Chaco
Capitanich descargó toda su artillería contra Chiyo y pidió perdón por haberlo elegido
Martes 16 de
Septiembre 2014
Lo Definió como un personaje traidor y desleal
Coqui agotó los calificativos. Tildó a Ivanoff de «desleal, traidor y desagradecido con la persona que efectivamente le garantizó la posibilidad de ocupar este espacio», a la vez de tildar sus comportamientos como «detestables».
Por primera vez desde que comparte el binomio gubernamental con Juan Carlos Bacileff Ivanoff, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich reconoció públicamente que fue un error elegir al hoy mandatario a cargo para que lo secundara en la fórmula del PJ en 2007.
«Pido disculpas al pueblo del Chaco por haber cometido tamaño error», dijo en declaraciones radiales en las que además desafió a un duelo electoral a su vice: «Me gustaría competir, porque no tiene ni un voto y nunca hizo campaña».
Las expresiones de Capitanich fueron un mea culpa sin precedentes que además desnuda que tropezó dos veces con la misma piedra sobre la consigna bilardiana de «equipo que gana no se toca», la única explicación lógica sobre su determinación de repetir la dupla con Bacileff en 2011, cuando fue reelecto con un triunfo aplastante sobre el radicalismo.
El mismo jefe de Gabinete reconoció varias veces que Chiyo nunca fue un soporte confiable para su administración, pero evidentemente lo soportaba en nombre de una unidad peronista prendida con alfileres. Ahora que el Chaco estalla en mil pedazos producto de un desmadre político sin precedentes, tuvo que admitir que el error no sólo le hace perder una «oportunidad histórica al Chaco» en la actualidad, sino que la relación siempre fue tensa.
Capitanich agotó los calificativos. Tildó a Ivanoff de «desleal, traidor y desagradecido con la persona que efectivamente le garantizó la posibilidad de ocupar este espacio», a la vez de revelar que «sus comportamientos han sido verdaderamente detestables».
Así como Ivanoff pidió a los ministros que cuenten públicamente el supuesto maltrato que sufrían por parte de Coqui mientras se hallaba en ejercicio de la Gobernación, el jefe de Gabinete pidió lo mismo: «No he visto pasión en los dirigentes peronistas del Chaco para defender mi posición. Ninguno de los que están ocupando cargos pudo estar ahí si no fuera por mi esfuerzo. Entonces lo único que les pido es lealtad y que pongan límites a este señor, porque si nadie se los pone se los tendré que poner yo».
No conforme con eso, aseguró que a partir de ahora «con este señor no voy a mantener ni un diálogo más» y reconoció que le dio «vergüenza haberlo escuchado en la Legislatura el primero de marzo por el desconocimiento terrible del funcionamiento de la provincia».
«Si hubiera sido por él nada se hubiera hecho en la provincia, porque la verdad es que siempre estuvo en contra. Ahora se ocupa de Castelli, pero si hubiera dependido de él hoy Castelli no tendría agua potable», espetó.
POR AHORA, DESDE BUENOS AIRES
El diálogo que mantuvo Capitanich con Radio Ciudad fue catártico pero no arrojó luz sobre la salida que esperan no solamente los peronistas, sino los chaqueños a esta crisis política e institucional que amenaza con transformar a la provincia en un teatro de operaciones bélicas.
Superpoblado de definiciones tremendamente críticas hacia la persona de Bacileff y de los funcionarios que lo respaldan incluso tácitamente (hay muchos que no se pronuncian dominados por la incertidumbre), el mensaje de Capitanich careció de definiciones respecto del futuro inmediato.
Se habla fuertemente de un operativo retorno una vez que se sancione el presupuesto nacional, pero oficialmente el jefe de los ministros de CFK permanece en Buenos Aires para afrontar responsabilidades de Estado sin dudas medulares, pero deja desguarnecido su costado más vulnerable que es el plafón electoral que conserva en el Chaco.
Ayer en un programa de televisión de variedades que se emite por Canal 9 de Resistencia en dúplex con Canal 13 de Buenos Aires (perteneciente al Grupo Clarín) se dijo que Capitanich es uno de los políticos con peor imagen del país después del vicepresidente Amado Boudou. (Ver recuadro aparte)
Pareciera que el saenzpeñense que le devolvió el poder al PJ luego de largos años de abstinencia no alcanza a dimensionar el daño que la interna con Bacileff le produce a sus cimientos políticos y, por consiguiente, a la estructura de un peronismo chaqueño minado de disputas personales y sectoriales cuyas esquirlas ya comenzaron a afectar al gobierno nacional.
