NEUQUÉN
Los escalofriantes detalles del crimen del hombre decapitado por sus hijos
Miércoles 29 de
Enero 2020
La violencia familiar detrás del parricidio en Neuquén, la denuncia, la muerte de una testigo y el incendio de su casa. Los detalles del caso que conmocionó a todo el barrio de Zapala.
Orlando Jara (51) fue asesinado y decapitado por sus propios hijos tras una violenta pelea el último domingo en la localidad neuquina de Zapala. Este martes se conocieron detalles del crimen cometido por Fernando y Matías contra su propio padre.
Todo comenzó a las 4 de la mañana del pasado 26 de enero, cuando Jara, que trabajaba como mecánico, llegó ebrio a la casa del barrio Zona II, donde vivía junto a su esposa y tres de sus hijos.
El hombre, alterado, le pidió a su esposa que le cocine y le consultó dónde estaba el resto de la familia. La mujer le explicó que estaba durmiendo por el horario. Esa respuesta lo puso violento tomó un cuchillo, subió las escaleras raudamente y los amenazó de muerte en reiteradas ocasiones.
Al escuchar los gritos, su esposa llegó hasta la habitación y le rogó que no haga ninguna locura. Sin embargo, el hombre atacó violentamente a los jóvenes de 27 y 20 años, que se defendieron y lo sacaron a golpes y empujones.
El mayor, tomó un hierro y le dio un golpe en la mandíbula, que lo dejó medio mareado. Jara se retiró del lugar insultando a sus familiares. A los pocos minutos, todos se fueron a la comisaría 48, pero la respuesta de los agentes no fue la que ellos esperaban y hasta les preguntaron una y otra vez si querían hacer la denuncia.
Como Orlando se había metido en la casa de un vecino en ese momento, cuando los agentes llegaron y se fueron del lugar sin sospechar nada. Jara esperó que los uniformados pusieran en marcha su vehículo, para salir insultando al aire, obviamente despertando a todos los que vivían cerca e inclusive a su propia familia que se había relajado y dormido.
Esta vez, los chicos se hartaron y salieron a la calle dispuesto a todo, Fernando "golpeó" varias veces a su padre en la cabeza y en el pecho con un caño metálico que se usa para acarrear autos.
Su hermano Matías le tiró una pierda que le dio en la cabeza y luego, lo apuñaló cuatro veces, con la particularidad que dos de ellas fueron en el corazón.
El drama por este parricidio no terminó ahí. Cuando volvió la policía al lugar de los hechos, se encontró con la macabra escena.
Fernando le cortó la cabeza y sacó una selfie con el cuerpo de su papá.
"Ya contamos con esa imagen y es una de las tantas pruebas que estamos recopilando", relató el fiscal Jofré.
"Hay testigos que nos han manifestado su temor e incluso hay testigos que tienen custodia policial desde ayer. Muchos tienen miedo. Al ser vecinos, temen alguna represalia", informó.
Por último, una vecina que fue testigo del asesinato de Jara, murió a las pocas horas al incendiarse su casa. Se investiga por estas horas si el incendio fue intencional.
Todo comenzó a las 4 de la mañana del pasado 26 de enero, cuando Jara, que trabajaba como mecánico, llegó ebrio a la casa del barrio Zona II, donde vivía junto a su esposa y tres de sus hijos.
El hombre, alterado, le pidió a su esposa que le cocine y le consultó dónde estaba el resto de la familia. La mujer le explicó que estaba durmiendo por el horario. Esa respuesta lo puso violento tomó un cuchillo, subió las escaleras raudamente y los amenazó de muerte en reiteradas ocasiones.
Al escuchar los gritos, su esposa llegó hasta la habitación y le rogó que no haga ninguna locura. Sin embargo, el hombre atacó violentamente a los jóvenes de 27 y 20 años, que se defendieron y lo sacaron a golpes y empujones.
El mayor, tomó un hierro y le dio un golpe en la mandíbula, que lo dejó medio mareado. Jara se retiró del lugar insultando a sus familiares. A los pocos minutos, todos se fueron a la comisaría 48, pero la respuesta de los agentes no fue la que ellos esperaban y hasta les preguntaron una y otra vez si querían hacer la denuncia.
Como Orlando se había metido en la casa de un vecino en ese momento, cuando los agentes llegaron y se fueron del lugar sin sospechar nada. Jara esperó que los uniformados pusieran en marcha su vehículo, para salir insultando al aire, obviamente despertando a todos los que vivían cerca e inclusive a su propia familia que se había relajado y dormido.
Esta vez, los chicos se hartaron y salieron a la calle dispuesto a todo, Fernando "golpeó" varias veces a su padre en la cabeza y en el pecho con un caño metálico que se usa para acarrear autos.
Su hermano Matías le tiró una pierda que le dio en la cabeza y luego, lo apuñaló cuatro veces, con la particularidad que dos de ellas fueron en el corazón.
El drama por este parricidio no terminó ahí. Cuando volvió la policía al lugar de los hechos, se encontró con la macabra escena.
Fernando le cortó la cabeza y sacó una selfie con el cuerpo de su papá.
"Ya contamos con esa imagen y es una de las tantas pruebas que estamos recopilando", relató el fiscal Jofré.
"Hay testigos que nos han manifestado su temor e incluso hay testigos que tienen custodia policial desde ayer. Muchos tienen miedo. Al ser vecinos, temen alguna represalia", informó.
Por último, una vecina que fue testigo del asesinato de Jara, murió a las pocas horas al incendiarse su casa. Se investiga por estas horas si el incendio fue intencional.
Con información de
Aire de Santa Fe