Además asegura que “son más las mujeres que pasaron por el mismo horror”
Rafaela: denunció que a los 11 años fue abusada en la escuela por un sacerdote
Viernes 24 de
Julio 2020
Una mujer denunció públicamente en redes sociales que fue abusada por un sacerdote ya fallecido. El hecho se produjo hace varios años en Rafaela y el obispado de esa ciudad pidió abrir una investigación.
“Me llamo Delfina de la Riva, tengo 30 años y a los 11 años fui abusada sexualmente por un Cura llamado Padre Ángel, sí, que contradictorio su nombre para un ser tan inmundo y perverso”, señala en el inicio de su relato. “El Cura formaba parte de la escuela San José, de la ciudad de Rafaela, escuela católica, apostólica, romana. Sí, su Institución encubría un cura pedófilo. Este hombre usaba la casa de la Iglesia para abusar de mi cuando era niña. Usó la capilla y el nombre de Dios para ser impune, perverso y arruinar mi infancia”, contó la mujer.
Más adelante, manifiesta estar segura “de que son más las mujeres que pasaron por el mismo horror en las manos de este cura, deseo con mi corazón que puedan sacarlo, hacerlo público, y que la Iglesia se haga responsable del sufrimiento que nos hicieron y hacen pasar, que revean sus prácticas y sus encubrimientos, y que dejen de permitir esta práctica habitual de que los hombres, con sotana o sin, nos usen, nos degraden y que no respondan por ello”.
Y en el mismo tono apunta contra la Iglesia Católica: “peor aún: es que sean la autoridad moral de nuestra sociedad. Es hora de que dejen de mentir y que dejen de aniquilar nuestros derechos”.
“A vos, mujer o varón, que pasaste por lo mismo que yo: te abrazo, y espero que puedas liberarte, como lo estoy haciendo yo ahora”, agrega.
En otro párrafo narra que durante todo el tiempo transcurrido “este silencio me ha dañado por muchos años, me lo tragué sintiéndome una estúpida, una pelotuda, o que yo era la culpable”.
Y finaliza diciendo: “Hoy lo puedo gritar bien fuerte. Las mujeres callamos muchísimos años, y a los silencios, no volvemos Nunca Más”.
También mediante las redes se conoció que en la época en la que se sucedieron los hechos, el sacerdote aludido era el encargado de las confesiones y murió en agosto del 2004 a los 89 años.
“La realidad de los abusos duele”
La publicación causó enorme repercusión en distintos ámbitos de la sociedad rafaelina, y generó cientos comentarios en redes, en su gran mayoría de apoyo a Delfina, solidarizándose con ella y reclamando que su voz se multiplique y que otras víctimas también se animen a sacar a la luz delitos de esta naturaleza.
El impacto que tuvo la denuncia no pasó inadvertido para el Obispado de la Diócesis de Rafaela, que este viernes emitió un comunicado.
“Al respecto -señala el escrito- deseamos manifestar que la realidad de los abusos duele, y de ninguna manera debe ser ocultada ni encubierta. Por ello consideramos necesario que la persona antes mencionada realice las denuncias pertinentes ante los organismos estatales correspondientes, a los fines de que se abra una investigación y pueda llegarse a la verdad. ‘Si ustedes permanecen fieles a mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres’. (Juan 8, 31-32)”.
Y concluye expresando que: ”Como Iglesia Diocesana colaboraremos en todo lo que esté a nuestro alcance”.
Más adelante, manifiesta estar segura “de que son más las mujeres que pasaron por el mismo horror en las manos de este cura, deseo con mi corazón que puedan sacarlo, hacerlo público, y que la Iglesia se haga responsable del sufrimiento que nos hicieron y hacen pasar, que revean sus prácticas y sus encubrimientos, y que dejen de permitir esta práctica habitual de que los hombres, con sotana o sin, nos usen, nos degraden y que no respondan por ello”.
Y en el mismo tono apunta contra la Iglesia Católica: “peor aún: es que sean la autoridad moral de nuestra sociedad. Es hora de que dejen de mentir y que dejen de aniquilar nuestros derechos”.
“A vos, mujer o varón, que pasaste por lo mismo que yo: te abrazo, y espero que puedas liberarte, como lo estoy haciendo yo ahora”, agrega.
En otro párrafo narra que durante todo el tiempo transcurrido “este silencio me ha dañado por muchos años, me lo tragué sintiéndome una estúpida, una pelotuda, o que yo era la culpable”.
Y finaliza diciendo: “Hoy lo puedo gritar bien fuerte. Las mujeres callamos muchísimos años, y a los silencios, no volvemos Nunca Más”.
También mediante las redes se conoció que en la época en la que se sucedieron los hechos, el sacerdote aludido era el encargado de las confesiones y murió en agosto del 2004 a los 89 años.
“La realidad de los abusos duele”
La publicación causó enorme repercusión en distintos ámbitos de la sociedad rafaelina, y generó cientos comentarios en redes, en su gran mayoría de apoyo a Delfina, solidarizándose con ella y reclamando que su voz se multiplique y que otras víctimas también se animen a sacar a la luz delitos de esta naturaleza.
El impacto que tuvo la denuncia no pasó inadvertido para el Obispado de la Diócesis de Rafaela, que este viernes emitió un comunicado.
“Al respecto -señala el escrito- deseamos manifestar que la realidad de los abusos duele, y de ninguna manera debe ser ocultada ni encubierta. Por ello consideramos necesario que la persona antes mencionada realice las denuncias pertinentes ante los organismos estatales correspondientes, a los fines de que se abra una investigación y pueda llegarse a la verdad. ‘Si ustedes permanecen fieles a mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres’. (Juan 8, 31-32)”.
Y concluye expresando que: ”Como Iglesia Diocesana colaboraremos en todo lo que esté a nuestro alcance”.
Con información de
El Litoral