Lo único que dijo Capitanich es que «no permitirá» que Bacileff siga haciendo de las suyas. Que «si nadie le pone límites se los pondré yo». También aseguró que no es indiferente a la situación chaqueña, sino que ha sido «tolerante». Lo que no dice es cómo piensa descomprimir una crisis que es comparable con una olla a presión que hasta ahora nadie sabe cómo destapar sin que haga añicos el capital electoral del partido gobernante.
La imagen de Coqui, en baja
El programa de variedades que conduce Mariana Fabbiani en la siesta de Canal 13 de Buenos Aires -y que se emite por Canal 9 de Resistencia en directo- cuenta con un bloque político encabezado por el periodista Diego Leuco, quien ayer dedicó duros párrafos a la situación judicial del vicepresidente Amado Boudou, pero luego se refirió a los exponentes del kirchnerismo que le siguen en el ranking de «peor imagen».
Aseguró que después de Boudou, «a quien ni siquiera visitan ya en su despacho de la Presidencia del Senado, vienen Capitanich y Kicillof». Aunque aclaró: «Están lejos de la situación en que se halla el vicepresidente».
La jueza Grillo no hubiera asumido «si era por los amigotes de Bacileff»
El jefe de Gabinete Jorge Capitanich también cometió una infidencia ayer para desprestigiar a su reemplazante en el Poder Ejecutivo provincial, a quien acusó de haber intentado manipular la decisión del Consejo de la Magistratura para impedir que fuera designada miembro del Superior Tribunal la actual ministra Iride Grillo.
«Si hubiera sido por él y sus amigotes del establishment, no hubiéramos podido prestigiar a la Justicia del Chaco con la calidad de una jueza impecable y transparente como es la doctora Grillo», aseguró Capitanich en Radio Ciudad.
Dijo que «gracias a la actuación firme y de fuertes convicciones de la doctora Cecilia Baroni y del doctor Oscar Olivieri se pudo avanzar con la designación de la doctora Grillo, pero como venganza este señor eliminó la Fundación Chaco Solidario, que era una herramienta para llegar a los pobres de nuestra provincia con ayuda y una forma de sacar del medio a Cecilia Baroni, a quien le tengo una gran estima peronista y como hija de una institución de nuestro partido como ha sido su padre Danilo Baroni».
«Pido disculpas al pueblo del Chaco por haber cometido tamaño error», dijo en declaraciones radiales en las que además desafió a un duelo electoral a su vice: «Me gustaría competir, porque no tiene ni un voto y nunca hizo campaña».
Las expresiones de Capitanich fueron un mea culpa sin precedentes que además desnuda que tropezó dos veces con la misma piedra sobre la consigna bilardiana de «equipo que gana no se toca», la única explicación lógica sobre su determinación de repetir la dupla con Bacileff en 2011, cuando fue reelecto con un triunfo aplastante sobre el radicalismo.
El mismo jefe de Gabinete reconoció varias veces que Chiyo nunca fue un soporte confiable para su administración, pero evidentemente lo soportaba en nombre de una unidad peronista prendida con alfileres. Ahora que el Chaco estalla en mil pedazos producto de un desmadre político sin precedentes, tuvo que admitir que el error no sólo le hace perder una «oportunidad histórica al Chaco» en la actualidad, sino que la relación siempre fue tensa.
Capitanich agotó los calificativos. Tildó a Ivanoff de «desleal, traidor y desagradecido con la persona que efectivamente le garantizó la posibilidad de ocupar este espacio», a la vez de revelar que «sus comportamientos han sido verdaderamente detestables».
Así como Ivanoff pidió a los ministros que cuenten públicamente el supuesto maltrato que sufrían por parte de Coqui mientras se hallaba en ejercicio de la Gobernación, el jefe de Gabinete pidió lo mismo: «No he visto pasión en los dirigentes peronistas del Chaco para defender mi posición. Ninguno de los que están ocupando cargos pudo estar ahí si no fuera por mi esfuerzo. Entonces lo único que les pido es lealtad y que pongan límites a este señor, porque si nadie se los pone se los tendré que poner yo».
