Romper con el estereotipo de belleza femenina
Por:
Lucila Tosolino
Viernes 04 de
Abril 2014
La revista francesa Elle publicó en su portada a la modelo estadounidense Tara Lynn con su talla 48, lo que es un paso positivo que rara vez se ve. Es necesario visibilizar más acciones que demuestren a la mujer real y rompan con estereotipos de belleza en la mujer que son poco saludables.
Si es noticia, es que no es frecuente. Por eso, cada vez que una revista femenina -o un diseñador de moda- apuesta por una modelo que según los cánones no lo es, eso es noticia. ¿Cómo ser chica de portada si se excede de la talla 36? Solo ocurre de vez en cuando, porque la delgadez extrema impera como el canon oficial de belleza y las figuras a lo Peter Paul Rubens no se ven ni en figuritas.
La revista francesa Elle ha sido la última en apostar por los “kilos de más” -¿por qué decirle así?- En su portada, la modelo estadounidense Tara Lynn parece decir “aquí estoy yo” con aplomo de sílfide desde su talla 48. Y cuando habla demuestra estar lejos de la tiranía que impone la moda a los cuerpos. “No me peso nunca, no me interesa nada”, advierte en la entrevista que es un grito de libertad. No solo le da igual la báscula -una proclama casi revolucionaria en ciertos ambientes-, sino que reivindica la figura de “las chicas con formas” y su derecho a ponerse vaqueros ceñidos. “¡Un vaquero apretado solo tiene sentido cuando se tiene trasero!”, afirma.
Portada para una chica gorda, sí, pero a la altura de la rodilla de Tara, llega el correctivo: “Los consejos de las chicas rechonchas y estilosas”. Atentos a la conjunción: es una copulativa, y no una adversativa al estilo de “es fea pero simpática”. Menos mal. ¿Pero por qué necesitan consejos las rechonchas? Las revistas femeninas llevan décadas empeñadas en dar consejos de amiga, como si la perfección que proclaman tuviera que ser una asignatura obligatoria, una meta alcanzable con esas sugerencias de mujer a mujer, semana tras semana para que las lectoras sepan “sacar partido” de ellas mismas.
Uno de los arquetipos que más persiste es el que asimila belleza y delgadez. O, a la inversa, el que estigmatiza a la gordura, como vienen haciendo los medios en general. Las modelos “huesos” son las dueñas de las pasarelas, las llamadas ‘chicas de alambre’ se imponen y son adoradas por muchos, incluyendo niñas y adolescentes que sueñan ser como la muñeca Barbie. No. Es una enfermedad. Y puede conducir a la muerte. Pero la delgadez sigue cotizando al alza y se convierte en modelo a seguir, a menudo atizada con argumentos estúpidos como: “No como para verme linda”.
Volviendo a la portada de la revista francesa, cuando se realiza este tipo de iniciativas en medios que tienen repercusión social, se puede señalar que son un paso positivo hacia la ruptura de los estereotipos de belleza femenino. Pero a estos avances hay que buscarlos con lupa ya que se encuentran uno entre miles.
El arquetipo que asimila belleza y delgadez, que marca cómo deben ser las mujeres, está presente en multitud de espacios de la vida cotidiana. Estas imágenes estereotipadas no solo muestran cómo debe comportarse una mujer, sino que además, enseñan qué apariencia física debe tener, lo cual influye en el inconscientemente femenino para que sigan determinados patrones.
No debemos quedarnos solo con el arquetipo de belleza que impone la moda o la publicidad, sino también el del cine o la televisión, que muestran este ideal de mujer con características muy marcadas de lo que se considera ‘real’ y 'natural' y no lo es. Por tanto ¿Cómo vamos a contrarrestar este bombardeo constante si las iniciativas transgresoras son tan mínimas? Ya que son pocos los ejemplos: el de la revista Elle o alguna que otra campaña de Dove, son pequeñas acciones, aunque todavía son insuficientes, para eliminar los estereotipos de género.
La influencia de los medios de comunicación juega un papel importante en la construcción del modelo femenino; por eso, es necesario visibilizar acciones que demuestren a la mujer real y rompan con estereotipos de belleza en la mujer.
La revista francesa Elle ha sido la última en apostar por los “kilos de más” -¿por qué decirle así?- En su portada, la modelo estadounidense Tara Lynn parece decir “aquí estoy yo” con aplomo de sílfide desde su talla 48. Y cuando habla demuestra estar lejos de la tiranía que impone la moda a los cuerpos. “No me peso nunca, no me interesa nada”, advierte en la entrevista que es un grito de libertad. No solo le da igual la báscula -una proclama casi revolucionaria en ciertos ambientes-, sino que reivindica la figura de “las chicas con formas” y su derecho a ponerse vaqueros ceñidos. “¡Un vaquero apretado solo tiene sentido cuando se tiene trasero!”, afirma.
Portada para una chica gorda, sí, pero a la altura de la rodilla de Tara, llega el correctivo: “Los consejos de las chicas rechonchas y estilosas”. Atentos a la conjunción: es una copulativa, y no una adversativa al estilo de “es fea pero simpática”. Menos mal. ¿Pero por qué necesitan consejos las rechonchas? Las revistas femeninas llevan décadas empeñadas en dar consejos de amiga, como si la perfección que proclaman tuviera que ser una asignatura obligatoria, una meta alcanzable con esas sugerencias de mujer a mujer, semana tras semana para que las lectoras sepan “sacar partido” de ellas mismas.
Uno de los arquetipos que más persiste es el que asimila belleza y delgadez. O, a la inversa, el que estigmatiza a la gordura, como vienen haciendo los medios en general. Las modelos “huesos” son las dueñas de las pasarelas, las llamadas ‘chicas de alambre’ se imponen y son adoradas por muchos, incluyendo niñas y adolescentes que sueñan ser como la muñeca Barbie. No. Es una enfermedad. Y puede conducir a la muerte. Pero la delgadez sigue cotizando al alza y se convierte en modelo a seguir, a menudo atizada con argumentos estúpidos como: “No como para verme linda”.
Volviendo a la portada de la revista francesa, cuando se realiza este tipo de iniciativas en medios que tienen repercusión social, se puede señalar que son un paso positivo hacia la ruptura de los estereotipos de belleza femenino. Pero a estos avances hay que buscarlos con lupa ya que se encuentran uno entre miles.
El arquetipo que asimila belleza y delgadez, que marca cómo deben ser las mujeres, está presente en multitud de espacios de la vida cotidiana. Estas imágenes estereotipadas no solo muestran cómo debe comportarse una mujer, sino que además, enseñan qué apariencia física debe tener, lo cual influye en el inconscientemente femenino para que sigan determinados patrones.
No debemos quedarnos solo con el arquetipo de belleza que impone la moda o la publicidad, sino también el del cine o la televisión, que muestran este ideal de mujer con características muy marcadas de lo que se considera ‘real’ y 'natural' y no lo es. Por tanto ¿Cómo vamos a contrarrestar este bombardeo constante si las iniciativas transgresoras son tan mínimas? Ya que son pocos los ejemplos: el de la revista Elle o alguna que otra campaña de Dove, son pequeñas acciones, aunque todavía son insuficientes, para eliminar los estereotipos de género.
La influencia de los medios de comunicación juega un papel importante en la construcción del modelo femenino; por eso, es necesario visibilizar acciones que demuestren a la mujer real y rompan con estereotipos de belleza en la mujer.
Con información de
unoentrerios