Un gato dejó sin luz y agua a una cárcel en Magdalena
El miércoles trascendió que hacía tres días que los internos de la Unidad Penal 35 de Magdalena estaban sin luz y agua, "hidratándose con la lluvia" e incomunicados.
Distintas fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense y el ministerio de Justicia confirmaron al diario El Día la existencia del problema, aunque aclararon que se originó el martes, lo adjudicaron a "un gato" y aseguraron que "la situación está controlada".
De acuerdo a la información oficial, todo pasó el martes a la tarde en ese penal situado en el kilómetro 111 de la Ruta 11, cuando el animal se metió en un transformador y quemó dos fusibles. El gato murió calcinado y la cárcel, que aloja a 1.100 presos, se quedó sin luz.
La falta de energía tuvo como consecuencia directa la falta de agua, situación que, según los voceros, "fue controlada con la puesta en funcionamiento de un equipo electrógeno". Admitieron que el servicio está reducido, pero no sin resaltar que, "más allá de algunas molestias, la situación está en calma y los internos al tanto de lo que pasó". Mientras tanto, las autoridades procuran reemplazar urgentemente los fusibles dañados.
"Son importados, cuestan alrededor de 1.000 dólares cada uno y no son fáciles de conseguir", explicó un vocero.