa por supuestas irregularidades en la venta de "dólar futuro" que apunta también a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al exministro de Economía y actual gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y al extitular del Banco Central, Alejandro Vanoli (además de otros exdirectivos de la entidad monetaria y algunos exmiembros de la Comisión Nacional de Valores), tomó otro rumbo después de conocerse el resultado de un peritaje firmado por los peritos oficiales y los de parte.
Concluyeron, entre otras cosas, que la operación de dólar futuro se hacía en la Argentina desde hacía diez años; que también se realiza en otros países, que no se dañó el patrimonio del Banco Central, que no se afectaron las reservas, que sí incidió en pérdidas de la entidad monetaria, pero que igualmente registró ganancias todavía mayores en 2015 que en 2016.
También determinaron que no se podía favorecer intencionalmente a ningún comprador, y que el objetivo de un banco central no es tener utilidades sino estabilizar y desarrollar la economía.
Con información de
Ámbito