No conforme con eso, aseguró que a partir de ahora «con este señor no voy a mantener ni un diálogo más» y reconoció que le dio «vergüenza haberlo escuchado en la Legislatura el primero de marzo por el desconocimiento terrible del funcionamiento de la provincia».
«Si hubiera sido por él nada se hubiera hecho en la provincia, porque la verdad es que siempre estuvo en contra. Ahora se ocupa de Castelli, pero si hubiera dependido de él hoy Castelli no tendría agua potable», espetó.
POR AHORA, DESDE BUENOS AIRES
El diálogo que mantuvo Capitanich con Radio Ciudad fue catártico pero no arrojó luz sobre la salida que esperan no solamente los peronistas, sino los chaqueños a esta crisis política e institucional que amenaza con transformar a la provincia en un teatro de operaciones bélicas.
Superpoblado de definiciones tremendamente críticas hacia la persona de Bacileff y de los funcionarios que lo respaldan incluso tácitamente (hay muchos que no se pronuncian dominados por la incertidumbre), el mensaje de Capitanich careció de definiciones respecto del futuro inmediato.
Se habla fuertemente de un operativo retorno una vez que se sancione el presupuesto nacional, pero oficialmente el jefe de los ministros de CFK permanece en Buenos Aires para afrontar responsabilidades de Estado sin dudas medulares, pero deja desguarnecido su costado más vulnerable que es el plafón electoral que conserva en el Chaco.
Ayer en un programa de televisión de variedades que se emite por Canal 9 de Resistencia en dúplex con Canal 13 de Buenos Aires (perteneciente al Grupo Clarín) se dijo que Capitanich es uno de los políticos con peor imagen del país después del vicepresidente Amado Boudou. (Ver recuadro aparte)
Pareciera que el saenzpeñense que le devolvió el poder al PJ luego de largos años de abstinencia no alcanza a dimensionar el daño que la interna con Bacileff le produce a sus cimientos políticos y, por consiguiente, a la estructura de un peronismo chaqueño minado de disputas personales y sectoriales cuyas esquirlas ya comenzaron a afectar al gobierno nacional.
Lo único que dijo Capitanich es que «no permitirá» que Bacileff siga haciendo de las suyas. Que «si nadie le pone límites se los pondré yo». También aseguró que no es indiferente a la situación chaqueña, sino que ha sido «tolerante». Lo que no dice es cómo piensa descomprimir una crisis que es comparable con una olla a presión que hasta ahora nadie sabe cómo destapar sin que haga añicos el capital electoral del partido gobernante.
La imagen de Coqui, en baja
El programa de variedades que conduce Mariana Fabbiani en la siesta de Canal 13 de Buenos Aires -y que se emite por Canal 9 de Resistencia en directo- cuenta con un bloque político encabezado por el periodista Diego Leuco, quien ayer dedicó duros párrafos a la situación judicial del vicepresidente Amado Boudou, pero luego se refirió a los exponentes del kirchnerismo que le siguen en el ranking de «peor imagen».
Aseguró que después de Boudou, «a quien ni siquiera visitan ya en su despacho de la Presidencia del Senado, vienen Capitanich y Kicillof». Aunque aclaró: «Están lejos de la situación en que se halla el vicepresidente».
La jueza Grillo no hubiera asumido «si era por los amigotes de Bacileff»
El jefe de Gabinete Jorge Capitanich también cometió una infidencia ayer para desprestigiar a su reemplazante en el Poder Ejecutivo provincial, a quien acusó de haber intentado manipular la decisión del Consejo de la Magistratura para impedir que fuera designada miembro del Superior Tribunal la actual ministra Iride Grillo.
«Si hubiera sido por él y sus amigotes del establishment, no hubiéramos podido prestigiar a la Justicia del Chaco con la calidad de una jueza impecable y transparente como es la doctora Grillo», aseguró Capitanich en Radio Ciudad.
Dijo que «gracias a la actuación firme y de fuertes convicciones de la doctora Cecilia Baroni y del doctor Oscar Olivieri se pudo avanzar con la designación de la doctora Grillo, pero como venganza este señor eliminó la Fundación Chaco Solidario, que era una herramienta para llegar a los pobres de nuestra provincia con ayuda y una forma de sacar del medio a Cecilia Baroni, a quien le tengo una gran estima peronista y como hija de una institución de nuestro partido como ha sido su padre Danilo Baroni».
Con información de
La Voz del Chaco
