“Si yo pude, todas pueden salir”, aseguró Alika Kinán, la víctima de trata que logró condenar a sus captores
Alika Kinán, la primera mujer del país víctima de trata de personas que se convirtió en querellante y logró una condena contra sus captores, aseguró: "Si yo pude, todas pueden salir" del negocio de la trata e incluyó en su mensaje "a las que hoy no se reconocen como víctimas y las que me estigmatizaron".
La mujer habló con la prensa luego de presenciar la lectura del veredicto en que el Tribunal Oral Federal de Tierra del Fuego aplicó penas de entre 3 y 7 años de prisión a los tres acusados de integrar una red de trata en el local nocturno “Sheik”, ubicado en Ushuaia, de donde ella fue rescatada junto a otras seis mujeres el 9 de octubre de 2012.
“Este es un caso. Ahora vamos por más condenas contra los proxenetas de todo el país. Yo puse el cuerpo. Mucha gente también. No me repara a mí. No repara a mi familia. Pero sirve para continuar por el rescate de otras mujeres que están en esta misma situación”, afirmó quien ahora preside el “Instituto Sapa Kippa” y es una conocida activista de los derechos de género.
Kinán puntualizó que pese al fallo condenatorio, “no está de acuerdo” con los montos de las condenas, que “debieron ser mayores”, señaló.
“Esperaba penas más duras. Siete años es poco para quienes han arruinado la vida de muchas mujeres de todo el país. Además, yo esperaba que fueran presos de inmediato. Y la condena civil también tendría que haber sido superior”, indicó la querellante contra sus tratantes.
Alika también consideró que en el juicio existió “mucha hipocresía” porque “todos sabían lo que pasaba y dijeron no conocerlo”.
“Autoridades, vecinos, todos conocían donde estábamos y que apenas salíamos al supermercado o a caminar un rato para que se nos pasara la resaca. El municipio creó un terreno fértil para estas actividades, como también lo creó la provincia. Y no me refiero a las gestiones actuales, ni a las anteriores. No se trata de apuntar contra alguien. Aquí hace falta un replanteo social sobre qué hizo cada uno para que esto pudiera suceder”, reflexionó la mujer.
En ese sentido, pidió que muchas provincias “revisen” las habilitaciones de locales nocturnos, o la exigencia de libretas sanitarias que implican “exudados vaginales y análisis de HIV” pero que “nadie relaciona con la explotación sexual.
“Yo no pido un juicio a la sociedad. Le estoy pidiendo ayuda, para que juntos empecemos a tirar de la manta de la trata. Tierra del Fuego fue un foco de prostitución, de trata y de tráfico de mujeres. Pero claro que no es el único. Muchas mujeres siguen siendo manejadas como carne vacuna. Esa es la tarea que nos queda”, enfatizó Kinán.